Claudio Mauri
Menos de un mes duró el retiro de Wojciech Szczesny del fútbol profesional. Con edad (34 años) para extender su carrera y sin problemas físicos que lo condicionaran, el polaco había perdido la motivación cuando Juventus contrató a un arquero, Michele Di Gregorio, que lo iba a relegar a la suplencia. “Hoy, mi cuerpo todavía se siente preparado para los desafíos, pero mi corazón no está ahí. Siento que es hora de dedicar toda mi atención a mi familia. Por eso he decidido retirarme del fútbol”, publicó el 27 de agosto.
No se sintió tentado por ofertas de Qatar. El dinero no lo conmovía y los desafíos deportivos se habían acabado. Unas semanas antes había anunciado que también se alejaba del seleccionado de Polonia, después de 84 presencias. Su último partido oficial fue el 21 de junio, en la derrota 3-1 de Polonia frente a Austria por la Eurocopa.
Ya tenía fijada su residencia familiar en Marbella, donde había comenzado la grabación de un documental sobre su carrera. En esa recopilación sobre su trayectoria muy probablemente iba a figurar la confesión del club en el que le hubiera gustado jugar y nunca le había surgido la posibilidad: Barcelona. Con los guantes colgados, el guardavalla de apellido con una sola vocal entre siete consonantes está a punto de cumplir su sueño. El destino le deparó un escenario impensado: el último fin de semana, Marc Ter Stegen se rompió el tendón rotuliano derecho y quedará al margen por el resto de la temporada.
Con el libro de pases cerrado, la única opción para el club catalán era fichar a un jugador en condición de libre. Szczesny fue uno de los primeros en mostrarse disponible, como lo hizo Claudio Bravo, el chileno que también había abandonado recientemente el fútbol y registraba un paso por Barcelona durante la época de Lionel Messi.
El penal que Szczesny le atajó a Messi en el Mundial
Para cubrir inmediatamente la baja de Ter Stegen, Barcelona cuenta con Iñaki Peña, que en otras ocasiones ya reemplazó al alemán cuando estaba lesionado. No dio la sensación de seguridad y firmeza pretendidas. Los dirigentes dudaban. Durante el ciclo de Xavi, Peña recibió 32 goles en 17 encuentros, incluidas la goleada 4-1 de Real Madrid en la final de la Supercopa de España y la eliminación 4-2 frente a Athletic Bilbao por la Copa del Rey. Detrás de Peña (25 años) hay un par de arqueros de la cantera que aun no debutaron en primera división.
Por lo pronto, Peña dejó su arco en cero este miércoles, en el triunfo 1-0 de Barcelona sobre Getafe por la Liga de España. Séptima victoria consecutiva del líder, que tiene puntaje ideal. Y séptimo gol de Robert Lewnadowski, que coronó una jugada que el Barça construyó desde su área, con el desborde por la derecha del lateral Koundé, cuyo centro fue manoteado por el arquero Soria y le cayó al N° 9 para la definición. El 1-0 fue a los 19 minutos del primer tiempo y pareció la premonición de un triunfo más amplio de Barcelona, que luego tuvo un juego más trabado y no mostró eficacia ante las ocasiones creadas.
El gol de Lewandowski para el triunfo de Barcelona
Szczesny tuvo un buen “padrino” dentro de Barcelona: su compatriota Lewandowski, cuya palabra fue escuchada por la dirigencia y el entrenador Hansi Flick. El delantero recomendó su contratación. Las tratativas se aceleraron y se espera que este jueves, luego de la revisión médica, Szczesny sea anunciado oficialmente. La negociación ya fue confirmada por Fabrizio Romano, el mayor especialista en el mercado de pases de Europa y por el medio polaco Meczyki. Quedan cuestiones económicas por ajustar. Barcelona, que tiene poco margen salarial para no salirse del Fair Play financiero, le firmará un contrato de entre dos y tres millones de euros, bastante por debajo de lo que cobran los mejores remunerados. El arquero tenía en Juventus un convenio de seis millones de euros por temporada hasta junio de 2025.
Con una destacada carrera en Europa, con pasos por Arsenal, Brentford, Roma y Juventus, equipos en los que conquistó 11 títulos, Szczesny es el último arquero que le atajó un penal a Lionel Messi. Fue durante la etapa de grupos del Mundial 2022. El arquero le cometió la infracción a Leo al golpearlo en la cabeza con los puños cuando salió a cortar un centro. Luego trascendió que, mientras el árbitro revisaba la acción en el monitor del VAR, Szczesny le apostó 100 dólares a Messi que el penal no iba a ser sancionado. Perdió la apuesta, pero le ganó el duelo futbolístico a Leo con una estupenda atajada, cuando el partido estaba todavía 0-0. Luego, la Argentina se impuso por 2-0, con tantos de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez. Fue el único penal que falló Messi de los siete que ejecutó entre el tiempo regular y las definiciones de cuartos de final (Países Bajos) y final (Francia).
“Dejé Varsovia, mi ciudad, en junio de 2006 para ir al Arsenal con un sueño: vivir del fútbol. No sabía que sería el comienzo de la aventura de mi vida. No sabía que jugaría para los clubes más grandes del mundo y que representaría a mi selección nacional 84 veces”, había escrito Szczesny en su despedida. Un balance que ahora deberá reabrir para incluir un capítulo en Barcelona que estaba fuera de guion.