Marco Aurelio Guevara
Desde hace tiempo, meses atrás en varios círculos sociales se hablaba de inminente quiebre de ARAS, varios lo decían, los sistemas 2ponzi” siempre terminan quebrando, haciendo ganar mucho a unos cuantos y a los promotores por supuesto… y haciendo perder mucho más a muchos más, como se está viendo hoy por hoy.Lo que es un gran monumento a la irresponsabilidad es que la autoridad no haya intervenido desde un inicio, se dice que desde la constitución de la empresa en la notaría pública número 3 de la ciudad de Chihuahua hubo irregularidades, omisiones, “vista gorda” para poder obtener la constitución de la misma. La autoridad federal principalmente, la CNBV, la unidad de investigación financiera y cualquier otra autoridad de cualquier nivel y competencia debieron intervenir ante el primer aviso, pero no lo hicieron, como siempre ocurre en este México lindo y querido. Por omisión la autoridad es corresponsable de este gran problema social que se convierte el ASUNTO ARAS, y nos deja a la mente abierta para especular que por la misma omisión la autoridad es corresponsable, cómplice de este gran problema social que esta convertido el ASUNTO ARAS a quienes por cierto se les revuelve el estómago cuando oyen que los comunicadores exponemos el tema de forma pública, pero cuando un tema es del interés de muchos, es asunto colectivo y debe ser tratado de forma abierta y publica. El tema no es menor, se trata de un desfalco posiblemente de varios miles de millones de pesos.Los esquemas Ponzi son una forma de estafa que atrae inversores y paga utilidades a los inversores con fondos de inversores más recientes.Este esquema lleva a los defraudados a creer que las ganancias provienen de actividades licitas (por ejemplo, inversiones exitosas), y desconocen que otros inversores son la fuente de los fondos. Este esquema puede mantener la pantalla de un negocio sumamente sustentable y prolífico siempre que los nuevos inversores contribuyan con nuevos fondos, y siempre que la mayor parte de estos inversores no exijan el reembolso total y sigan creyendo en los activos inexistentes que supuestamente existen. El caso más reciente de un fraude en el sistema financiero mexicano hecho por un Sujeto Obligado es el caso de Ficrea el cual fue documentado brevemente por Jorge Valdivia García en su texto “Ficrea, un fraude que desnuda a la supervisión y a la cultura financiera en México, otra vez” y donde se defraudo a aproximadamente 6,848 personas por una cantidad aproximada de $2,700,000,000.00. (Dos Mil Setecientos Millones de Pesos)En el caso de Chihuahua, ARAS se dice que hay por lo menos 10 mil “asociados accionistas” como les dice hoy el Señor Armando Gutiérrez Rosas quien es el Director de esta empresa, o el C.E.O como pomposamente les dicen hoy por hoy, el caso es apantallar hablando en inglés. Bien lo comento el político, empresario y hoy articulista de prensa Guillermo Lujan Peña el pasado martes 9 de noviembre. Se descubrió el gran engaño que una empresa financiera, constituida legalmente como sociedad anónima promotora de inversión (SAPI), creada por Armando Gutiérrez Rosas, chihuahuense, con el nombre de la empresa en inglés, quizás para darle más caché a la firma, Aras Business Group. Muchos incautos cayeron en sus mentiras, y ahora dicen que no pueden pagarles a sus inversionistas, pero eso sí, afirman que su dinero está seguro.Estuvieron promocionando por las redes sociales, principalmente, que pagaban el 10% de interés mensual, es decir el 120% anual, cuando las tasas de interés sobre depósitos andan entre el 4 y 5% anual, es decir una tasa de más del 200% a la que está en el mercado. De entrada, es una tasa de interés tan alta que es para que nadie les creyera, pero desgraciadamente hay gente inocente que quiere que su dinero se reproduzca más rápido y sin un análisis de la oferta, se dejan llevar y caen en la trampa. (Concluye la cita)Ahí está pues la posible estafa por que reasulta que quienes metieron su dinero son “asociados accionistas” pero sin duda la toma de pelo, el juego con la aspiración de muchos de multiplicar su dinero por necesidad y la avaricia de otros de tener más y más aún y cuando no les hacía falta.“Lo que viene fácil, fácil se va” reza el dicho popular y el dinero de muchos fácil se fue.