La entrañable presentadora se retiró en 2016 tras sufrir un accidente aéreo que le dejó secuelas con las que sigue sufriendo.
El estado de salud de Lolita Ayala preocupó después de que reapareció con oxígeno y silla de ruedas tras años de ausencia en televisión.
La entrañable periodista y presentadora de televisión fue vista a su paso por el aeropuerto de la Ciudad de
La comunicadora aclaró que el accidente aéreo que sufrió en 2015 le dejó secuelas con las que aún sigue batallando.
«(Estoy) bien, pero estoy coja, por eso ando así (en silla de ruedas), porque en la caída del helicóptero y cuando me rompí el fémur… no me dejaron bien y me tiene que operar y yo ya no quiero», declaró en la entrevista revelada por Sale el sol este 16 de julio.
Lolita Ayala explicó que en la intervención a la que se tiene que someter le tienen que «mover un hueso que quedó ahí fuera del fémur».
Aunque se mostró abierta a hablar con la presa presente, la periodista pidió: «ya déjenme en paz».
Respecto al uso de cubrebocas, Lolita aseguró que se trata de un método de prevención ante la ola de contagios.
«Yo estoy bien ahorita ya me puse el tapaboca porque parece que el COVID está regresando», manifestó.
Respecto al uso de oxígeno, respondió que se trata solo de uso provisional mientras se encuentra en la CDMX por la altura, pero en cuanto se establece deja de usarlo.
«Ahorita que voy a salir me lo quito, es nada más para el aeropuerto», aclaró.
Lolita Ayala dijo que por ahora no tiene planes de plasmar en un libro historia de vida, que está centrada en compartir su vida con sus hijos. No descartó mudarse a un lugar de playa como Acapulco o Cancún.
«Por ahora no tengo planes… más que de sobrevivir y vivir bien con mis hijos», declaró.
¿Qué le pasó a Lolita Ayala?
Lolita Ayala, de 73 años, fue vista a finales de junio durante la misa que dedicaron a Talina Fernández por su primer aniversario luctuoso.
Durante el encuentro que entonces tuvo con la prensa habló a detalle sobre las lesiones que le quedaron tras el accidente aéreo que sufrió.
“Me explotó una vértebra, me lastimé la columna, la caída inició a 40 metros de altura, empezó a dar vueltas el helicóptero, me di un golpe en la cabeza y perdí el conocimiento”, recordó.
En noviembre del 2015, la aeronave en la que la periodista viajaba junto a César Duarte y su esposa Bertha Gómez presentó un desperfecto mecánico al momento de aterrizar que provocó que cayera de manera abrupta.