Lo que comenzó como unas merecidas vacaciones en el paraíso terminó en una tragedia desgarradora. Jorge Guillén, de 43 años, falleció de manera trágica en un jacuzzi del Sonoran Sea Resort, a tan solo días de alcanzar uno de los logros más importantes de su vida, su graduación. Ahora, su viuda Lizzette Zambrano, herida y devastada, exige justicia y una compensación de un millón de dólares por la negligencia que le arrebató a su esposo.
La tarde del 11 de junio prometía ser una jornada de relajación para Jorge y Lizzette, quienes disfrutaban de unas vacaciones en el popular destino turístico de Puerto Peñasco. Sin embargo, una mala instalación eléctrica en el jacuzzi convirtió el descanso en una pesadilla. Mientras Jorge se sumergía en el agua, una corriente eléctrica mortal lo inmovilizó y lo llevó al fondo de la piscina ante los gritos horrorizados de los presentes.
Jorge, quien estudiaba mantenimiento de sistemas de refrigeración HVAC en el Western Technical College, estaba a solo unos días de recibir su diploma. El instituto educativo expresó su profunda tristeza por la pérdida en una publicación en X, destacando su compromiso y dedicación a su carrera. «Estamos profundamente tristes por la perdida de Jorge Guillén. Nuestras oraciones están con su familia y su esposa Lizzette Zambrano», decía el mensaje.
La viuda, Lizzette, también sufrió heridas mientras intentaba rescatar a su esposo, resultando en su hospitalización en Arizona. Aunque fue dada de alta, el dolor de su pérdida la impulsa a exigir un millón de dólares en compensación por la negligencia que arruinó sus vidas. La fiscalía de Sonora ya ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la falla eléctrica.
Jorge Guillén no solo era un estudiante; su vida profesional también reflejaba su dedicación y ética de trabajo. Trabajó como guardia de seguridad en el Centro Penitenciario de Otero, en Estados Unidos, entre 2011 y 2018, demostrando un fuerte compromiso con la seguridad y el bienestar de su comunidad. Lizzette, por su parte, es una profesora de primaria en Texas, y juntos formaban una pareja dedicada y trabajadora, profundamente respetada por sus amigos y colegas.
Los compañeros de clase y amigos de Jorge, organizaron una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para apoyar a la familia. En una semana, lograron reunir más de 53 mil dólares, una muestra del profundo impacto que Jorge tuvo en quienes lo conocieron. «Los que conocieron a Jorge sabían que era un entusiasta, apasionado y amaba su carrera. Era un hombre de familia, un joven muy respetable. Su partida nos duele mucho», expresó Maxine Valencia, una de sus profesoras, a KFOX14.
La demanda de Lizzette Zambrano
La tragedia no solo ha dejado una herida emocional en la familia de Jorge, sino que también ha desencadenado acciones legales. Lizzette Zambrano, de 35 años, ha presentado una demanda por un millón de dólares contra los operadores del Sonoran Sea Resort, Casago International y la empresa de viajes High Desert Travel, ambos con sede en Arizona. La acusación se centra en la negligencia y el descuido en la instalación y mantenimiento del cableado eléctrico del jacuzzi, que resultó en la electrocución de Jorge y las heridas de Lizzette. El abogado Tej Paranjpe, del bufete PMR Law en Houston, calificó el incidente como «absolutamente aterrador». La demanda detalla cómo Jorge fue sacudido violentamente por la corriente al poner un pie en el jacuzzi, quedando atrapado bajo el agua. Lizzette, en un intento desesperado por salvar a su esposo, también fue alcanzada por la corriente. Un video del incidente muestra el caos en la terraza de la piscina, con huéspedes gritando y corriendo en un esfuerzo desesperado por ayudar, sin darse cuenta del peligro del agua electrificada.
A pesar de los intentos de los huéspedes por sacar a Jorge del agua utilizando palos y herramientas de metal, estos esfuerzos sólo resultaron en más personas sufriendo descargas eléctricas. «No hubo ni un solo miembro del personal que hiciera algo mientras Jorge recibía descargas continuamente, una y otra vez, bajo el agua», lamentó Paranjpe. Finalmente, después de diez minutos, los trabajadores del centro vacacional lograron sacar a Jorge del jacuzzi, pero ya era demasiado tarde. Jorge Guillén fue declarado muerto en el lugar, mientras que Lizzette fue trasladada en helicóptero a un hospital en Phoenix, Arizona, donde recibió tratamiento antes de ser dada de alta. La Fiscalía de Sonora ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar el origen de la falla eléctrica que llevó a esta tragedia. Las visitas de campo en el Sonoran Sea Resort serán cruciales para identificar las deficiencias en el mantenimiento del equipo y prevenir futuros incidentes. Aunque las electrocuciones en jacuzzis debido a cableado eléctrico defectuoso son relativamente raras, no son inexistentes. Entre 2002 y 2018, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos reportó 47 incidentes relacionados con lesiones o muerte en jacuzzis, piscinas y balnearios. Los expertos subrayan la importancia de un mantenimiento adecuado y la vigilancia constante para garantizar la seguridad de los usuarios.