El mariscal de campo ha sabido mantenerse vigente gracias a su brazo privilegiado.
LA GLORIA
Drew llegó al equipo de los Santos en el 2006. De inmediato mostró una gran química con el entrenador en jefe Sean Payton. De su mano, la franquicia se convirtió en un equipo contendiente. En su primera temporada llegaron a la final de conferencia, donde cayeron ante los Osos de Chicago. La revancha llegó en el 2009. Esa temporada fue distinta. Brees y compañía levantaron el Vince Lombardi luego de vencer a los Potros de Indianápolis, en un gran juego. El egresado de la Universidad de Purdue fue nombrado el MVP.
Tras ganar el Súper Tazón, Nueva Orleans se hizo un habitual en la postemporada. De 13 partidos disputados, tiene una marca de siete ganados por seis perdidos.
NUEVA OPORTUNIDAD
Luego de que los Santos cayeran la temporada pasada ante los Vikingos de Minnesota en la ronda divisional con aquel famoso milagro de Minneapolis, Brees buscará llevar a su equipo a un nuevo Super Bowl. El camino no será fácil, el próximo domingo enfrentarán a las Águilas de Filadelfia y, en caso de avanzar, deberán librar una nueva batalla, ya sea con los Rams de Los Ángeles o los siempre favoritos Vaqueros de Dallas. A su favor tienen el haber terminado con la mejor marca de la Conferencia Nacional. El beneficio es que cualquier partido se definirá en el Mercedes-Benz Superdome.