La cantante eligió Torreón para reactivar sus actuaciones presenciales
ALDO MAGALLANES
Tras más de un año de haber apagado las luces por la pandemia de COVID-19, un conocido centro de espectáculos se reactivó ayer con la presentación de la ex-Kabah, que registró «sold out», de acuerdo con lo permitido por las autoridades estatales (40 por ciento de la capacidad).
Para la llamada «Josa» también se trató de su retorno a los escenarios presenciales, ya que el 14 de marzo de 2020 dio un concierto privado que se volvería el último, hasta ahora, debido a la crisis sanitaria.
El Siglo de Torreón llegó al sitio a las 19:00 horas, hora en la que se anunció que las puertas se abrirían, con el fin de confirmar que las medidas sanitarias se llevaran a cabo de manera correcta.
Poco a poco las personas arribaban. En algunas reinaban los nervios al ser el segundo concierto de este año y bajo el formato de nueva normalidad, como el caso de David Rivadeneyra, quien dijo a este diario que esperaba que todo saliera bien.
«Conozco a María José por mi hermana, ella ama Kabah, y entonces me inculcó el gusto por el grupo y luego por ella en su etapa de solita. Yo pensaba que no podría venir, sin embargo, me sorprendieron con unos boletos y aquí estamos».
A Daniela Jaramillo un empleado del centro de espectáculos le tomó la temperatura y le aplicó gel antibacterial. La chica entró al recinto, no sin antes compartir su afición por la artista nacida un 12 de enero.
«Tengo nueve años de ser fan de María José; con esta será la quinta vez que la veo en un concierto. Cuando supe que vendría me dio mucho gusto. Estoy contenta de que los eventos regresen, espero que poco a poco volvamos a la normalidad», sostuvo Jaramillo.
El flujo de personas continuaba, mientras que los inspectores del Padrón de controles de la Secretaría de Finanzas del Estado verificaban que se acataran los protocolos establecidos, tal como ocurrió con Cuernos Chuecos el 24 de abril.
La economía no solo se reactivó para los empleados del lugar, ya que el show también benefició a los vendedores de burritos, de golosinas o de souvenirs de María José, pues playeras y gorras con su imagen no podían faltar.
Al dar las 9:40 de la noche, dos mil laguneros (cifra oficial) sintieron de nueva cuenta la adrenalina de escuchar la música en vivo a gran escala y no de forma virtual o en bares. María José se hallaba de vuelta en un escenario, el mejor sitio donde ella puede estar.
A la intérprete se le veía muy emocionada, ¿y cómo no?, si en una pasada entrevista con El Siglo de Torreón comentó que su espectáculo en la Comarca sería inolvidable.
«Estoy bien contenta. Esta emoción es muy diferente a las anteriores, por supuesto que siempre me gusta ir a Torreón, pero esta vez no se me va a olvidar, ni al público ni a mí, porque estamos siendo parteaguas dentro de México para iniciar estos conciertos en semáforo verde», sostuvo.
Para empezar la velada, «La Josa» eligió Las que se ponen bien la falda, melodía cuya temática empodera a la mujer, muy ad hoc para los tiempos actuales.
Con todos los ánimos, la intérprete evocó a Rocío Banquells y Click gracias a los temas No soy una señora y Duri Duri, respectivamente; enseguida le apostó a su repertorio inédito con Lo que te mereces, que incluyó en su disco Habla ahora.
«Torreón, estoy feliz de sentir de nuevo esta adrenalina. Cuando vine a ensayar créanme que lloré de la emoción. Gracias por estar aquí esta noche. Quiero dedicar este concierto a todas las personas que han fallecido de COVID-19, hoy (ayer) nos ponemos de pie por ellos», dijo María José bastante entusiasmada, tan es así que se le salieron las lágrimas una vez más.
Los asistentes debían usar sus cubrebocas en todo momento, salvo cuando degustaran alimentos o ingirieran bebidas. Las sillas del ruedo se ubicaron de dos en dos para evitar la cercanía entre personas que no iban juntas; en la parte de arriba, en áreas como oro y platino, se implementó la misma dinámica.
Un gran escenario lleno de luces giratorias y múltiples pantallas sorprendió al público que acudió al espectáculo en una noche en la que también sonaron las melodías Adelante corazón, Frente a frente y Rosas en mi almohada.
El romanticismo invadió el sitio con El amor manda, y el desamor se hizo presente con Ya no me acuerdo más de ti y Lo que tenías conmigo; este tema surgió de la inspiración del lagunero Bruno Danzza, entre otros autores.
Siete músicos y cuatro bailarines acompañaron a María José en el concierto. Previamente todos se sometieron a pruebas de COVID-19, resultando negativos al virus.
Muchos laguneros quedaron hoy afónicos, y es que anoche corearon con «La Josa», quien también mostró sus dotes de bailarina (escuela que trae Kabah) en otras rolas, como Un nuevo amor, Él era perfecto, No soy una señora, La ocasión para amarnos y Prefiero ser su amante.