El celo de la esperanza
me consume
Anoche toda la noche
soñé despierto
que diluviaba en Delicias
al acercarme a la ventana
vi en el cielo sin nubes
un letrero celeste
que decía
en el hermoso castellano antiguo
No os he olvidado
una nube
del tamaño de una mano
como la que vio
Elías
os traerá la lluvia de septiembre
tranquilo
confiado
confiado en la confianza de mi fe inmutable
me devolví a soñar despierto
En mi sueño
vi que en el cruce
de la Río Conchos
y Arroyo de Bachimba
En la Zona de Hospitales
la zona de las lagunas súbitas
que nacen
cuando llueve en los septiembres de la lluvia
vi una laguna
en la que navegaba solitario
un catamarán acondicionado como ambulancia de emergencia
navegaba con sus velas color naranja desplegadas
al aire tibio de septiembre
El doctor Jorge Aldana iba al timón llevaba a un agricultor
herido
por el resplandor de una centella
que estalló en lo alto de su parcela
de la Loma de Pérez
Lo llevaba al
Hospital Regional
donde se había acondicionado
un muelle de emergencia
En la estela
de espuma turbia
que dejaba
aquel catamarán fantasmal y claramente real
vi que saltaban
charales y sapitos
recién nacidos
como los que nacen en los septiembres llovedores
como el septiembre de este año
como el de todos los años
como todos los septiembres
de todos los años
[11:32 a. m., 6/9/2023] Pepe Prensa: Bella prosa del querido terruño con su “océano de olas de arena donde brincan delfines, que auyentan con su tropa tiburones ambrientos …!
