JIRONES DE NUESTRA HISTORIA:
EMILIANO ZAPATA, EL CAUDILLO DEL SUR; ¿QUIÉN ERA?, ¿CÓMO ERA? Y ¿QUÉ PRETENDÍA EL SEGUNDO ÍCONO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA? ESTE MES SE CONMEMORAN 104 AÑOS DE SU ASESINATO.
Por: José Luis Jaramillo Vela
Los orígenes del Caudillo
Emiliano Zapata Salazar, nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel de Anenecuilco, Mpio. Ayala, Morelos (actualmente Anenecuilco de los Zapata); sus padres Gabriel Zapata y Cleofas Gertrudis Salazar habían formado una familia de diez hijos, seis mujeres y cuatro hombres. La familia no era acomodada pero pertenecían a la clase media, Gabriel y Cleofas batallaban, pero se las arreglaban para sacar adelante a los diez vástagos, a quienes nunca les faltó nada; de todos ellos, el niño Emiliano ya daba muestras de un carácter serio, reconcentrado, medio desconfiado y con signos de rebeldía. Emiliano desarrolló su infancia rodeado del sistema del latifundismo porfirista y sus injusticias.
Cuando Emiliano tenía solo nueve años, en una ocasión, andando con su padre le tocó presenciar el violento e injusto despojo de las tierras de su padre, por parte de un rico hacendado morelense; el niño Emiliano le pregunta a su padre por qué les habían quitado sus tierras; su padre, tratando de esconder su llanto y su impotencia solo atinó a contestarle que no se podía hacer nada ante los muy poderosos, entonces Emiliano le responde con la gallardía de un niño en actitud de valentía: “¿Qué no se puede hacer nada?, Papá, cuando yo sea grande voy a hacer que te las devuelvan”. Este episodio dejó una profunda huella en su memoria y marcó para toda su vida al niño Emiliano Zapata.
A los 16 años pierde a su madre y unos meses después, muere su padre, Emiliano se pone a trabajar como labrador y arriero, además su padre le había enseñado el cuidado de los caballos; sin embargo, el carácter rebelde del joven se había acrecentado tras la pérdida de sus padres; una noche, durante los festejos del
pueblo de Anenecuilco, arma un escándalo y es encerrado en la cárcel, pero su hermano mayor Eufemio lo libera encañonando con una pistola a los gendarmes; por este motivo, los dos hermanos Zapata se ven obligados a huir hacia Jaltepec, Puebla, en donde encuentran trabajo en una hacienda.
Zapata en el Ejército porfirista y sus inicios en la política
Producto de su rebeldía social y sus frecuentes problemas con las autoridades, un juez de faltas administrativas le impone como pena, el irse a la leva (reclutamiento obligatorio para el ejército) y es incorporado al 9° Regimiento de Caballería en Cuernavaca, bajo el mando del Coronel Alfonso Pradillo; en realidad la milicia no era desconocida para la familia Zapata, su abuelo materno, José Salazar militó bajo las órdenes de José María Morelos y Pavón y sus tíos paternos, Cristino y José Zapata, fueron militares bajo las órdenes del General Carlos Pacheco Villalobos y del General Porfirio Díaz en la Guerra de Reforma y en la Segunda Intervención Francesa.
Debido a sus cualidades y destreza en el manejo y cuidado de los caballos, Emiliano es asignado como caballerango del General Pablo de Escandón y Barrón, Jefe del Estado Mayor Presidencial de Porfirio Díaz; desempeñando esas funciones, conoce a Ignacio De la Torre y Mier, yerno del Presidente Porfirio Díaz, quien lo solicita como caballerango personal, el General Escandón a regañadientes accede y se lo asigna como caballerango; (más adelante abundaremos en este tema).
Desde 1906, Emiliano ya asistía a reuniones de campesinos en Cuautla, Morelos, en las que se discutían las formas en que los campesinos podrían defender sus tierras frente a los abusos de los grandes hacendados; ahí en esas reuniones, fue donde Zapata comenzó a levantar su voz y a darse a conocer como defensor de los derechos de los campesinos de Morelos, ganando simpatías entre el campesinado morelense.
En 1909 se decide a apoyar abiertamente al candidato de oposición al Gobierno de Morelos, el Ing. Patricio Leyva; esta fue la primera incursión política de Emiliano fuera del ámbito campesino y le tocó oponerse abiertamente al principal latifundista de la región, nada menos que al General Pablo de Escandón y Barrón, Jefe del Estado Mayor Presidencial y su anterior jefe en el ejército.
El 12 de septiembre de ese mismo año, Emiliano es elegido como “Calpulelque” (jefe, líder o presidente) de la recién creada Junta de Defensa de las Tierras de Anenecuilco/Villa de Ayala/Moyotepec; como calpulelque, Zapata comienza a revisar documentos desde las épocas virreinales, en donde estaban asentados y acreditados los derechos de propiedad de los pueblos y sus habitantes sobre las tierras aledañas a los pueblos; ahí también se dió cuenta de como fué que las Leyes de Reforma durante el Gobierno de Benito Juárez habían negado y escondido esos derechos, con el fin de que las tierras ociosas, improductivas o solas, pasaran a ser expropiadas por el Estado Mexicano, generando una gran ola de corrupción entre líderes indígenas, funcionarios de gobierno y poderosos hacendados con el tráfico de tierras; al descubrir esto, Zapata se convierte en el máximo líder y jefe agrario del Estado de Morelos.
Mientras todo eso sucedía, Emiliano Zapata seguía perteneciendo al Ejército Mexicano, pero al convertirse en líder agrario, cayó de la gracia del General Pablo Escandón y éste ordenó fuera reincorporado al 9° Regimiento de caballería como soldado raso y sin ningún privilegio, pero aún así, Zapata no dejó ni la política ni la lucha social.
En 1910, Emiliano Zapata ya es Presidente Municipal de Anenecuilco y en mayo de ese año, al frente de un grupo de enardecidos campesinos se presentan en la Hacienda del Hospital que estaba siendo custodiada por el Comandante Vivanco, Jefe de la Policía del Estado de Morelos, toman por asalto la Hacienda del Hospital y después de una balacera con los policías, reparte los terrenos de la hacienda entre los campesinos de Anenecuilco, Villa de Ayala, Moyotepec y Cuautla. Después de este suceso, el Ejército lo da de baja deshonrosa y el gobierno lo declara bandido, bandolero y hombre fuera de la ley.
Con un Emiliano Zapata ya proscrito, catalogado como bandido y bandolero y perseguido por el gobierno y en franca rebeldía, inicia una serie de asaltos a ranchos y haciendas, derribando cercas y muros y repartiendo tierras a los campesinos; entonces el Presidente Porfirio Díaz designa al General Aureliano Blanquet para ir en busca de Emiliano Zapata y su gavilla.
Zapata y Madero, una relación que sacó chispas y dió origen al “Plan de Ayala”
En 1910, Madero se fuga de la cárcel de San Luis Potosí y se refugia en San Antonio, Texas, para desde ahí lanzar el “Plan de San Luis”, incitando a levantarse en armas contra la dictadura porfirista; Zapata lee el manifiesto de Madero y le llama su atención de manera muy especial el artículo tercero, que ofrecía la restitución de las tierras a sus antiguos poseedores, para ese momento, Zapata ya se estaba rodeando de personas de la izquierda radical, para que lo asesoraran en temas políticos y decide enviar a San Antonio al Profesor Pablo Torres Burgos para entrevistarse con Madero (Zapata era tan retraído y desconfiado, que no asistió él y prefirió mandar representante, como en casi todos los casos).
Tras la entrevista, Zapata decide unirse a Madero y levantarse en armas contra Porfirio Díaz y el 10 de marzo de 1911 en Cuautla se pronuncia a favor de la Revolución Mexicana y proclama a Madero y al Plan de San Luis, pero tiene que salir huyendo, ya que el General Aureliano Blanquet entró a Cuautla y en la refriega, murió el Profesor Pablo Torres Burgos, brazo derecho de Zapata, quien huye a Cuautlixco, Morelos, en donde estableció su cuartel general, ya con el nombramiento de “Jefe Revolucionario Maderista del Sur”.
Con la renuncia de Porfirio Díaz y el triunfo de Madero, Zapata se rehúsa a deponer las armas hasta que no se repartan las tierras a los campesinos; para tratar de convencerlo, Madero va y se entrevista con Zapata a Yautepec, Morelos, pero no hubo acuerdos, Zapata quería restitución y reparto de tierras ya, y Madero le decía que primero debía hacerse una reforma política profunda para dar paso al reparto de tierras; como resultado, Zapata se negó a licenciar a sus tropas. En ese tiempo Zapata se casó con Josefa Espejo y extrañamente Madero fue el padrino de la boda.
Al negarse Zapata a deponer las armas, el Presidente Interino, Francisco León de la Barra lo consideró en rebeldía y envió al General Victoriano Huerta con mil hombres, para apoyar al General Aureliano Blanquet a someter al Caudillo del Sur.
Al asumir Madero la Presidencia de la República, Zapata se entrevista con él en Palacio Nacional, en donde sostienen una muy fuerte discusión que terminó en gritos y amenazas; resulta que Madero le ofrece a Zapata una hacienda en Morelos, “como pago a sus servicios a la Revolución”, esto ofendió y desencadenó la ira de Zapata, quien le reclamó que él no se había levantado en armas para recibir haciendas, llamó traidor a Madero y a grito pelón le dijo, “¡Entonces señor Madero, o nos cumple usted a mí y a los campesinos
morelenses lo que nos prometió, o a usted y a mí nos lleva la chingada!”, al tiempo que le mostraba su carabina 30-30, asestando tremendo culatazo al escritorio de Madero.
Antes de salir de ahí, Zapata ya completamente iracundo le grita a Madero que además de la restitución y reparto de tierras, deberá pagarles una indemnización por el tiempo que las trabajaron los hacendados que los despojaron. Este fue el rompimiento definitivo entre Zapata y Madero.
El 25 de noviembre de 1911, Emiliano Zapata proclama el “Plan de Ayala”, en el que exigía la desaparición de los latifundios y la repartición de tierras a todos los campesinos; desconocía y exigía la renuncia del Presidente Francisco I. Madero y reconocía a Pascual Orozco como jefe legítimo de la Revolución Mexicana. El Plan de Ayala fue redactado por el profesor rural, campesino y General Zapatista Otilio Montaño, con la asesoría del Coronel del Ejército Mexicano Teodoro Flores, padre de los tristemente célebres anarquistas hermanos Flores Magón. Zapata crea también el Ejército Libertador del Sur y tomando como estandarte el Plan de Ayala y el lema “Tierra y Libertad” y “La tierra es de quien la trabaja” ;por último, en dicho plan, Zapata circunscribe su movimiento únicamente a los Estados de Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala.
El Plan de Ayala contiene una serie de profundas cuestiones políticas, que algunos creen que ni el propio Zapata las comprendía, cuestionaba la legalidad y legitimidad de la Revolución Mexicana y exponía una serie de puntos que los historiadores lo consideran como el primer manifiesto político de corte socialista y comunista del mundo.
Zapata peleado con Huerta, con Carranza, con todos, su único apoyo… Pancho Villa
El usurpador Victoriano Huerta, que había asesinado al Presidente Madero y al Vicepresidente Pino Suárez para quedarse con la Presidencia de la República, pensó que como Zapata se había peleado con Madero, este iba a apoyar su proyecto, pero de inmediato se dio cuenta de que había muchas diferencias y Huerta quería que cuando menos Zapata en el sur, estuviera en paz, para ello envió a negociar con Emiliano al padre de Pascual Orozco, pero el tiro le salió muy mal, pues lo primero que hizo Zapata fue decirle a Pascual Orozco padre, que no iba a negociar con los asesinos de Madero, enseguida lo fusiló, desconoció a Victoriano Huerta y a Pascual Orozco hijo, le retiró el cargo de Jefe de la Revolución y de remate, estableció contacto con el General Félix Díaz para enviarle el cuerpo de su emisario, junto con el mensaje de ¡Asesino!.
Cuando Pancho Villa derroca a Victoriano Huerta, toma el poder el Gobierno Constitucionalista de Venustiano Carranza, que era un gobierno alterno al de Huerta, pero no era un gobierno electo ni en funciones; de inmediato Zapata lo descalifica y lo desconoce, entonces Carranza envía tres emisarios a conferenciar con Zapata, aunque la verdad es que nadie quería ir, pues Zapata había dejado un muy mal sabor al fusilar a Pascual Orozco padre, por ir a negociar en nombre de Huerta, pero Zapata les dio las garantía de ser respetados.
En esa reunión, Zapata exige que Carranza apoye y reconozca el Plan de Ayala, Carranza se rehúsa y los tres enviados son echados y corridos del Estado de Morelos; después de esto, Carranza se refirió a Zapata como un personaje “inadecuado” dentro de las circunstancias que vivía el país. El problema de Zapata, era que sus asesores políticos eran gente de ideas comunistas y anarquistas, además de muy radicales, a diferencia de Villa, cuyos asesores el General Manuel Chao y el General Felipe Ángeles conocían muy bien
los hilos de la política y la diplomacia; eso hacía que Zapata se viera como muy poco tolerante, reacio a la negociación y de formas políticas muy poco correctas.
Para decidir si se apoyaba o se desconocía al Gobierno Constitucionalista de Carranza, se convocó a una Convención pactada por todos los actores políticos, por un lado los Gobernadores, Carranza, La División del Norte, los Generales, los Políticos y el Ejército Libertador del Sur, se eligió la Ciudad de México, pero Zapata objetó, dijo que asistir ahí era como reconocer a Carranza y la Convención se tuvo que cambiar a Aguascalientes, a donde Zapata ya no fue invitado, aquí Zapata se da cuenta de su grave error, prácticamente las fuerzas políticas lo estaban desconociendo sin decírselo.
Entonces sale al quite Pancho Villa, y mueve los hilos para que se invite a Zapata; “Si no se invita a mi General Zapata, la División del Norte no acude a la Convención”, fue el comunicado de Villa, quien convence a Zapata diciéndole: “Entienda mi General Zapata, que usted y yo somos los únicos que de verdad estamos luchando por el pueblo, todos esos son puros políticos”. Zapata se da cuenta de la enorme dimensión de Pancho Villa y la gran influencia que había tomado en la Revolución y acepta enviar una comisión, ya que según le manifestó a Villa, temía ser asesinado por Carranza. El General Felipe Ángeles, por órdenes de Villa, tejió filigrana política y logró que en esa Convención se desconociera a Carranza y se nombrara a Eulalio Gutiérrez como Presidente Provisional mientras se convocaba a elecciones.
Después de esta Convención, Villa y Zapata marchan a la Ciudad de México, en donde hacen una entrada triunfante, aclamados por el pueblo, ahí ambos firman el “Pacto de Xochimilco”, en el que hacen una alianza militar y Villa se compromete con Zapata a apoyarlo con armamento y municiones; Zapata se había cerrado muchas puertas y Villa se las abrió de nuevo.
Carranza con los sonorenses neutraliza a Villa y decide asesinar a Zapata
Al llegar a la Presidencia, Carranza designa como Secretario de Guerra y Marina al General Álvaro Obregón y con él llega el grupo militar conocido como “Los Sonorenses”, integrado por los Generales Obregón, Plutarco Elías Calles, Benjamín Hill, Luis Medina Barrón (zacatecano) y Ángel Flores (sinaloense); con ellos y con el contubernio del Presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, comienzan a asestarle severas derrotas a Villa y con esto, cortaron el suministro de armas y municiones de Villa a Zapata; el Ejército Libertador del Sur comienza a resentir la falta de suministros bélicos que le proporcionaba Pancho Villa, entonces Carranza envía al General Pablo González Garza, quien le propina a Zapata dolorosas derrotas y recupera el Estado de Morelos para el Gobierno Federal; en el norte, Pancho Villa quedó reducido a bandido y bandolero y en el sur, Zapata se convierte en guerrillero, atacando furtivamente a los grupos de militares y policías.
A finales de 1918, Carranza le ordena al General Pablo González Garza el asesinato de Emiliano Zapata; lo que hace González Garza es idear un plan, envía al joven Capitán Jesús Guajardo para hacerle creer a Zapata que González Garza ha roto relación con Carranza y que desea unir sus tropas al Ejército Libertador del Sur, Zapata en un principio desconfía, pero Guajardo le dice que como muestra de buena voluntad, el General González Garza le hará una entrega inicial de cinco mil cartuchos y lo cita para su entrega, el 10 de abril de 1919 en la Hacienda de Chinameca, Morelos… y Zapata mordió el anzuelo.
El Capitán Guajardo le notifica a Zapata que a su llegada se tocará el clarín de honor como bienvenida por su distinguida presencia, la realidad es que el clarín sería la señal para abrir fuego sobre Zapata. Y así fue, al finalizar el toque de clarín, de las azoteas surgieron hombres que acribillaron al Caudillo del Sur y a su escolta de diez hombres. Guajardo monta en un caballo el cadáver de Zapata y se lo lleva al General González Garza, quien lo exhibe como escarmiento, frente al ayuntamiento de Cuautla, Morelos.
Por la misión cumplida, el Capitán Guajardo es ascendido a General, por el Presidente Carranza, mientras que el General González Garza es premiado con cincuenta mil pesos en efectivo y gozar de todas las consideraciones de Carranza. González Garza era el hombre del momento, el hombre de la prensa, el admirado por todo el ejército, en una entrevista para los diarios declaró: “Así como acabé con el Caudillo del Sur, si mi Jefe Supremo Carranza me lo ordena, o me lo autoriza, me voy a Chihuahua y les traigo al Centauro del Norte”. No tardó en llegar la respuesta de Villa: “Díganle a González Garza y a su Jefe Supremo, que aquí los espero”.
Lo raro de Emiliano Zapata
Emiliano Zapata tuvo una descendencia debidamente documentada de 16 hijos con nueve mujeres; pero se sabe que al menos, tuvo relación con catorce mujeres. Sin embargo, también están documentados datos sobre su posible bisexualidad, sobre todo en esa época en la que el machismo mexicano estaba en pleno apogeo; en los diarios de Amada Díaz, hija de Porfirio y esposa de Ignacio de la Torre y Mier, Amada cita como ella misma los veía como se revolcaban en las caballerizas, sosteniendo relaciones sexuales.
En otra ocasión, Carranza por cuestiones políticas ordenó encarcelar a Ignacio de la Torre y Mier, Zapata dejando a un lado sus rencillas con Carranza, fue a verlo para solicitarle dejara en libertad a de la Torre, Carranza se lo concedió; los historiadores consideran esto como un gesto de amor gay de Zapata hacia de la Torre.
Otro dato que la historia oficial omite, es que Zapata designó como su Secretario Personal a Manuel Palafox conocido como “El Ave Negra”, un tipo gay y con ciertos ademanes femeninos, y con quien Zapata tenía una estrecha relación, al grado de que la tropa murmuraba los supuestos romances de Zapata. Aquí no se trata de criticar ni de señalar cuestiones ni preferencias, solo poner en el contexto datos que la historia omite y que como tal, pertenecieron a su vida privada y que de ninguna manera inciden en los logros de este gran personaje para la historia y la vida de México.
Zapatazos y leyendas
+ En el área rural del Estado de Morelos, además de corridos y canciones, la figura de Zapata alcanza niveles de santidad entre la gente.
+ En Chiapas, el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), lo considera como la reencarnación de la entidad maya de Balún Votán, y es invocada el día de su muerte.
+ Emiliano Zapata ha sido interpretado en el cine, por los actores Marlon Brando en “Viva Zapata”; Antonio Aguilar en “Emiliano Zapata”; Alejandro Fernández en “Zapata, el sueño del héroe”; Demián Bichir en la serie “Zapata, amor en rebeldía”.
+ En Morelos, “La Ruta Zapata” es un recorrido turístico por los lugares donde estuvo, casas, cuarteles y la Hacienda de Chinameca donde fue asesinado.
+ Existe la leyenda de que Zapata dejó un gran tesoro enterrado y que solo ciertos familiares se han pasado por generaciones la supuesta ubicación, pero juraron nunca desenterrarlo.
+ La Fuerza Aérea de Alemania o Luftwaffe, tiene un escuadrón de pilotos de combate de élite, dicho escuadrón aéreo se llama “Emiliano Zapata” y a estos pilotos se les conoce como los “Zapatas”.
+ Hay datos no comprobados, que hacen pensar a los historiadores de varias partes del mundo, que la Revolución Bolchevique de Rusia, se inspiró en la Revolución Mexicana y principalmente en el Plan de Ayala de Emiliano Zapata; sobre todo por la carta de agradecimiento que Zapata le escribió a la Revolución Rusa.
+ Emiliano Zapata tenía un compadre árabe, de origen libanés, de nombre Moisés Salomon, quien tenía una botica en Huautla, Morelos; según la leyenda, Zapata nunca fue a Chinameca, sino que envió a alguien muy parecido a él; al ser asesinado, el compadre árabe se lo habría llevado a Acapulco y de ahí se habrían embarcado al medio oriente, donde vivió varios años, regresando ya viejo a vivir en una casa en el campo, esa es la leyenda.
+ Cuando Pancho Villa se enteró del asesinato de Zapata, expresó con dolor: “Muy escaso de munición debía estar mi General Zapata, para arriesgar su vida por cinco mil balas”.
Fuentes Bibliográficas:
+ imer.mx + www.gob.mx/siap
+ mexicodesconocido.com.mx
+ biografiasyvidas.com
+ cndh.org.mx
+ nationalgeographic.com
+ fonotecanacional.gob.mx
+ es.wikipedia.org