¿Duermes mal? Quizá es porque comes mal…Los alimentos ultraprocesados se asocian a un mayor riesgo de insomnio crónico
Javier Peláez El insomnio parece haberse convertido en un mal común en nuestros tiempos. Los estudios apuntan a que uno de cada siete adultos padece insomnio crónico y las cifras no parecen mejorar con el paso de los años. Las causas son muy variadas e incluyen desde el estrés hasta el consumo de nicotina o cafeína, pasando por la obesidad, determinadas enfermedades y trastornos específicos, malos hábitos, horarios poco adecuados o el excesivo uso de las pantallas y móviles de nuestros días.
Sin embargo cada vez más expertos están atando cabos y apuntan a que una mala alimentación también despliega efectos nocivos en nuestro descanso. El consumo de alimentos ultraprocesados está en alza por todo el mundo y, aunque se ha relacionado con numerosas afecciones de salud, como diabetes, obesidad y cáncer, en realidad contamos con muy pocos estudios centrados en los efectos que producen estos alimentos en la calidad del sueño, y menos aún en el insomnio crónico.
Precisamente, en estos días, una nota de prensa publicada en Elsevier informa de un revelador estudio en este sentido que ha llegado a conclusiones preocupantes. El trabajo ha aparecido en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics y es el mayor estudio realizado hasta el momento analizando la asociación entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el insomnio crónico.
Los investigadores pertenecen al Departamento de Medicina de la Universidad de Columbia y han aprovechado los datos del estudio NutriNet-Santé, un estudio de cohorte que se está llevando a cabo en Francia, para recabar información de 38.500 adultos, hombres y mujeres, que habían completado un cuestionario de sueño y al menos dos registros dietéticos de 24 horas.
Características sociodemográficas, de estado de salud y de estilo de vida de la muestra del estudio según el estado de insomnio, Estudio NutriNet-Santé, Francia
Las conclusiones del estudio muestran “una asociación estadísticamente significativa entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el insomnio crónico, independientemente del nivel sociodemográfico, el estilo de vida, la calidad de la dieta y el estado de salud mental”.
El análisis de la base de datos, los autores encontraron que los alimentos ultraprocesados están asociados con el insomnio que experimenta aproximadamente un tercio de los adultos. “El insomnio fue evidente tanto en hombres como en mujeres, pero el riesgo fue ligeramente mayor en los hombres que en las mujeres”.
Es una buena aproximación aunque los autores señalan que “es importante recordar que nuestros análisis fueron de naturaleza transversal y observacional”. Esto significa que los datos solo establecen asociación pero se necesitan futuros estudios para establecer una causalidad más clara. Aun con estas reservas, nos hallamos ante el primer estudio de esta clase y contribuye al conjunto de conocimientos y precauciones que ya existen sobre los alimentos ultraprocesados.
Los investigadores recomiendan que los estudios futuros se centren en confirmar la causalidad y evalúen también estas asociaciones a lo largo del tiempo. Eso sí, un buen consejo que la autora principal ofrece en Elsevieres que “las personas con dificultades para dormir puedan considerar examinar su dieta para determinar si los alimentos ultraprocesados podrían estar contribuyendo a sus problemas de sueño”.