La última vez que la selección azteca se perdió una Copa del Mundo fue en 1990, cuando la sub-20 engañó a las autoridades en un torneo de la Concacaf y el castigo causó un efecto dominó
Detrás de cada una de las selecciones que logran tener su pase de ida a la Copa del Mundial de Futbol hay historias conmovedoras, de superación y de esperanza, pero también hay capítulos penosos que han aturdido a países enteros, como lo fue “El Cachirulazo”, que manchó al balompié mexicano impidiendo que el ‘Tri’ acudiera a la justa de Italia en 1990.
Era abril de 1988, habían pasado ya dos años de la Copa Mundial de México de 1986 y faltaban un par más para la realización de una nueva edición en Italia (1990). Mientras llegaba el gran día, se calentaban motores con mundiales de selecciones menores.
En ese entonces, se jugaba el XII Torneo Juvenil de la Concacaf en Guatemala, competencia que también mantenía en vilo a las naciones de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, pues la selección que resultara campeona y subcampeona obtenía en automático su pase a la copa Mundial Masculina Sub-20 en Arabia Saudita.
El historial de México marchaba bien: en la fase de grupos venció 4-1 a Bermudas, 2-0 a Cuba, 7-0 a las Antillas Holandesas, mientras que obtuvo un empate 2-2 con Canadá.
Ya en segunda ronda, la Selección Mexicana volvió a vencer a Cuba 2-1, perdió 3-0 contra Costa Rica y logró sacar ventaja 2-1 ante Estados Unidos, quedando entonces en segundo lugar del torneo, por detrás de los ticos, y obteniendo su pase al Mundial juvenil.
La revelación
Ficha de registro de Aurelio ‘Chino’ Rivera Bueno. (Archivo Infobae)
Previamente, el 3 de enero de 1988, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) había lanzado advertencias de no tratar de engañar al máximo rector del futbol con respecto a la edad límite establecida para los jugadores en el torneo de la Concacaf Sub-20, siendo lo máximo permitido 20 años.
Mientras se desarrollaban los últimos partidos del torneo de la Concacaf, los periodistas Antonio Moreno y Alfredo Ruíz publicaron el 12 de abril de 1988 una columna sin firmar en el diario deportivo Ovaciones, en donde exhibieron irregularidades sobre la edad de los jugadores tras consultar un anuario publicado por la propia Federación Mexicana de Futbol (Femexfut, hoy FMF), siendo ésta superior a las establecidas.
Una semana después, el mismo día que México se enfrentaba a Cuba en la ronda final, Moreno sacó otra columna en la que hablaba sobre el peligro de “tratar de ganar ventaja sobre los rivales al incluir a jugadores mayores a la edad permitida”.
La bomba estalló cuando finalmente el periodista José Ramón Fernández, titular de los programas de televisión A la Misma Hora y DeportTV, dio a conocer la noticia en televisión nacional.
En respuesta, el entonces presidente de la Femexfut, Rafael del Castillo Ruiz, no sólo arremetió contra los periodistas, sino que también negó las acusaciones y comenzó toda una defensa con el fin de limpiar el escándalo.
Con el paso de los días, otros medios de comunicación verificaron y reafirmaron los señalamientos. La Jornada y el programa A la Misma Hora hicieron una revisión de las actas de nacimiento de los jugadores, encontrando que José Luis Mata Santacruz pasaba la edad reglamentada por cuatro años; Gerardo Jiménez Cantú y José de la Fuente Guzmán, excedían por dos años, y Aurelio ‘Chino’ Rivera Bueno, defensa y capitán del equipo, la sobrepasaba por siete años.
Los castigos
En 1990, año en el que se jugó el Mundial de Italia, algunos de los futbolistas convocados a la Selección Mexicana eran Jorge Dávalos, Ricardo Peláez, Javier Aguirre, José Enrique Vaca, Efraín Herrera, Hugo Pineda, Víctor Rodríguez, Héctor Esparza, Manuel Negrete, Alfonso Sosa y Daniel Guzmán. (Infobae/Jovani Pérez)
La información pronto traspasó barreras y el 5 de mayo las federaciones de Guatemala y Estados Unidos levantaron una denuncia ante la Concacaf exigiendo una investigación.
Luego de hallar pruebas suficientes sobre el engaño, la Concacaf tomó la decisión de vetar a la Sub-20 mexicana de la justa deportiva, dándole el pase al Mundial juvenil en Arabia Saudita a Estados Unidos.
Al mismo tiempo, quienes formaban parte del consejo nacional de la Femexfut en ese entonces también fueron inhabilitados de por vida por la Concacaf, entre ellos: Rafael del Castillo (presidente del consejo), Rafael Lebrija Saavedra (presidente de la Segunda División), Rafael Castellanos (vocal), Víctor Manuel González Dávila (secretario general de la federación), Ramón Martínez (secretario), Manuel Aceves Montenegro (tesorero y compilador del anuario original), Gerardo Gallegos Cásares (presidente de la Tercera División y subdirector de la selección juvenil), Gilberto Morfín Salazar (presidente de la rama amateur de la FMF), Francisco Javier Cantú (prosecretario) y Héctor Antonio Pérez Contreras (segundo vicepresidente y jefe de la delegación mexicana al torneo celebrado en abril).
«La FIFA pone K.O. a México», se leía en los diarios. (Archivo Infobae)
El único al que no se le impuso ese veto fue al Director Técnico de la Sub-20, Franciso “El Potrillo” Avilán. Él mismo confesó que ya había señalado a la Femexfut que los jugadores sobrepasaban la edad, pero sus avisos fueron ignorados.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) también abrió una investigación para determinar si se había incurrido en el delito de falsificación de actas de nacimiento; finalmente los jugadores reconocieron que habían dado edades falsas a la hora de sacar sus actas con ayuda de Rafael del Castillo.
El presidente de la Federación Mexicana intentó apelar las sanciones de la Concacaf yendo a Zúrich para hablar con los directivos de la FIFA, confiando en la buena relación que el país había forjado con la máxima autoridad tras haberlos “salvado” en el Mundial de 1986, cuando Colombia retiró su candidatura para ser la sede y México levantó la mano para organizarlos.
Sin embargo, la FIFA no sólo respaldó las acciones tomadas por la Concacaf, sino que también extendió las sanciones a todas las selecciones de México por dos años, comprometiendo así la participación del ‘Tri’ en los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, así como en la Copa Mundial de Futbol de Italia de 1990.
Los directivos de la Femexfut fueron inhabilitados de por vida. (Infobae)
El Mundial de Italia en 1990 marcó la última vez que la selección azteca se perdió su participación en esta Copa, ello luego de que tampoco asistiera a otras como Italia 1934, Francia 1938, Alemania 1974 y España 1982, aunque por otros motivos.
Previo a que se realizara el mundial, también era habitual ver sufrir a la afición en los partidos de torneos locales, pues los hinchas llevaban carteles en donde rogaban a la FIFA que los perdonara y que el castigo era una injusticia.
¿Por qué los “cachirules”?
Al menos cuatro jugadores sobrepasaban la edad límite para estar en la sub-20. (Infobae)
El nombre de este escándalo, “El Cachirulazo” o “Los Cachirules”, fue tomado de un personaje de la televisión de la década de 1950, llamado “Cachirulo”, que formaba parte del programa infantil “Teatro Fantástico”.
Este personaje era interpretado por el actor Enrique Alonso cuando éste rondaba entre los 30 y 40 años, por lo que el público al llamar “cachirulos” a los jugadores se referían a que fingían ser mucho más jóvenes de lo que eran en realidad.
La palabra “cachirul” también se usaba a principios del siglo XX, cuando los mexicanos se referían a objetos de mala o dudosa calidad.
El término también era empleado en el futbol de las categorías amateurs, cuando un jugador que no formaba parte de la plantilla registrada ingresaba al campo para hacerse pasar por otro y con ello no perder por default al no contar con los suficientes jugadores.