Tariq Panja
LONDRES — Después de seis años de investigaciones, postergaciones y batallas tras bastidores, esta semana por fin comenzó una audiencia sobre los alegatos en contra del Manchester City que lo acusan de una conspiración para hacer trampa durante años con el fin de transformarse en una potencia futbolística mundial y un campeón serial de la Liga Premier.
La audiencia es una de las más importantes en la historia del deporte británico, la culminación de un caso que ha sido la comidilla del fútbol inglés desde que la Liga Premier acusó al Manchester City de más de 100 infracciones a su reglamento financiero el año pasado.
Los cargos —de que el City corrompió la competencia futbolística más rica del mundo durante una década o más— amenazan con reescribir años de historia de la Liga Premier. Y las repercusiones podrían ir mucho más allá del campo de fútbol. Al acusar al dueño del City, el vice primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, de presidir años de incumplimiento de las normas, el caso podría llegar a los más altos niveles de la diplomacia internacional.
Y luego están los aficionados. Con las insinuaciones de que las trampas ayudaron a darle trofeos al City mientras sus rivales millonarios se quedaban con las manos vacías, la audiencia ha desatado las pasiones de decenas de millones de seguidores del fútbol en todo el mundo.
Lo que se decida le dará forma a la Liga Premier en los próximos años: o bien se habrá descubierto que el Manchester City corrompió la competencia futbolística más rica del mundo o bien la liga habrá sido incapaz de lograr que uno de sus miembros más poderosos cumpla sus reglas.
¿De qué trata el caso del Manchester City?
Ya han pasado 19 meses desde que la Liga Premier anunció una serie de cargos contra el Manchester City de tan amplio alcance que lo más probable es que el daño a la reputación de la década de éxitos que logró el equipo sea una mancha, aunque salga avante. Los cargos se remontan a 2009, un año después de que el hermano del gobernante de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, comprara el City. Esa adquisición inició una era potenciada de gasto —y éxito— para un club que no había ganado un campeonato desde 1968.
La Liga Premier ha acusado al City de 115 infracciones específicas. La mayor parte está relacionada con infracciones de su reglamento financiero, como no proporcionar información financiera precisa; presentar cifras infladas por acuerdos de patrocinio que involucraban a empresas emiratíes, como la aerolínea Etihad Airways y la empresa de telecomunicaciones Etisalat; y ocultar pagos extraoficiales que complementaban los salarios de entrenadores y jugadores. Otros cargos acusan al City de no cooperar durante la investigación, que tardó casi cuatro años y millones de dólares en completarse.
El caso no ha frenado al City en el campo: el club ha ganado los cuatro últimos campeonatos de la Liga Premier, así como, en 2023, su primer trofeo de la Liga de Campeones.
¿Cuánto durará la audiencia?
La audiencia, la cual algunos medios han descrito como el “juicio del siglo”, tendrá lugar a puertas cerradas, dentro de un edificio del distrito financiero de Londres que alberga el Centro Internacional de Resolución de Disputas, una instalación privada para que las empresas desenreden conflictos lejos de las miradas indiscretas.
El Manchester City, el cual desde hace tiempo ha recurrido a abogados para defenderse o postergar cualquier rendición de cuentas, ha reunido a un elenco de algunas de las mentes jurídicas más caras del Reino Unido. El líder de su defensa es David Pannick, un abogado cuya tarifa por hora le ubica en la misma franja salarial que Erling Haaland, el delantero noruego cuyos goles han llevado al City a sus títulos más recientes.
El martes fue el segundo día de una audiencia con una duración estimada de 10 semanas, cuyo veredicto no se espera sino hasta principios del año que viene. Esto significa que el caso ensombrecerá más de la mitad de la temporada actual de la Liga Premier, en la que el Manchester City ya encabeza la clasificación y está en búsqueda de su quinto título nacional consecutivo, el cual extendería aún más su récord.
¿Qué dice el City?
El Manchester City ha negado de manera sistemática todas las acusaciones, incluso antes de que las enumerara la Liga Premier el año pasado, y ha afirmado que su caso tiene el respaldo de un “amplio conjunto de pruebas irrefutables”.
Sin embargo, nunca ha aportado esa evidencia públicamente, bajo el argumento de que las acusaciones se basan en “el hackeo ilegal y la publicación fuera de contexto de correos electrónicos del City”.
¿Qué? ¿Hackeo ilegal?
El caso del City tiene su origen en la publicación de unos documentos llamados Football Leaks. Los hizo públicos un hacker portugués, Rui Pinto, después de obtener acceso a los archivos internos de algunos de los equipos más importantes del fútbol mundial. Sus partidarios lo llamaron informante; los clubes le tacharon de ladrón.
No obstante, los miles de documentos, mensajes y correos electrónicos que sacó a la luz apuntaron hacia un feo trasfondo de la multimillonaria industria del fútbol y provocaron vergüenza y, en algunos casos, consecuencias legales para algunas de las personalidades e instituciones más importantes del fútbol. Sin embargo, el caso del City siempre ha parecido tener más ramificaciones, debido al tamaño de la Liga Premier y el dueño del Manchester City, el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, quien, además de su influencia política en los EAU, es uno de los hombres más ricos del mundo.
Pinto ha estado encarcelado en Portugal y enfrenta otros cargos relacionados con sus actividades dirigidas contra la industria del fútbol. En un comunicado que divulgó su abogado, Pinto señaló que el caso del City “demuestra claramente una vez más la importancia de las revelaciones de Football Leaks, su interés público y su valor generalizado, el cual supera otros intereses”.
¿Qué le podría pasar al City si pierde?
No hay ningún precedente de un castigo con la serie de cargos que enfrenta el City. El Everton, un equipo que tan solo fue declarado culpable de una infracción a las normas financieras de la Liga Premier, en un inicio obtuvo una deducción de 10 puntos en la clasificación del año pasado, la mayor sanción en la historia de la liga. (El castigo se redujo después a 6 puntos tras una apelación).
El rango de posibles castigos que enfrenta el Manchester City incluye multas enormes, una importante deducción de puntos o incluso la máxima sanción: la expulsión de la Liga Premier. Cualquier sanción podría provocar que los clubes rivales reclamen los honores que consideran que se les negaron. Además, un castigo deportivo importante —como la expulsión de la Liga de Campeones— podría provocar la ruptura de la plantilla dominante y plagada de estrellas que reunió el entrenador español del City, Pep Guardiola.
La audiencia incluso es de alto riesgo para las relaciones internacionales. El gobierno británico pareció confirmar las conversaciones entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y los Emiratos Árabes Unidos cuando rechazó las solicitudes de libertad de información sobre las conversaciones relativas al caso, bajo el argumento de que “detallar nuestra relación con el gobierno de los EAU podría perjudicar la relación bilateral entre el Reino Unido y los EAU”.
c.2024 The New York Times Company