La verdadera historia de Roland Doe, el niño que inspiró ‘El exorcista’
Detrás de toda ficción, hay una historia real que supera cualquier episodio imaginado. Y ese es el caso de ‘El exorcista’ con la posesión de Roland Doe.
Después de 50 años, El exorcista permanece en el imaginario de la audiencia como “la película más aterradora de todos los tiempos” cortesía de William Friedkin. La historia, las actuaciones, el guion e incluso el tema de los efectos especiales, ha trascendido de tal manera que si alguien ve El exorcista por primera vez, estamos seguros que tendría pesadillas.
Y una de las cosas más fascinantes sobre El exorcista, tanto la película y por ende la novela, es que está basada en una caso real. Así como lo leen. La historia de Chris MacNeil y su hija Regan, quien sufre una terrible posesión en manos del demonio Pazuzu, se basó en la aterradora experiencia de un joven conocido como Roland Doe. Así que por acá les contamos su historia y las diferencias con la película de 1973.
¿Qué sucede en El exorcista?
Para empezar, hemos de hacer un breve resumen de El exorcista. La película de Friedkin arranca con el padre Merrin, quien se encuentra en Irak en una excavación en donde encuentra un artefacto mucho más viejo (y demoniaco) de lo que esperaba.
En una de las escenas más icónicas de El exorcista, el padre Merrin se para frente a una enorme estatua de Pazuzu, revelándose ante sí un próximo enfrentamiento contra el demonio. De aquí, la historia nos lleva a Washington, específicamente a la casa de Chris MacNeil, una reconocida actriz y madre soltera.
Todo ocurre de manera regular durante la filmación de una cinta. Pero su dinámica da un giro de 180 grados cuando Regan, su hija, encuentra una ouija. A partir de este descubrimiento, la niña de comienza a tener actitudes extrañas y violentas.
Chris la lleva con diversos doctores, y a pesar de someterla a varios tratamientos, ninguno da resultado. Es así como un grupo de psiquiatras interviene, pero no obtienen respuestas. Por lo que le sugieren a Chris que se acerque a la Iglesia católica para buscar algún tipo de consejo (y consuelo, quizá).
El estado de Regan empeora a un nivel crítico en el que su cuerpo se manifiesta de forman antinaturales, atacando incluso a su propia madre. Chris, desesperada, se acerca al padre Damien Karras, un sacerdote atormentado y de ascendencia griega que estudió psiquiatría.
La entrada del padre Merrin en El exorcista
Karras acepta ver a Regan, y conforme platica con ella, se da cuenta que el caso está fuera de la psiquiatría; por lo que recurre a las autoridades eclesiásticas, quienes a su vez buscan al padre Merrin para que lleve el caso. Hasta aquí la película está llena de escenas aterradoras y memorables que muestran la terrible experiencia de Regan.
Pero con la entrada del padre Merrin, las cosas se ponen mucho peor. Merrin y Karras practican distintos exorcismos sobre Regan. El consejo del padre Merrin es que no escuche las provocaciones del demonio a través del cuerpo de Regan.
Pero Pazuzu es tan poderoso, que eventualmente atormenta al padre Karras. Todo se complica cuando el padre Merrin muere durante uno de los exorcismos, dejando solo a Karras, quien descubre que la única solución para salvar a Regan es permitiendo que el demonio lo tome a él y terminar con su vida.
Roland Doe, el chico que inspiró la historia de El exorcista
Ahora sí les contaremos la historia real detrás de El exorcista. William Blatty, autor de la novela, estaba estudiando en Georgetown University cuando escuchó sobre el caso de posesión de un niño de 14 años, en 1949, conocido como Roland Doe.
Roland vivía en Cottage City en Maryland. Para su cumpleaños, el niño pidió una ouija y una de sus tías se la regaló. Pero tras la muerte de esta, Roland comenzó a vivir situaciones extrañas y paranormales. Algunos medios dicen que la familia de Roland intentó contactar a la tía fallecida, pero esto empeoró las cosas, y el cuerpo del joven comenzó a sufrir las consecuencias.
Desde luego, la familia de Roland Doe buscó a diversos expertos, pero no obtuvieron respuestas. Fue así como entraron en contacto con el padre Raymond J. Bishop, quien practicó una serie de exorcismos en el chico de 14 años.
De acuerdo con los reportes, el cuerpo de Roland Doe comenzó a mostrar marcas en su cuerpo que formaron la palabra “LOUIS”. Fue así como la familia tomó la decisión de irse a la St. Louis University donde conocieron al padre Walter H. Halloran y el reverendo William Bowdern. Con la ayuda de otro padre, William Van Roo, realizaron un último exorcismo sobre Roland Doe que se consideró exitoso.
Las diferencias y similitudes entre Roland Doe y Regan en El exorcista
Para empezar, la diferencia más obvia es que en la cinta, una niña llamada Regan es la protagonista. Linda Blair interpretó a Regan cuando tenía 12 años, y se cree que William Friedkin eligió a una niña en lugar de un varón para no revelar la identidad de Roland Doe.
Igual el tema de los padres cambió entre la cinta y la historia real. En El exorcista, vemos a una madre soltera que batalla sola para poder ayudar a su hija; sin embargo, la realidad es que la familia de Roland Doe era numerosa y sus padres estaban juntos al momento en el que la posesión sucedió.
¿Recuerdan que en el cuerpo de Roland Doe apareció la palabra “LOUIS”? Pues bien, en la cinta no leemos esta palabra, sino la petición de ayuda con el “HELP ME”.
En cuanto a las cosas que El exorcista mantuvo respecto a la historia de Roland Doe, son las formas en las que se manifestó la posesión. Es decir, como en la cinta, Roland también habló en latín (sin saberlo antes), se orinó, vomitó y su voz cambió totalmente.
Roland Hunkeler, el trabajador de la NASA y el verdadero niño de El exorcista
Durante años, la identidad de Roland Doe se mantuvo oculta. Pero cuando se reveló que la historia de El exorcista era real, comenzaron a investigar la identidad de la persona que habría sufrido de la posesión. Y fue así como salió a relucir el nombre de Ronald Hunkeler.
Roland Hunkeler se convirtió en un ingeniero de la NASA que participó en el aterrizaje en la Luna en 1969. Él fue el responsable de la tecnología con la que los paneles de la nave evitan sucumbir a las altas temperaturas (es una patente). Algunos de sus compañeros, dijeron que siempre temió que la gente supiera que su caso inspiró la historia de El exorcista.