Pilar Sopeséns
En el desfile de Rabanne en la Semana de la Moda de París se ha mostrado esa creación artesanal de un orfebre parisino que ha necesitado 100 horas de trabajo.
Estamos en el ecuador de la Semana de la Moda de París y muchos grandes nombres de la industria como Dior, Balmain o Mugler han mostrado ya sus colecciones para la primavera-verano de 2025.
También hemos podido ver a numerosas celebridades por las calles de la capital francesa como Rosalía, Camila Cabello, Thalía o Anya Taylor-Joy, entre otras.
Uno de los desfiles más esperados era el de la firma Rabanne que ha presentado no uno, sino tres increíbles accesorios.
El primero de ellos es el bolso 1969 Nano apodado “el bolso más caro del mundo” que rinde homenaje a «el vestido más caro del mundo», confeccionado por el fallecido Paco Rabanne, creador de la firma, en 1968 con oro y diamantes para la francesa Françoise Hardy, un icono de la moda que lució en un evento promocional.
A mitad de los años 60 Rabanne se hizo famoso por su uso revolucionario de materiales poco convencionales en la moda, incluyendo metal papel, plástico y oro. El vestido de Hardy estaba confeccionado con 1.000 piezas de oro y diamantes de 300 kilates.
El bolso que hemos podido ver en el desfile está hecho a mano, de manera totalmente artesanal, y ha necesitado 100 horas de trabajo por parte del joyero artesano arz Bertrand. Según la revista WWD, tendrá un precio de $280,000.
Pero éste no ha sido el único complemento asombroso del desfile abierto por Gigi Hadid y creado por el director creativo Julien Dossena.
También hemos podido ver un bolso, el modelo Handcrafted 1969 Glass Bag, hecho con piezas de cristal de Murano hechas por la casa Venini fundada en Venecia en 1921 y conocida por los colores de sus cristales, que parecen de mármol.
Por último pero no menos impactante el Handcrafted 1969 Ceramic Bag, compuesto por discos de cerámica del taller parisino Astier de Villatte, que ha preservado la tradición cerámica del siglo XVIII y el arte del estampado. Modelando la cerámica al presionarla en moldes, la técnica produce texturas delicadas y formas irregulares con acabados únicos.
Los bolsos están listos para ordenar desde el final del desfile en la boutique parisina de Rabanne.