Álvaro Delgado Gómez Cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió la Presidencia de la República en el año 2000, la mayor derrota en su historia, cimentó su regreso al poder en los 21 estados que gobernaba, pero Alejandro Moreno Cárdenas como dirigente nacional lo ha llevado a la indigencia territorial con la pérdida de casi todas las gubernaturas.
Así, en medio de escándalos de corrupción que avalan sus socios panista Marko Cortés Mendoza y perredista Jesús Zambrano Grijalva, Moreno Cárdenas, alias “Alito”, se perfila para ser el peor presidente de la historia del PRI, con la pérdida de ocho de los 14 estados que tenía cuando recibió el cargo, en agosto de 2019, y que, de confirmarse la derrota en Hidalgo y Oaxaca este 5 de junio, sumarían 10 gubernaturas menos.
Esta debacle electoral y territorial la comparte Moreno Cárdenas con la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Carolina Viggiano Austria, la actual candidata al Gobierno de Hidalgo –¡postulada como propuesta del PAN!– y esposa de Rubén Moreira Valdez, coordinador de los diputados federales del PRI.
Y peor aún: Los dos gobiernos estatales que le quedarían, Estado de México y Coahuila, se disputarán el próximo año con un escenario sombrío, porque en uno de los dos deberá ceder la candidatura al Partido Acción Nacional (PAN), con lo que, de ganar en el otro, sólo tendría una gubernatura de sello netamente priista y, de perder, se quedaría sin ninguna.
Es decir, ante la elección federal de 2024, el PRI llegaría exactamente como el PRD, sin ningún gobierno estatal, y dependiendo sólo del PAN, que en las elecciones del 5 de junio se prevé que pierda a su vez los gobiernos de Tamaulipas, Durango y Quintana Roo, para quedarse sólo con Guanajuato, Querétaro, Yucatán, Chihuahua y quizá Aguascalientes.
Sólo en 2021, el PRI de Moreno Cárdenas perdió ocho gubernaturas: Sinaloa, Tlaxcala, Sonora, Colima, Zacatecas, Guerrero, San Luis Potosí y Campeche, el estado que él mismo gobernó y cuya gestión está bajo investigación del actual gobierno de Layda Sansores San Román.
Sólo en 2021, el PRI de Moreno Cárdenas perdió ocho gubernaturas: Sinaloa, Tlaxcala, Sonora, Colima, Zacatecas, Guerrero, San Luis Potosí y Campeche, el estado que él mismo gobernó y cuya gestión está bajo investigación del actual gobierno de Layda Sansores San Román.
Hasta “Alito”, el peor presidente del PRI había sido Roberto Madrazo Pintado, exgobernador de Tabasco: En las elecciones de 2003 sólo obtuvo el 24% de los votos y, como candidato presidencial, se fue al tercer lugar en 2006, aunque tenía 17 estados gobernados.
El único dato positivo de “Alito” Moreno como presidente del PRI es que, en la elección de 2021, subió a 70 diputados federales, después de que en 2018 sólo logró 49, gracias a la coalición Va por México tramada por el magnate Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, expresidente de la Confederación Patronal de la Repúbllica Mexicana (Coparmex).
MARKO Y JESÚS, DERROTADOS
Como su amigo “Alito” Moreno Cárdenas, Marko Cortés, presidente del PAN, también ha perdido en su gestión enclaves territoriales estratégicos, como Veracruz, Puebla, Nayarit, Baja California Sur y Baja California, que gobernó durante tres décadas de manera ininterrumpida.