El arresto del líder Andrés Valles, nueva ofensiva de la 4T contra los productores chihuahuenses
Por Froilán Meza Rivera
Aunque lo niega de manera persistente y mecánica, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sí practica la represión de los movimientos sociales, y no tiene escrúpulos para aventarle encima la fuerza militar a las masas, ni en lanzar sobre ellos calumnias sangrientas desde la ventaja de la misma tribuna presidencial, como tampoco se ha detenido a la hora de utilizar el arma del terror fiscal cuando congela cuentas bancarias de los que él considera sus enemigos. Asesina y encarcela, también.
El hecho más reciente, que no el único ni el último, que ha cometido López Obrador contra los productores agrícolas del estado de Chihuahua que se rebelaron en contra de su política de saqueo del agua de sus presas, fue la aprehensión -apenas el jueves 22 de julio- del líder por la defensa del agua, Andrés Valles. El agricultor cayó en manos de la Guardia Nacional y los militares, que tenían meses persiguiéndolo, según ellos.
Diferentes voces se levantaron de inmediato en la defensa de la más nueva víctima de la represión obradorista contra los rebeldes de Chihuahua.
“No hay que perder de vista que hay otras tres personas que están injustamente detenidas, y ahora, después de las elecciones. viene una detención de un líder que figuraba en la defensa del agua. Hay una serie de videos donde él (Andrés Valles) expresa su malestar por la situación que se estaba pasando en ese entonces, lo que es muy distinto a cometer directamente los señalamientos que le hacen”, manifestó al respecto Alfonso Lechuga de la Peña, presidente del Consejo Estatal Agropecuario (CEA), en la defensa que hizo del líder de los productores agrícolas, señalado por haber cometido delitos como “robo de vehículo” y “motín”.
De la argumentación de Alfonso Lechuga se destaca el otro hecho: que existen ya tres presos políticos metidos en la cárcel por los mismos motivos por los que acaba de caer Valles. En efecto, tres campesinos que participaron en la toma de La Boquilla el 8 de septiembre de 2020, junto con otros cientos de sus compañeros afectados por el despojo de agua, fueron encarcelados durante la noche de ese mismo día, detenidos de manera violenta por una patrulla militar y enviados a prisión. Rosendo Lerma Lechuga, Juan Lechuga Montes y Juan Rivera Márquez siguen prisioneros de la “cuarta transformación” desde entonces, acusados de “terrorismo”. El 8 de julio cumplieron ya 10 meses de estar privados de su libertad, sólo por defender su derecho al agua de riego, y sin que su caso avance un milímetro en los juzgados.
Ahora es Valles, pero en su momento, la Guardia Nacional asesinó a Jessica Silva y dejó malherido a su esposo. Recordamos ese hecho. Tras participar en las protestas de la presa “La Boquilla”, Jessica y su esposo Jaime Torres, fueron baleados en la carretera Camargo-Delicias por elementos de la Guardia Nacional. Aquel 8 de septiembre, cerca de las 22:30 horas, los efectivos militares comenzaron una persecución contra la pareja que circulaba en una camioneta y realizaron varias detonaciones de arma de fuego. Jaime Torres pudo sobrevivir a las lesiones de bala que recibió, no así su esposa Jessica, quien murió a bordo de la camioneta en que viajaban, de manera instantánea.
Asimismo, hay registro de otro hecho deleznable que se perpetró, igual que los ya mencionados, con el propósito de desalentar la lucha social en Chihuahua. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) informó, el 14 de septiembre de 2020, que bloqueó las cuentas bancarias del ex
gobernador José Reyes Baeza, del líder de los agricultores de los módulos de riego Salvador Alcántar, así como de Eliseo Compeán, alcalde de Delicias, y de refilón, varias cuentas propias del Ayuntamiento de Delicias. En total, la UIF congeló al menos 50 cuentas bancarias de individuos, de organizaciones de productores de la región Centro-Sur del estado de Chihuahua y del Ayuntamiento de Delicias, cuyos directivos participan en las acciones para evitar la extracción de agua de la presa La Boquilla. Según la UIF, el bloqueo a sus cuentas se realizó “por detectar movimientos irregulares en el sistema financiero nacional.”. Pero la mentira no se sostuvo, porque realmente nunca existió una investigación a ese respecto y las cuentas terminaron regresándose a sus dueños, sin más.
Ahora, algunos ven en el arresto de Valles, señales de que se avecina una nueva ola de represión para preparar el terreno hacia la toma por los militares de las presas La Boquilla y Las Vírgenes, por la vía de debilitar a los productores rebeldes metiéndoles miedo. Hay versiones en las redes sociales, que anuncian la próxima detención de más personajes de la insurgencia por el agua, y ha habido movilizaciones de la Guardia Nacional a Las Pilas, que es una pequeña presa reguladora del flujo saliente de La Boquilla y que se encuentra a pocos kilómetros de la Presa principal.
Como respuesta a la reciente movida de la 4T, el diputado federal por Chihuahua, Mario Mata, dio a conocer que los agricultores de la región Centro Sur, se están organizando para realizar una manifestación pacífica, para exigir la liberación del líder Andrés Valles. El legislador manifestó que en la región se ha considerado esa detención como “un revanchismo político” por parte del Gobierno Federal en contra de los productores agrícolas chihuahuenses.
Valles participó en el movimiento de la defensa del agua que inició en noviembre de 2019 y que se extendió durante varios meses con bloqueos de vías, con la quema de camionetas en Ojinaga, de edificios en el Centro de Ciudad Delicias, y tuvo un papel protagónico en octubre 8 de 2020, en la toma de la presa La Boquilla por una multitud de productores inconformes. Desde entonces, y por su papel en este movimiento reivindicador, el Gobierno de la 4T le había echado el ojo para ejercer en su contra acciones revanchistas que cumplan una función también de escarmiento.
Ahora, la moneda está en el aire, y los productores deben plantearse cuán profunda y qué tan seria es su lucha por la defensa del agua de riego, de sus labores, de sus familias y de la economía de toda la región. Deben autocriticarse por haber abandonado a los tres campesinos que tienen ya 10 meses sufriendo en las mazmorras por haberlos defendido a ustedes. Y, por último, si van a dar por un hecho el argumento de la “cuarta transformación”, de que Andrés Valles no es más que un despreciable terrorista. Eso es lo que quieren los enemigos de los chihuahuenses. Pero ¿qué es lo que piensan los agricultores víctimas del saqueo de sus recursos, y cómo van a responder? ¿Van a volver a tomar valientemente en sus manos la defensa de su agua, van a tomar decididamente la defensa jurídica y política de sus compañeros presos, se van a manifestar masivamente por su causa? De todo corazón, espero que sí.
1 comentario
Ahora resulta que la incitacion a la violencia no es un delito. Art. 208 Código Penal