En la arena política mexicana, pocas historias han captado tanta atención como el caso de la ‘Nómina Secreta’, un escándalo de corrupción que ha enfrentado al exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, con la actual gobernadora del estado, María Eugenia Campos, y el exgobernador César Duarte. Este entramado de corrupción, revelado por Corral durante su mandato, ha desencadenado una serie de acusaciones y contraacusaciones que han puesto en el centro del debate la integridad de los actores políticos involucrados.
El Origen de la ‘Nómina Secreta’
La ‘Nómina Secreta’ se refiere a una red de corrupción operada por César Duarte, el exgobernador priista de Chihuahua, que según Corral, distribuyó alrededor de mil millones de pesos a empresarios, políticos y figuras religiosas para obtener favores y apoyo político. El exgobernador denunció que este dinero, entregado en efectivo, ayudó a consolidar el poder de Duarte a través de la aprobación de iniciativas, la ampliación de la deuda pública y la influencia en varios sectores clave de la sociedad chihuahuense.
En 2020, Corral acusó a Maru Campos, quien entonces era presidenta municipal de Chihuahua, de haber recibido poco más de 10 millones de pesos de esta ‘nómina secreta’. La denuncia llevó a Campos a ser vinculada a proceso por estos cargos, lo que intensificó el conflicto entre ambos políticos.
El Conflicto Actual: Corral contra Campos
Javier Corral, quien ahora es senador electo por Morena, sostiene que la persecución en su contra es un intento de desacreditarlo y frenar su trabajo anticorrupción. En sus declaraciones, ha señalado que la gobernadora Campos ha estado utilizando su influencia para desviar la atención de las acusaciones contra ella y proteger a César Duarte, a quien, según Corral, se le han condonado impuestos y procedimientos administrativos, permitiendo su libertad condicional y continuando con sus actividades en Chihuahua sin consecuencias.
Corral ha denunciado que esta persecución política tiene como objetivo evitar que continúe su labor en la lucha contra la corrupción, especialmente ahora que ha pasado a formar parte del equipo de Claudia Sheinbaum, presidenta electa. En un video reciente, Corral argumentó que la administración de Campos ha mostrado un cinismo notable al permitir que Duarte, a quien él considera un símbolo de la corrupción, evada justicia.
La Respuesta de María Eugenia Campos
María Eugenia Campos, por su parte, ha rechazado las acusaciones y ha acusado a Corral de usar las denuncias de corrupción como un medio para atacar a sus adversarios políticos. La gobernadora ha afirmado que las acusaciones son infundadas y parte de una estrategia para desprestigiar su administración y su carrera política.
Campos ha negado cualquier vínculo con la ‘Nómina Secreta’ y ha subrayado que las acusaciones de Corral son un intento de desviar la atención de su propio pasado y sus acciones durante su mandato. Según su perspectiva, la denuncia de Corral está motivada por intereses políticos y personales más que por un genuino deseo de combatir la corrupción.
El caso de la ‘Nómina Secreta’ ha puesto en evidencia la complejidad y la intensidad de la lucha por el poder en México. Mientras Javier Corral se presenta como un valiente denunciante de la corrupción, enfrentando la presión y la persecución de quienes se beneficiarían del status quo, María Eugenia Campos y César Duarte están en el centro de un torbellino de acusaciones que refleja las tensiones y los conflictos dentro del sistema político.
A medida que el caso avanza, será crucial observar cómo se resuelven estas acusaciones y qué impacto tendrán en la política chihuahuense y nacional. La lucha entre el ‘Maruduartismo’ y los esfuerzos anticorrupción de Corral destaca un aspecto fundamental de la política en México: la continua batalla entre la integridad y el poder, y la importancia de mantener la transparencia y la rendición de cuentas en todas las esferas del gobierno. Corral sostiene que la persecución en su contra, que incluye acusaciones de enriquecimiento ilícito, es un intento de desacreditarlo y evitar que continúe con su labor anticorrupción. Alega que Campos y Duarte han usado su influencia para protegerse y evitar las consecuencias de sus actos corruptos.
María Eugenia Campos niega las acusaciones y acusa a Corral de usar el caso para fines políticos. El conflicto entre Corral y Campos refleja la lucha por el poder y la transparencia en la política mexicana.