LA NACION
En 2023 y tras su gira internacional, Pedro Luis Domínguez Quevedo, conocido artísticamente como Quevedo, decidió esconderse de los reflectores y hacer una pausa indeterminada en su carrera. Este fin de semana, volvió a los escenarios y se presentó en el festival Big Sound de Valencia. Pero su regreso no fue lo que llamó la atención, sino el cambio físico que lleva.
Si bien el artista no se caracterizaba por escuchar las críticas, es cierto que la fama y el éxito le llegó sorpresivamente. Con el sencillo Cayó la noche, la voz característica de Quevedo sonó en los parlantes de todo el mundo. Finalmente, con su colaboración con el DJ y productor argentino, Bizarrap, Bzrp Music Sessions, Vol. 52, selló su camino como artista. Sin embargo, hace algunos meses había realizado un sentido posteo en que el que aclaraba que necesitaba descansar, ya que hacía varios años que no le ponía un freno a lo laboral.
En esta línea fue que regresó a los escenarios y su nuevo físico llamó la atención de los usuarios en redes sociales. La característica principal es un cambio de look que cuenta con el pelo un poco más largo y rizado en la parte de la frente, abdomen marcado y brazos voluptuosos que destacan por el uso de una remera musculosa.
Muchas personas consideran que él no era un artista que necesitara un cambio físico. No obstante, llamó poderosamente la atención que bajara de peso y comenzó a preocupar su estado de salud mental, ya que artistas de este calibre suelen enfrentarse a momentos de estrés y ansiedad que producen malestar en ellos. Sin embargo, en las fotografías de su presentación y videos compartidos por los fanáticos, al intérprete de Quédate se lo vio de buen humor y contento por volver ante su público.
“El gran cambio físico de Quevedo es hoy noticia. Ojalá nadie le haya hecho creer que su talento se incrementaría por ir al gimnasio y lucir cuerpo normativo; ojalá no interiorizara el ‘nada es suficiente’ tan común en el sector. Ojalá su mente esté bien”, aseguró, en un posteo en redes sociales, una fanática del artista.
“Lo de Quevedo muestra, una vez más, lo muy superficial que es todo el mundo. Y lo peor de todo es que Quevedo no estaba ni gordo, simplemente no estaba fibrado”, fue otro de los comentarios que se popularizó en la red social X.
La presión que enfrentan los artistas para mantener una imagen de perfección es un problema recurrente en la industria del entretenimiento. La fama trae consigo una crítica constante que puede llevar a los artistas a tomar medidas drásticas para cumplir con las expectativas del público y los estándares de belleza promovidos por los medios.
Esta transformación trae al presente el caso de Adele, quien también sorprendió al mundo con su drástica pérdida de peso hace unos años tras su separación amorosa. Ambas historias ponen en duda cómo la industria de la música y la fama pueden impactar profundamente la vida de los artistas, tanto física como emocionalmente.