El Palacio de Alvarado es una reliquia, es la casa donde vivió Don Pedro Alvarado
el minero más rico de todo el Estado de Chihuahua, que el pueblo recuerda como un gran hombre, noble y bondadoso. La leyenda cuenta que propuso saldar la deuda nacional a lo que Porfirio Díaz (presidente de la época) respondió que la deuda pertenecía a toda una nación y no a uno solo patriota. Tenía muchísimo dinero y eso se ve plasmado en la fina y ostentosa decoración del palacio, su casa. Obra edificada entre los años de 1899 a 1904, de un claro estilo ecléctico, el cual revive en una mezcla armónica de estilos neobarroco, neorrenacentista y neoclásico. El arquitecto fue Luis Eduardo Rouvier y el pintor de la casa fue el italiano Antonio Decanini. La casa tiene dos pisos, está construida en cantera color marrón. La fachada exterior está excesivamente decorada con muchos detalles escultóricos. Destaca al centro de su fachada un medallón con la fecha 1903 y como remate una figura femenina sentada. En su interior tiene muchísimas habitaciones, todas dispuestas alrededor de un patio central con una fuente. Algunas habitaciones eran los dormitorios de la familia, otras eran oficinas administrativas y contables de la Mina La Palmilla (entre ellas su despacho), otras eran áreas sociales para visitas y eventos y otras eran áreas de trabajo de la servidumbre. Entre todos los elementos ornamentales que encontramos en las habitaciones puedo recordar: muebles europeos hechos con maderas finas como caoba y ébano, murales pintados en las paredes exteriores que dan al patio, baños hechos con mármol y plata, una escalera con escalones de mármol de Carrara (Italia), columnas corintias, iónicas y salomónicas, una capilla privada, sillas forradas de terciopelo, muebles chapeados en oro (elaborados en San Luis Potosí), cortinas de estilo francés, armaduras, instrumentos musicales, cubierto de plata, jarrones mayólicos (austriacos), cuadros que retratan a la familia y al matrimonio de jóvenes. En el Salón Rojo, organizaba eventos de beneficencia y lo recaudado se destinaba para poner los servicios a la ciudad: energía eléctrica, gas, drenaje. De hecho, puso la primera planta potabilizadora de agua en Parral. Se decía que era muy amigo de Pancho Villa quien le había salvado la vida a uno de sus hijos entonces Don Pedro le regaló el bello Hotel Hidalgo donde fue velado a su muerte. Esta relevante joya arquitectonica, ubicada en la confluencia de las calles de Guillermo Prieto, Vicente Riva Palacio y Francisco Primo de Verdad, tiene una superficie de 2,000 metros cuadrados y es una clara representación de la arquitectura ecléctica y manieralística de finales del siglo XIX y la incipiente industrialización del siglo XX, dos épocas que marcaron el esplendor y el progreso del porfiriato. Parral, Chihuahua, México.