Cristina Olivar
Puede ser por su desgarrada voz, su profunda mirada, su irresistible magnetismo de chico malo o su estilo made in Italy… Puede ser por uno de estos motivos o por todos a la vez porque dan igual los factores, el resultado es el mismo: el nombre de Damiano David suena cada vez con más fuerza y no solo en la música, también en la industria de la moda y hasta ha seducido a una de las grandes firmas de automoción. Saltó a la fama como vocalista de Måneskin, pero ahora vuela solo y todo apunta a que llegará muy alto.
Tiene todos los ingredientes para ser como las grandes figuras del rock que parecía que habían sido desbancadas por cantantes de pop, rap o reggaetón en lo que a levantar pasiones se refiere. Porque hacía tiempo que un artista no desataba la locura entre sus fans a ritmo de rock. Para encontrarlos hay que mirar por el retrovisor a las últimas décadas del siglo pasado, cuando Bruce Springsteen, Mick Jagger, Freddie Mercury, Axel Rose o David Bowie eran auténticos sex symbols que llenaban conciertos no solo por sus canciones, sino también por el atractivo que desprendían sobre el escenario.
Pero no solo la voz, la música y ser sexy forja leyendas, a esto hay que añadirle un lado algo oscuro, un punto salvaje, irreverente, revolucionario… Y esa faceta indomable también la ha tenido Damiano desde que se dio a conocer como líder del grupo Måneskin. Nada más ganar Eurovisión en 2021, varios medios apuntaron que estaba bajo los efectos de las drogas en el festival, algo que salieron a desmentir sometiéndose a una prueba voluntaria de detección de consumo de estupefacientes, que dio negativo.
Después, no han estado exentos de leyendas negras en torno a noches locas de fiestas y aventuras sexuales… Al final, las mismas historias que siempre han rodeado al mundo del rock, pero ninguna de ellas se ha demostrado, dando así cierto toque de misterio. Lo que sí es cierto es que llegaron a celebrar una boda en la que se casaron los cuatro componentes del grupo para celebrar la salida al mercado de su disco Rush!, que estuvo oficiada por el mismísimo Alessandro Michele, actual director creativo de Valentino.
Pero vamos a empezar por el principio de su historia. Los primeros pasos musicales de Damiano los dio con la banda cantando en las calles de Roma a cambio de unas monedas, que, por suerte, no necesitaba, ya que viene de una familia acomodada, pero ese contacto directo con la gente, le hizo aprender mucho. Luego dieron el salto a Factor X, concurso desde el que llegaron al Festival de San Remo, donde consiguieron el billete a Eurovisión y, de ahí, pasaron recorrer el mundo entero con sus giras. Porque, aunque muchos pensaban que el rock había muerto, no lo está.
Juntos han recorrido el mundo con sus grandes éxitos como I wanna be your slave, Coraline, su versión de Beggin’, que se han coreado hasta en Japón. Una de las últimas actuaciones fue el verano pasado en España, en el festival Mad Cool, donde colgaron el cartel de sold out. Pero un anuncio sorprendía a todos sus seguidores a finales de verano, que parecía que pondría fin a su historia: Damiano iba a emprender una carrera en solitario. Aunque más tarde aseguraba que no es un adiós definitivo, lo ha definido como “un Erasmus”.
Un gran cambio con nombre de mujer
En este vuelo en solitario hay alguien que ha tenido mucho que ver y esa es su novia, Dove Cameron. Hace un año el cantante italiano comenzó a salir con la que fuera chica Disney y poco a poco comenzó a cambiar, no solo su forma de vestir, también su forma de ver la vida. Con ella ha encontrado la calma y también se le han abierto las puertas a un nuevo mundo. Hicieron su gran aparición como pareja el pasado mes de mayo en las escaleras más famosas de la moda, las de la Gala MET, donde se postulaban como una de las parejas del momento, codeándose con los grandes de la industria y con las celebrities más cotizadas. Una muestra de que, si por separado ya destacaban, juntos serían imparables.
Damiano pasó a ser imagen de la firma Diesel y también a ocupar el front row en desfiles de la semana de la moda de Milán y de París, como los de Valentino o Balmain. Pero uno de los platos fuertes ha sido su contrato con la firma de coches de lujo Maserati, que lo ha elegido como imagen.
A un lado ha dejado la estética punk de sus inicios, para pasar a un estilo más clásico, dándole siempre el punto de modernidad. También ha cambiado su pelo, ha pasado de llevarlo rapado y decolorado a llevar tupé y bigote. Una imagen de chico rebelde reformado, de la que ha empezado a hablar en las letras de sus nuevas canciones. “Ya no siento tristeza. La calma después de la tormenta, la paz ha llegado a mí”, canta en Silverlines, la primera canción que ha lanzado en solitario.
Un nuevo Damiano al que no hay que perder de vista porque se ha hecho un hueco en el star system y en su proyecto en solitario está arrasando en cifras. Un Damiano, que en esta nueva etapa se define él mismo así: “Mi nombre es Damiano David. Nací en 1999, en Roma, Italia. Me encanta la música, las artes y las mujeres. Me encanta la ropa bonita y el olor de un buen perfume. En mi vida he sido ladrón, mentiroso, amante y cambiaformas. He viajado por todo el mundo para encontrar mi voz. Sólo para terminar donde todo empezó. Mi nombre es Damiano David. Y hoy es el primer día de mi vida”. Solo queda decir: larga vida al rock y a Damiano.