Enrique Pérez Quintana
Mas de 25 millones de jóvenes entre 18 y 29 años, que votaran en las elecciones federales de 2024, no habían nacido cuando Ernesto Zedillo asumió la presidencia en 1994. El contexto en el que llegó al poder fue de conflicto político debido a la irrupción, en Chiapas, del Ejercito Zapatista que declaró la guerra al Ejército Mexicano. La fuga de capitales por diversas razones, en el primer mes de gobierno, llevó al país a la crisis financiera, resuelta mediante un préstamo de los Estados Unidos que evitó que México cayera en insolvencia.
El Gobierno de Ernesto Zedillo instrumentó una política de conciliación nacional con todos los grupos de presión, para recuperar la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros. Llevó cabo una política de tolerancia hacia las comunidades indígenas en general, prioritariamente del sur del país. Solicitó a los diversos gremios de obreros, campesinos y populares la posposición de sus demandas salariales para sanear las finanzas públicas. En materia política promovió la siguiente etapa de la reforma política y llevó a la práctica lo que denominó “la sana distancia con el PRI”. Al final de su sexenio reconoció el triunfo electoral de candidato del PAN, Vicente Fox, con lo que dio el primer paso real en la democratización de México.
Cuando terminó su gestión, Ernesto Zedillo se fue de México y al hacerlo, renunció a la pensión vitalicia que le otorgaba la federación. Sus apariciones públicas son escasas, cuando concurre lo hace para participar en temas de economía, su especialidad, en foros internacionales, invitado por instituciones académicas, empresariales o fundaciones interesadas en esos temas.
Por estos días Ernesto Zedillo estará en México, invitado como orador principal en el evento anual del grupo financiero Actinver, empresa que ofrece servicios de banca, inversión y seguros. Su presencia destaca porque, por más de veinte años estuvo ausente y no había aceptado participar en eventos en el país.
La residencia en el extranjero de Ernesto Zedillo y su no participación en eventos en México no significan que no tenga un punto de vista sobre lo que sucede en el país. Lo ha expresado en diferentes momentos, en foros internacionales. El más reciente fue hace tres meses, en noviembre, en el “Foro Global sobre Problemas de Disparidad en América Latina, Palestina e Irán”, organizado por la Universidad de Chicago, en el que expresó su preocupación sobre el presente y el futuro de México.
Se refirió a la sucesión presidencial de 2024. En sus expresiones estuvo presente, de manera latente, López Obrador. Al hacer el perfil del próximo presidente, en realidad criticó al actual, cuando dijo: “Me gustaría ver un Presidente que no sea elegido mintiendo a la gente, un Presidente que no gobierne culpando a otros por sus propios errores”.
Manifestó su deseo de que el próximo presidente adopte una postura diferente al presidente actual. Que no “explote las necesidades” de la gente a través de un discurso demagógico. Que deje de promover la división social y deje de prometer reformas innecesarias.
Para López Obrador las declaraciones de Ernesto Zedillo no pasaron desapercibidas. Acusó recibo y lo hizo mediante la promoción de iniciativas de ley que buscan revertir algunas de las políticas que antes promovió Zedillo, como la reforma a las pensiones y la privatización del transporte ferroviario.
Hoy en su mañanera López Obrador puso en práctica la marca de la casa, descalificar al “adversario”, y lo hizo mediante cuatro preguntas que en su opinión deberían de ser incomodas para Ernesto Zedillo.
1.- ¿Por qué convirtió las deudas privadas de unos cuantos en deuda pública?,
2.- “Que conteste por qué envió al Congreso una reforma de pensiones en donde el trabajador, al jubilarse, no iba a recibir ni el 50% de su salario. ¿Qué lo llevó a dañar a los trabajadores? ¿Por qué lo hizo? ¿No sabía lo que iba a significar esa reforma a las pensiones? ¿Hicieron mal el cálculo, la corrida financiera?”.
3.- ¿Por qué durante su gobierno no aumentó el salario mínimo, sino al contrario, se redujo el poder de compra del salario?”.
4.- “¿Por qué desapareció los trenes de pasajeros y se fue a trabajar de asesor a la empresa estadounidense a la que le entregó los ferrocarriles nacionales?”.
La historia todo lo registra, los individuos la olvidan, los políticos quieren que diga lo que les conviene e ignore sus trampas y mañas.
Si la memoria no falla, Ernesto Zedillo fue clave en el despegue hacía el poder de López Obrador. Como pago por sus trampas y mañas, Zedillo lo “calificó” como residente de la CDMX para que accediera a la candidatura al gobierno de la Ciudad, cuando su documentación lo registraba en Tabasco.
Esa es la razón por la que López Obrador hace referencias aisladas en sus mañaneras a Zedillo. Ahora lo hace porque la soberbia y la ingratitud le dicen que es el Supremo Poder. Todo empieza y todo acaba.