El artista plástico mexicano Federico Silva plasmó más de cinco mil metros cuadrados de pintura sobre roca. La obra llamada ‘El principio’ mide 235 metros de longitud, nueve de alto y nueve de ancho en la presa Colosio
POR MARISELA JOLIE
Choix, Sinaloa.- En el interior de la presa Luis Donaldo Colosio Murrieta, la hidroeléctrica más grande del noroeste de México, ubicada en Choix, Sinaloa, se encuentra un maravilloso tesoro cultural escondido: el mural más grande del mundo, más de cinco mil metros cuadrados de pintura sobre roca.
La obra llamada El principio mide 235 metros de longitud, nueve de alto y nueve de ancho, fue realizada durante cuatro años por el artista plástico mexicano Federico Silva, uno de los escultores más representativos del país, que encontró en una cueva del municipio serrano un espacio monumental y misterioso para pintar.
El 30 de enero de 1992 se dio el banderazo de inicio de construcción de la hidroeléctrica y en 1993, el artista fue invitado para realizar una escultura, que sería el distintivo de la presa; pero mientras recorría el lugar en busca de un espacio para colocar su obra, después de contemplar la cueva decidió realizar una pintura para cubrir las paredes del túnel.
“Llega el artista Federico Silva invitado por los directivos para efecto de construir unos grandes espejuelos que a través del cuarzo pudieran irradiar iluminación en lo alto del cerro, dado que por aquí queda la ruta de navegación de los aviones. Empieza a recorrer, se queda en silencio y dice: no, aquí no voy a construir unos espejuelos, aquí voy a realizar una pintura, aquí es un gran mural el que tenemos que construir”, compartió Ángel Sergio Villalba Atondo, cronista del municipio.
Un ejército de artistas
La cueva era muy grande. El artista se dispuso a conformar su equipo de trabajo, invitó a un grupo de estudiantes de artes plásticas de la antigua Academia de San Carlos y convocó a gente de la comunidad.
Campesinos y obreros que trabajaban en la construcción de la presa y dinamitando la roca se convirtieron en pintores y lo hicieron con una dedicación impresionante.
“La obra inicia en el año de 1993 y termina en 1996. Fueron cuatros años en los tiempos más calientes. Dentro del túnel las temperaturas superaban los 40 grados. Así trabajó un ejército de 58 artistas que fueron seleccionados entre artesanos, carpinteros, campesinos, incluso narcos; gente que resultaba improductiva en sus áreas, fierreros, concreteros, carpinteros y que aquí encontraron su don, su arte. Esos que eran menos productivos resultaron ser grandes artistas, aquí descubrieron su don, el arte, aquí se entregaron”.
Inventaron la posibilidad de pintar el piso. Con un láser marcaron los puntos clave de cada dibujo y después los proyectaron a las paredes de la cueva.
No son pinturas rupestres, no es una vieja caverna, no fue pintado con pinturas antiguas ni por primitivos de aquella época. Es una cueva de las últimas décadas”.
A decir de los lugareños, la cueva de Huites es el lugar donde los indios lanzan sus flechas al infinito en busca del espíritu de la muerte.
“Es la muerte la que busca, es el espíritu, la resurrección en el interior, por eso aquí cada quien ve lo que quiere ver, interpreta lo que quiere interpretar. Entrar a la presa, a la cueva, poner sus pies dentro de ella, ver sus trazos sobre el piso, los cuales fueron reflejados mediante rayo láser hacia la rugosidad de la cueva, es sentirse atrapado por esos espíritus que deambulan en su interior queriendo escapar en búsqueda de su resurrección”, expresa el cronista.
Abierto al público
La presa es una zona federal custodiada por militares. El túnel donde se encuentra el mural permanece cerrado por dos puertas blancas de hierro. El ingreso de visitantes se controla mediante el personal de seguridad física, para proteger el lugar.
“El maestro Federico Silva manifestaba estar inconforme porque esta gran obra estuvo perdida en este espacio. Los candados estaban puestos y nadie tenía la capacidad de gestoría para tumbárselos de manera literal. Correspondió a Fredy Velázquez, quien estando al frente de Turismo en el municipio de Choix, hizo la gestión necesaria para tumbarle los candados”.
Todo aquel que quiera visitar cualquier zona de la hidroeléctrica como la plaza cívica, la cortina, la central hidroeléctrica o el túnel, debe solicitar un permiso especial en las oficinas locales de la CFE en El Fuerte.
Antes se hacía mediante un oficio a la Gerencia Regional de Generación Hidroeléctrica, con base en Hermosillo, Sonora. Desde su apertura al público en 2014 a la fecha, el mural ha recibido muchas visitas.
“En los últimos cinco años, ha sido muy visitado, ha sido abierto al público, ha sido muy comprendido y entendido por los directivos de la CFE y por la gente de seguridad que han venido atendiendo de manera magnífica a la gente que nos visita”, explica Villalba Atondo.
Los recorridos por la impresionante Cueva de Huites se realizan con el apoyo de Ángel Sergio Villalba Atondo, José Manuel Brambila Jasso, Israel Martínez Pereira, cronistas del municipio y miembros de la crónica nacional que con sus relatos a viva voz el mural cobra vida.
LOS DATOS
- 5 000 metros² de pintura sobre roca conforman el mural más grande del mundo.
- 235 metros de longitud, 9 de ancho y 9 de alto, mide la obra El principio.
- 58 artistas trabajaron dentro del túnel durante 4 años, con temperaturas de 40 grados.
La presa Huites, ingeniería humana y belleza natural
La presa Luis Donaldo Colosio Murrieta es un cañón natural. Su construcción se inició el 30 de enero de 1992 y fue inaugurada de manera oficial el 14 de diciembre de 1995. Tiene 160 metros de altura de concreto. La técnica fue ejemplar en aquel momento, hizo aparecer a la presa en los récords Guinness. El concreto debía llegar a una temperatura determinada, debían tener una gran cantidad de hielo para estarlo mezclando. La cortina cierra un gran cañón que forma el vaso.