El Ministerio de Defensa ha mantenido en secreto, hasta ahora, los 22 millones de dólares que ha destinado a buscar alienígenas sin éxito. Aunque afirman que el programa concluyó en 2012, los expertos lo dudan. ¿Sigue Trump buscando extraterrestres?
El Programa de Identificación Avanzada de Amenaza Aeroespacial (AATI, por sus siglas en inglés) ocultaba una partida de 22 millones de dólares (o unos 18 millones de euros al cambio) entre los más de 600.000 millones de dólares que el departamento de Defensa gasta cada año. Y eso era precisamente lo que quería el Pentágono, que estuvieran ocultos.
Este proyecto investigó, durante muchos años y en la sombra, avisos de objetos voladores no identificados (OVNIS), según unas declaraciones registradas de los funcionarios del departamento de Defensa que trabajaban para el programa y a las que ha tenido acceso The New York Times. Aun así, insisten en que este proyecto finalizó en 2012 y que ya no existe.
Sin embargo, los OVNIS han sido tema de investigación en Estados Unidos durante muchos años, empezando en 1947, cuando la Fuerza Aérea empezó unos estudios en los que examinaron más de 12.000 avisos de OVNIS durante más de 20 años, antes de que dicho programa fuera cerrado en 1969. La mayoría de ellos quedaron resueltos como estrellas, nubes, aparatos convencionales o aviones espía, pero 701 quedaron sin resolver.
El programa destapado por el diario neoyorquino data de 2007, y la mayoría de sus fondos se conseguían con ayuda del entonces líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, el senador de Nevada Harry Reid, quien tenía un gran interés en los fenómanos espaciales. El departamento de Defensa, por eso, nunca reconoció la existencia de dicho proyecto, dirigido por el oficial de Inteligencia Luis Elizondo. Oficialmente clausurado en 2012, Elizondo matizó que lo único que se había detenido era la destinación de fondos pero que el programa todavía funcionaba de manera puntual. Dimitió en 2012 y aseguró que trabajó en este proyecto con funcionarios de la Marina y de la CIA. También tiene un sucesor en el cargo, cuya identidad no ha sido revelada.
Reid, que se retiró del Congreso este año, siempre reconoció estar muy orgulloso del programa:
No me avergüenza reconocer que he hecho que esto siga adelante. Creo que es una de las cosas buenas que he hecho en el Congreso. He conseguido hacer algo que nadie ha hecho antes.
Aun así, el programa de Reid tiene sus detractores. La astrofísica Sara Seager, del Instituto Tecnológico de Massachusets (conocido como MIT por sus siglas en inglés), indicaba que no conocer el origen de un objeto no significa que sea de otra galaxia o planeta, según apuntaba en una enrevista al periódico de Nueva York.
¿Estará el presidente Trump preocupado e investigando OVNIS? Oficialmente parece que no, pero la verdad es que todo apunta a que cabe la posibilidad de que sea un tema que tiene en consideración.
Fuente: La Razón