El tercero en discordia o Nulidad de Candidatos
Eduardo Arredondo Delgado
Con bombo y platillo se ha dicho que las próximas elecciones serán las más grandes de México. Tienen razón pero no han dicho el hartazgo de los políticos, partidos y la violencia que se vive en el México bárbaro. Han asesinado a poco más de ochenta políticos sin que el árbitro u autoridades hayan hecho algo realmente ejemplar. Pareciera que el crimen organizado y desorganizado ordena ¿Y el gobierno?
La poca oferta de los candidatos (as) a ocupar puestos de elección popular hace pensar en un escenario con poca afluencia de votos para las próximas elecciones del 6 de junio entrante.
En Chihuahua como en otras entidades las traiciones y la poca solvencia moral, pueden dar el voto al tercero en discordia, un Alfredo Lozoya que se niega a perder y a renunciar al apapacho de Javier Corral como Caballito de batalla contra Maru Campos, la cuestionada candidata del “frente en defensa de Chihuahua” (Pan, Prd, Pri y sabrá Dios quien más).
Lozoya cuenta con formas no tan ortodoxas, es capaz de demoler una casa con habitantes en la propia morada, pero eso le ha ganado la curiosidad del electorado y hasta el morbo. Sin embargo su pasado en las “empresas” minera le han hecho ser descalificado pero otros lo ven bien con dignas y legitimas aspiraciones.
¿Tiene posibilidades Caballo Lozoya? Las casas encuestadoras lo ven distante aún pero otros creen que ante el panorama anómalo podía dar la sorpresa y es por eso que prácticamente está afincado en Ciudad Juárez ofertando sus propuestas de día y de noche.
Lozoya no tiene necesidad de un sueldo de la gubernatura, pero tiene la necesidad de protagonizar como los demás candidatos que hacen cualquier cosa por estar en la palestra, y ser admirados por la mayoría.
Caballo Lozoya se alió con Javier Corral pero él quiere y aspirara a escribir su propia historia, buscando callar bocas y señalamientos. Aún está lejos y estará para el escrutinio de la sociedad.
¿Vendrán más declinaciones? Parece que sí.