– Dos grupos se disputan la Fiscalía Zona Norte
– Jorge Nava y su defensa mediática, no jurídica
– Guillermo Asiain, el nuevo defensor de oficio
– Más conflictos en sindicato del IMSS, ahora es bolsa de trabajo
Con la renuncia del fiscal Zona Norte, ha comenzado también en la dependencia la lucha de poder por ocupar la silla que dejó vacante Jorge Nava López.
Existen dos grupos visibles que comenzaron la rebatinga: uno es el de la coordinadora de Ministerios Públicos, Rebeca Sánchez, y el otro de Ulises Pacheco, extitular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública Chihuahua, durante la administración de Javier Corral. Pacheco fue acusado por los panistas fieles a la exvicegobernadora Lety Corral, de traicionar a Javier Corral para sumarse al equipo de Maru.
En las pasadas elecciones compitió por una diputación local por el distrito 02 y perdió. Posteriormente fue integrado al equipo de transición de Maru Campos y ahora levanta la mano para ocupar la Fiscalía Zona Norte.
Qué paradoja, la desgracia de su amigo Nava López le abre ahora las puertas para pelear su puesto sin el menor pudor ni remordimiento.
Por cierto, que contra todo lo que habría de esperarse de un abogado en situación de perseguido de la justicia federal, Jorge Nava López inició ayer una defensa, pero en las redes sociales, señalando que los medios han manejado su caso de una “manera superlativa”.
Vale recordarle al exfiscal que el asunto en que está involucrado trascendió primero a los medios de la capital del país y después a los del estado, por la orden de captura girada por Iván Aarón Zeferín Hernández, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal adscrito al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
El asunto en ningún momento fue inventado por los medios, ni mucho menos magnificado, como lo pretende hacer creer. Su caso se hizo noticia y se viralizó por tratarse de un servidor público involucrado en un tema que ya es escándalo nacional y tendencia de varias semanas.
Si hasta ayer no tenía algún sustento legal que indicara que el caso era real, como lo manejó en un comunicado dirigido a la opinión pública en su muro de Facebook, no es un tema que sea responsabilidad de los medios aclararlo, sino de su defensa jurídica.
Los medios únicamente difundieron la información del tribunal que liberó las órdenes de aprehensión, y será en el debido proceso donde deberá comprobar su inocencia, no en las redes sociales ni en la prensa.
Jorge Nava está en todo su derecho de defender su honorabilidad y su imagen pública, pero es el juez de la causa quien primero debe emitir el veredicto de culpable o inocente, porque el asunto es grande y los delitos por los que se le persigue son graves.
Llamó la atención que a esa defensa mediática del propio exfiscal, se sumara con tanta enjundia y pasión olímpica Guillermo Asiain, presidente de la Mesa de Seguridad y Justicia de Ciudad Juárez, quien sin más antecedentes del caso que su simpatía por Nava López, a las primeras de cambio dijo que no se vale que paguen las consecuencias otras personas por los actos de corrupción de otros, “ni que dañen carreras prometedoras de un gran servidor público”. Tómala.
Para el activista juarense, la evidencia del caso en que está involucrado Jorge Nava le dice que este es inocente. O sea que, en su docta opinión, el juez federal que lo reclama se está pasando de lanza y debe rectificar. Faltaba más.
A pesar de su experiencia de 11 años participando en temas de seguridad en Juárez y de que ignora el fondo legal del asunto, como lo ignora también el mismo Nava López, Asiain no tuvo empacho en hacer un posicionamiento de defensa a ultranza, a nombre del organismo que representa.
Se refirió al trabajo que Jorge Nava realizó al frente de la Unidad Modelo Antisecuestros, durante la administración de José Reyes Baeza, y dijo que fue ejemplo nacional contra el delito.
Lo que no dijo fue que, precisamente en esa administración estatal, el crimen organizado que controlaba los secuestros, las extorsiones y el tráfico de drogas, ensangrentó al estado y a Juárez como nunca antes en la historia de Chihuahua.
Ahora que esos hechos ya forman parte de la historia negra de la entidad, Jorge Nava debe demostrar su inocencia en el tribunal que lo reclama, donde no valen testimonios ni cartas de buena conducta, ni libros autobiográficos ni apologéticos.
Cambiando de frecuencia, en el sindicato del IMSS las cosas van de mal en peor, porque los sindicalizados, inconformes con los dirigentes estatales, acusan ahora al encargado de la bolsa de trabajo, Jesús Villanueva, de solapar muchas irregularidades de su esposa Liliana García Valerio, quien se desempeña como auxiliar de limpieza e higiene.
Por principio de cuentas, aseguran que la señora en cuestión, con matrícula 97084382, no presentó examen psicométrico para acceder a la plaza ni ha realizado el curso Ser IMSS, ni prácticas de la categoría que desempeña.
Gracias a su relación sentimental, fue favorecida con una licencia para no presentarse a sus labores durante todo un año. A pesar de no haber trabajado en las áreas Covid, como muchos otros sindicalizados durante la crisis de salud por la pandemia, cobró las bonificaciones por este servicio sin tener derecho a ello.
Aseguran los denunciantes que para la segunda quincena de junio 2021, Liliana García se encontraba laborando bajo interinato en el Hospital de Ginecología y que por orden del nivel central del IMSS, todos los interinatos deberían de terminar el 30 de ese mes.
Para evitar que desapareciera su interinato, Liliana gestionó una incapacidad a todas luces irregular porque lo que buscaba era conservar su posición.
Cuentan los sindicalizados, que la señora ha sido además favorecida con información privilegiada de su esposo para solicitar y obtener cambios de categoría, sin realizar exámenes y conservando la antigüedad
Este movimiento ocurre por la información y ventaja que le brinda el encargado de Bolsa de Trabajo del Sindicato Estatal, su media naranja, lo cual crea un conflicto de interés porque únicamente a esta trabajadora se le han otorgado contratos a modo, licencias o días de gracia, para no presentarse a trabajar sin rechazo de contrato, incapacidades irregulares y cambios de turno, los cuales no corresponden con su antigüedad como auxiliar de limpieza e higiene.
Por todas estas razones, los sindicalizados inconformes están solicitando a la dirigencia nacional una investigación a fondo de las funciones y conducta del encargado de la bolsa de trabajo, Jesús Villanueva. A ver si esta vez prospera, porque todas las anteriores se han quedado en el cajón del olvido.