Ha cambiado sus entrenamientos para cuidarse aún más y controlar sus límites con 35 años. El nuevo estilo de vida, clave para recuperar su mejor nivel.
Sergio López de VicenteModric (Zadar, 35 años) es de esos futbolistas que siempre va de cara, y hace pocos días lo demostró: «Quiero darle las gracias públicamente al seleccionador Dalic por permitirme quedarme en Madrid para hacer la pretemporada con el club. Para un jugador de mi edad es extremadamente importante hacer una buena pretemporada, porque si no ya te pasas todo el año fuera de ritmo». Así, con transparencia, lo dijo en un encuentro con periodistas. Pero es sólo la punta del iceberg, porque detrás del gran nivel de Luka hay un secreto en forma de preparación medida al milímetro.
Su partido en Villarreal (ante el Levante) rozó lo sobresaliente, con un acierto de pases próximo al 89% (48 en total) y 16 regates completados. Ese gran nivel se debe a dos factores fundamentales. El primero, su cabeza. Se siente joven y así lo reconoce: «Sé que tengo una edad, pero me siento bien y mientras sea así quiero seguir en el Madrid«. No se le pasa por la cabeza ni decir adiós al club blanco, ni a la selección nacional.El segundo factor es el físico. Ha cambiado su modo de vida y sus entrenamientos para andar con pies de plomo ante lesiones y exprimir sus capacidades. Tal es así, que en septiembre, como reconoció, pidió no ir con Croacia para poder quedarse en Madrid y hacer la pretemporada con el equipo. Hasta ese punto quiere exigirse, todo, para aguantar bien la temporada. Dicho y hecho.Una cuidada alimentación, un buen descanso y la mentalidad de un chaval en cada entrenamiento son el camino que ha tomado Modric para recuperar su mejor fútbol. Y le está dando resultado. De los últimos 13 partidos sólo se quedó sin jugar en uno (la última jornada de la temporada pasada, ante el Leganés). Ha sido titular en tres de las cuatro jornadas de Liga y en la otra, salió en el descanso para revolucionar la remontada ante el Betis. De cara a puerta, eso sí, no marca desde el 8 de enero de 2020, en las semifinales de la Supercopa de España ante el Valencia. No es su función, pero sí podría ser la guinda a su estado de forma actual.