Entre constructores se comenta que uno de los grandes desaciertos del gobernador Javier Corral Jurado fue nombrar a Gustavo Elizondo Aguilar como secretario de Comunicaciones y Obras Públicas.
Según dicen, Elizondo no goza de una buena reputación ante el respetable. Como alcalde de Juárez dejó muchas dudas en el manejo del presupuesto y los mismos panistas le han señalado sus faltas.
Solo por comentar alguna de sus conductas que no han sido bien vistas, destaca el caso de los sobreprecios que aplicó a la compra y colocación de vialetones en la línea rápida del puente Santa Fe, cuando fue el responsable del Fidecomiso de los Puentes Internacionales. En su tiempo, esta pillería fue expuesta y cuestionada.
Pese a esos señalamientos, Corral se empeñó y lo nombró secretario, según dicen, por la presión del exgobernador Francisco Barrio Terrazas. A la cuestionada honestidad de Gustavo Elizondo se le sumó su falta de experiencia en el sector de la construcción y su avanzada edad para una responsabilidad como la que se echó a cuestas.
Solo en Ciudad Juárez Elizondo tuvo a su disposición un presupuesto de más de 7 mil millones de pesos para obra pública, de los cuales por lo menos 500 millones de pesos fueron para pagar los diezmos. La pregunta es, ¿quién se llevó ese dinero?
Y aunque no se le puede atribuir a Gustavo Elizondo la culpa total de que las obras del estado no se vayan a terminar en tiempo y forma en la localidad, el flamante secretario seguramente tuvo algo que ver para que estas obras no salieran antes de que termine el gobierno corralista.
El próximo alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, ideó una buena estrategia para revertir la deuda que tiene el Municipio por concepto del Plan de Movilidad Urbana (PMU), que afecta el presupuesto y, por consiguiente, a la comunidad juarense.
Todo parece indicar que una de las piezas clave para encontrar las herramientas jurídicas para revertir esa deuda millonaria es el abogado Héctor Arcelús Pérez, quien conoce a detalle el plan que se ejecutó en la administración del priista Teto Murguía.
Como secretario del Ayuntamiento Arcelús fue el negociador con el Congreso para efectos de ese plan. Ahora como oficial mayor le tocará litigar lo que hace 15 días prometió Cruz, revertir ese contrato al cual calificó de “un robo en despoblado”.
En parte, esto explica por qué Arcelús estará en la nueva administración, pero nadie sabe en este momento qué estarán pensando los impulsores de dicho plan, como Héctor “Teto” Murguía y César Duarte, allá desde Miami.
El empecinamiento de Andrés Manuel López Obrador para el regreso a clases presenciales el próximo lunes 30 de agosto lo sigue defendiendo a capa y espada el aún gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado.
Se nota a leguas que el mandatario estatal busca una nueva nómina con pasaje incluido, para irse a España arropado por Gobierno federal, y tal parece que por eso hace lo imposible para congraciarse con el presidente de la República.
Por lo pronto, Corral ya anunció que llueva, truene o relampaguee, el próximo lunes ahí estará al pie del cañón, acompañando al presidente en la jornada de banderazo de inicio de clases.
Corral también ha dicho que los padres de familia deben tener confianza en los docentes de Chihuahua, pero ellos le recuerdan al gobernador que en este momento no se cuestiona el modelo educativo, sino el que los padres de familia, médicos, colegios y líderes de los sectores pongan en duda la ausencia de una estrategia sanitaria y de protocolos anti-Covid para el próximo ciclo escolar.
El jueves, a los diputados electos que conformarán la siguiente legislatura los llamaron de la Torre Legislativa, para que participen en la sesión previa a la toma de protesta del próximo miércoles.
Se trata de la primera sesión en donde tomarán acuerdos protocolarios relacionados con las ceremonias de toma de protesta de los diputados y de la próxima gobernadora electa, María Eugenia Campos Galván.
A partir de esta línea de arranque, los chihuahuenses esperan una legislatura menos sumisa a la que ya se va, aunque se antoja difícil porque la que entra viene menos dividida que la que se retira.
Los integrantes de la legislatura que dicen adiós tuvieron momentos muy difíciles por la pandemia, lo cual les sirvió a los legisladores de pretexto para dejar muchas iniciativas pendientes.
La LXVI legislatura pasará a la historia como la más flojita y la que menos sesiones de comisiones y de pleno tuvo. Para no verse tan mal, pueden hacer lo que hizo la Sexagésima Tercera con Alejandro Domínguez a la cabeza, hoy presidente del PRI, cuando decidieron hacer borrón y cuenta nueva para que la 64 legislatura no viera el cúmulo de iniciativas archivadas.
Este miércoles a los diputados electos también los citaron para recibir información introductoria a su próximo quehacer legislativo.