Jesús Balseiro –
La prensa italiana recibió el triunfo de Sainz en Silverstone como “una victoria que divide” y ahora define el paseo de Leclerc en Spielberg como “la revancha del príncipe rojo”. Binotto ha evitado priorizar entre sus pilotos hasta ahora, si bien el cuarto cero de Carlos, fogata incluida, se vuelve una losa casi imposible de levantar en 2022. Pero los satélites de Maranello tienen un favorito y “ahora la jerarquía está clara”, dice ‘La Gazzetta’ desde su portada. Es curioso, se aplaude más fuerte una victoria con abandono del segundo coche que un 1-4. Aún confían en disputar el título a Verstappen, quien gracias a los problemas de fiabilidad del ‘otro’ Ferrari solo cedió cinco puntos en el GP de Austria. Max lidera cómodo el Mundial con 38 de ventaja sobre Charles y Sainz se queda ahora a 37 puntos de su compañero.
El jefe de la Scuderia confesó que no quiso ver las últimas vueltas, después del incendio en el Ferrari de Sainz y mientras Leclerc tenía problemas con uno de los pedales: “Debo admitir que estaba muy nervioso. Decepcionado por lo que le sucedió a Carlos. Tan nervioso que dejé de ver la carrera en las últimas tres vueltas”. En cuanto a la avería en la unidad de potencia del madrileño, se estudiará en la fábrica en los próximos días: “Hemos tenido dos fallos de motor únicamente. Debemos averiguar qué sucedió, si es lo mismo que vimos con Charles en Bakú. Es una preocupación, pero la gente está trabajando en Maranello para arreglarlo. No está arreglado aún, viendo lo que le ha pasado a Carlos. Estará corregido lo antes posible”.
Todo indica que Sainz deberá montar una unidad de potencia nueva en Paul Ricard, porque allí es posible adelantar y en Hungaroring, una semana después, no. El madrileño ha utilizado tres motores, sin incidencias reseñables hasta Austria; pero Leclerc ha tenido roturas en Barcelona y Bakú, en ambos casos cuando lideraba, y recurrió al cuarto propulsor en Montreal. “A mí sucedió dos veces en las últimas cinco carreras y ahora a Carlos, debemos asegurarnos de que no vuelve a pasar”, zanjó el vencedor en Spielberg.
En pleno ecuador de la temporada, Red Bull ha ganado siete carreras y Ferrari, cuatro. El RB18 se destaca en las rectas y se defiende en circuitos de tren delantero. El F1-75 aguanta a su rival también en las curvas rápidas, pero marca diferencias en las pistas de tren trasero. La igualdad parece máxima, pequeños detalles han decidido los últimos grandes premios. “La velocidad es similar, hemos tenido ventaja en la degradación de neumáticos que creo que ya tuvimos en el esprint del sábado. Lo que vimos en el esprint fue más obvio en la carrera”, opina Binotto sobre la exhibición de poderío en Red Bull Ring.
Diferencias
“Tenemos una desventaja en comparación con Red Bull en las rectas, especialmente por el efecto de su DRS, mayor que el nuestro. Pero Charles introdujo un nuevo alerón trasero en Canadá (que Sainz incorporó en Silverstone) y con ese nuevo alerón hemos reducido la desventaja. Siguen teniendo cierta ventaja, pero es muy pequeña. En los circuitos de potencia estamos cerca, marcamos la diferencia en las curvas por el agarre que generamos. Los dos pilotos hicieron un trabajo fantástico, los dos, con el ‘set-up’. Los pilotos marcarán la diferencia”, asegura el ingeniero suizo de origen italiano. Ahora, una semana de descanso antes de rematar el mes de julio con dos grandes premios consecutivos, Francia y Hungría. Dos buenas ocasiones para recortar a Verstappen y llegar al parón de agosto en mejor situación. Y, quizás con Sainz, la última oportunidad para salvar el curso y llegar a septiembre sin ataduras desde dentro del garaje.