La tendencia de un mayor consumo de sustancias ilícitas no solo afecta al continente europeo, es mundial.
“Hay un mercado de drogas extremadamente complejo y en rápida evolución, donde las drogas ilícitas establecidas son en gran medida accesibles y en el que continúan emergiendo nuevas sustancias sintéticas de alto contenido”, señalan los responsables del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), encargados de la publicación del citado informe. El consenso es unánime: las sustancias sintéticas potentes, las nuevas mezclas de drogas y los cambios en las pautas de consumo suponen una amenaza creciente. El documento destaca que los consumidores están ahora expuestos a un abanico mucho más amplio de productos psicotrópicos, de gran pureza y potencia, algunas, o de nuevas mezclas y combinaciones, otras, lo que supone un mayor riesgo para la salud.
Aunque el informe ha visto la luz este mes de junio, los datos que recoge son de 2023. Entonces, se reportaron 26 nuevas drogas, completamente inéditas, que, junto con las que ya tenía controladas el Observatorio, suman, en total, 950 sustancias accesibles en Europa. Otra conclusión clave a la que han llegado los investigadores tiene que ver con el policonsumo, que está disparado. Es decir, cada vez es más habitual el consumo de más de una droga de forma simultánea o secuencial. Las combinaciones más frecuentes son las que mezclan los benzodiacepinas (fármacos que se utilizan para tratar la ansiedad, el insomnio y las convulsiones, como el orfidal o el diazepam) con los opioides (como el fentanilo, con efecto analgésico, o la oxicodona) y la cocaína con alcohol. Un cambio del patrón de consumo que aumenta las probabilidades de sobredosis y del deterioro de las funciones cognitivas.
Por sexto año consecutivo desde que se realiza el ‘Informe europeo sobre drogas’, la cocaína proveniente de Latinoamérica se sitúa en lo más alto del tráfico de sustancias ilícitas. Las incautaciones realizadas por las autoridades europeas, que ascendieron a 323 toneladas el año pasado, superaron a las materializadas en Estados Unidos, considerado el mercado histórico de cocaína más grande del mundo. La gran mayoría de cargamento ingresa en territorio europeo a través de los puertos marítimos, con el de Amberes (Bélgica) a la cabeza en términos de incautaciones: 116 toneladas en 2023, frente a las 110 toneladas de 2022. Los datos confirman que la cocaína es la droga estimulante ilícita más recurrente en Europa. Se estima que alrededor del 1,4% de la población (4 millones de personas) con edades comprendidas entre los 15 y los 64 años la ha consumido en el último año.
En cuanto a los opioides, la heroína proveniente de Afganistán continúa siendo la de mayor penetración en Europa, al tiempo que se han detectado siete nuevos tipos de opioides sintéticos, seis de los cuales son nitacenos. Se trata de una nueva droga cuyo origen se establece en China y que en algunos estados miembros de la Unión Europea ya han sustituido el reinado del fentanilo. Su efecto es, incluso, más poderoso que este último, con los consecuentes riesgos que de esa afirmación se traduce.
Por encima de todas estas sustancias, el cannabis, que sigue siendo la droga más popular en Europa. El pasado año la consumieron más de 22,8 millones de adultos, de los cuales 15,1 millones tenían entre 15 y 34 años.
El problema creciente de la droga en México: de productor a consumidor
La tendencia creciente respecto al consumo de drogas no solo afecta a Europa, sino que es mundial. En México, por ejemplo, país históricamente productor de sustancias ilícitas, el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes aumentó un 218% entre 2017 y 2022, de acuerdo con los datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones. El fentanilo está cada vez más asentado en el país, siguiendo la estela de Estados Unidos, con unos datos de crecimiento disparados desde 2018 y con las ciudades fronterizas de as ciudades fronterizas de Mexicali y Tijuana (Baja California); Ciudad Juárez (Chihuahua) y San Luis Río Colorado (Sonora) como principales focos de consumo.
Según el ‘Informe mundial sobre drogas 2023’ de Naciones Unidas, se estima que 296 millones de personas consumieron algún tipo de droga el año anterior a la publicación del estudio. Una cifra nada despreciable que no hace sino crecer y crecer.