El día de hoy quiero compartir con ustedes algo que es probablemente uno los mayores generadores de miedo, miedo a secas, de angustia o ansiedad, como lo quieran ustedes llamar, en medicina significan lo mismo, incertidumbre y obviamente de un temor fundado que no es gratuito hacia el qué hacer en la familia o en lo personal siguiendo las medidas preventivas que ha sugerido la secretaría de salud a través del Subsecretario o que se han sugerido en todas partes del mundo. Usted que está confundido, asombrado o también desconcertado por tanta noticia contradictoria acerca de qué hacer con algo tan simple como el uso o no uso de los cubrebocas; se ha de preguntar ¿Bueno si ya tomé todas las medidas posibles, y por alguna razón a veces imposible de precisar, tengo un familiar contagiado o yo mismo lo estoy ¿cuál es el tratamiento adecuado a seguir?
Curiosamente las autoridades sanitarias lo que es correcto, han tratado de indicar las medidas preventivas necesarias para evitar que la pandemia se expanda; o tenga un repunte como lo estamos viendo ahora y eso es la medicina, lo primero siempre es la prevención sobre todo a nivel del Estado, a nivel de la ciudadanía o en lo individual que es más importante. Pero ¿qué hago si me pasa? ya seguí, todo lo hice bien o lo hice mal o me equivoqué y salí, pero ya me sucedió. Ya me infecté o ya le dio a mi sobrino o algún familiar, ya le sucedió al señor del estanquillo o al proveedor al que le compro mis alimentos y medicinas etc… ahora ¿qué hago?
Me he puesto a revisar en compañía de algunos médicos amigos, compañeros, pacientes y familiares interesados, y encuentro que hay una gran discrepancia porque no hay si un protocolo de tratamiento universal o generalizado para usarse con certidumbre, una vez que la persona está infectada.
Hay una gran confusión también, entre las medidas de tratamiento que hay y han sido difundidas, sobre todo las que no han sido aprobadas; no solamente por la Organización Mundial de la Salud como organismo rector de la Salud Pública de las Naciones Unidas, sino también de las organizaciones y los titulares de la Salud Pública en algunos países.
Todo mundo puede aceptar que haya muchos casos que van a resolver con la vacuna, pero no hay, excepto quizá la de Oxford que ya se aprobó en Inglaterra, Japón y Corea.
Si usted en este momento tiene que llegar a un hospital como paciente. ¿Qué le van a administrar, recetar, medicar o sugerir?
Los medicamentos aprobados, que en general han respondido adecuadamente como el antinflamatorio, corticosteroide (Dexametasona) antibiótico (Azitromicina), en algunos casos, los anti- trombóticos, hidróxidocloroquina, Gasdem (medicina de semillas de cítricos elaborada por nanotecnología) más: Zinc; y desde luego, el Factor de Transferencia y el Dióxido de Cloro.
Los retrovirales o antivirales son inaccesibles por el costo, y no cuenta con ellos en todas las unidades médicas hospitalarias y su uso debe estar tan limitado, como se estuvo ante el SARS y la influenza.
Qué sucede con toda la información mundial que leemos, sobre sustancias que se han empleado como por ejemplo en la India que se recurrió la medicina homeopática, usando el Arsénicum Album, la Bryonia alba, logrando en los primeros meses de la pandemia un índice de mortalidad bajo, usando como preventivo 3 chochitos, que se usan cada quince días como preventivo y diariamente como coadyuvante de la terapéutica alopática y cuesta menos de $200 los dos frascos.
¿Qué han hecho con las investigaciones y un libro publicado sobre el Dióxido de Cloro? He recibido incontable información, como de ningún otro medicamento sobre la faz de la tierra en toda mi vida.
Hay una gran cantidad de información que lo ve positivo, no solamente como preventivo, ni curativo si no como una medicina de excepcional seguridad, puesto que durante muchos años se ha usado para sanitizar la leche que es envasada o puesta en empaques de tetra pack, el agua de las purificadoras e incluso la sangre de los paquetes vasculares, que se usan en los hospitales, para aplicar una transfusión sanguínea.
Sí es una sustancia que se ha usado en un plan de sanitización y de prevención de contaminación de sangre humana para transfusiones, ¿por qué se han opuesto las autoridades sistemáticamente a su uso; ¿no será por el bajo costo, fácil de preparar, fácil de ingerir, fácil de consumir como preventivo y tan útil cuando ya la enfermedad está presente en cualquiera de sus fases?
Esa pregunta me la hago todos los días. Y la misma se la quiero hacer específicamente a un distinguido Pediatra yucateco que se caracterizó además de su capacidad como médico, por su profunda lealtad a Andrés Manuel López Obrador y lo que lo hizo merecedor de ser actualmente el Director de COFEPRIS, organización del Estado que permite a través del examen concienzudo de las características de algunos de los medicamentos y su distribución permite ser autorizados, para su venta libre al público y se difunda y disemine toda información correspondiente de las bondades o efectos secundarios de tales medicamentos que todavía no conocemos bien. Este es el caso del Dióxido de Cloro.
Dr. José Alonso Novelo Baeza, con todo respeto, por su sabiduría, capacidad como pediatra, la estima y el cariño que se le tiene en Yucatán. ¿Cuál ha sido el papel de COFEPRIS en la actualidad? probablemente en un contacto directo, conexión o dependencia del Señor Secretario de Salud y los subsecretarios del ramo y por alguna razón que desconozco y deseo que exprese en forma pública: el día 22 de Julio salió un comunicado de COFEPRIS difundiendo precisamente lo contrario a lo que yo estoy pidiendo, literalmente prohibiendo el uso o consumo de dicha sustancia.
Y está en su derecho de hacerlo, pero también, de comprobar que tantas razones, clínicas, médicas y de investigaciones farmacológicas, bioquímicas, biológicas han tenido, para evitar su uso, lo que ya está permitido en otros países latinoamericanos haciendo incluso en otros países latinoamericanos y de otras latitudes que tiene muchísimo menos recursos que el nuestro.
Llama la atención, porque en la búsqueda de la salud, lo médicos y las instituciones no debemos inquirir en los medicamentos más sofisticados y en tanto mucho más caros, y no en la moneda nacional, si no en dólares.
Por esto expongo mi pregunta Dr. Novelo, Señor Secretario de Salud, con mucho respeto al Sub secretario que tanta ilustración nos ha dado sobre las características epidemiológicas de la pandemia.
Pero lo que queremos saber millones de mexicanos ¿Qué hago si me contagio? Ya traté de seguir todo lo que dijeron que se podía hacer para prevenirlo: la sana distancia, el confinamiento, la cuarentena, el cubre boca, el lavado de manos, el gel, la careta, y no sé por qué razón algunos, miles se llegan a infectar y en ocasiones, a morir.
Como usted sabe, por ley tenemos derecho Constitucional a la Salud y a exigir que se nos proporcione un medicamento que pensamos nos puede ser útil.
Si alguien quiere realizarlo, por ejemplo; si tiene Disbiosis, aplicarse una trasfusión de excremento, una lavativa con eses, tiene todo el derecho de solicitarlo y hacerlo; ya que son investigaciones y prácticas que se han hecho en otros países. Si se quieren inyectar o tomar orines, como “cura” probable para el cáncer, lo puede hacer si así lo decide, ya que es su derecho, como el de cada individuo o cada ciudadano para conseguir salud.
COFEPRIS me prohíbe la posibilidad de usar dióxido de cloro, sí, he visto en cantidad de pacientes, amigos, familiares, conocidos que están hasta el día de hoy teniendo sus actividades cotidianas, ingiriendo éste preparado tan simple; y de tanto uso, ya que tiene alrededor de 50 años de su conocimiento y aplicación, y es conocido su beneficio para la salud, probado en las transfusiones sanguíneas, en la lecha envasada y en muchas ocasiones( si se prepara correctamente), en el agua que venden como agua potabilizada.
Merecemos una explicación, y se nos indique científicamente, correctamente; económicamente viable, cuáles son los medicamentos a usar en el caso de la primera fase de infección en el Covid, en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; ¿Cuáles son los medicamentos indispensables a usar en el ámbito hospitalario de primer nivel, en el paso al segundo y tercer nivel de hospitalización y/o en la llegada a los servicios de terapia intensiva, donde es necesario ya en el tercer nivel aplicar incluso el procedimiento crítico de la intubación. ¿Por qué? Porque lo que está matando a muchos; señor Secretario, Sub Secretario, Director de COFEPRIS; es el estrés que causa la incertidumbre, la confusión, la ignorancia y la desinformación…
El estrés es miedo, es un desgaste brutal por el exceso de cortisol, adrenalina y noradrenalina en sangre y a veces de la hormona (ACTH) lo que hace que nuestras defensas naturales, nuestro equipo inmunológico descienda notoriamente.
Estamos entonces desprotegidos y ante las proclamas oficiales que decretan sin que el público sepa cómo y porque la prohibición de una sustancia que está siendo útil para millones; y habemos muchos que queremos saber que pasa, saber qué hacer. ¿Que no pueden llevar a cabo la elaboración de una lista de los medicamentos que tengamos en lo que puede ser el botiquín familiar, y lo medicamentos que tenemos en el buró…
Tenemos derecho 125 millones de ciudadanos a saber qué hacer si nos contagiamos, porque ya nos dijeron que hacer para prevenirlo, está bien y los seguimos escuchado diario.
Pero la pregunta es altamente específica. ¿Qué está haciendo COFEPRIS, la Secretaría de Salud y la sub secretaria del ramo? para decirnos: si tienen fiebre alta, la nariz tapada, que si no percibe los olores, tos, presión en el pecho, disnea, esos son síntomas graves; ya los tienen, ahora que hacen, cuánto cuesta y donde lo van a obtener todos aquellos que como yo, no tenemos ningún servicio de salud por seguro de gastos médicos o de otro tipo, oficial o no, para acudir a la compra inmediata de este tratamiento, cuando lo podemos hacer poco a poco y guardarlo en el botiquín familiar.
Dr. Novelo como colega suyo, quizá un poquito mayor en edad que usted, soy de estos viejos que siguen trabajando, pero todavía con lo que me quedan de neuronas funcionales, le pregunto con todo respeto.
¿Por qué? prohíbe COFEPRIS el Dióxido de Cloro, el uso de medicamentos homeopáticos, ¿Por qué prohíbe Cofepris el uso de MMS? ¿Por qué no se difunde el uso de sustancias que pueden ser útiles? Como son los elaborados en mi alma máter, Instituto Politécnico Nacional, como, por ejemplo, El Transferón y las investigaciones publicadas correctamente de los Oligonucleótidos Anti sentido que está investigando la Escuela Superior de Medicina el Dr. Santiago Villafaña.
Eso es lo que quisiera, me respondieran con todo respeto, y con más respeto aún, más premura y más necesidad social a mi señor Presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Dr. Ernesto Lammoglia uno los mayores generadores de miedo
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