AFP
El jefe de la barrabrava de Rosario Central junto otro integrante de ese grupo murieron en la noche del sábado en un tiroteo en las inmediaciones del estadio Gigante de Arroyito, tras un encuentro del equipo rosarino por la Liga argentina, según reportes de prensa.
Andrés «Pillín» Bracamonte, reconocido jefe de la barra de Rosario Central desde hace varios años y Daniel «Rana» Atardo, fallecieron en medio de un tiroteo producto de una emboscada a pocas cuadras del estadio, donde San Lorenzo venció a Rosario Central 1-0, según informó Cadena 3 de Rosario y otros medios nacionales como La Nación y Olé.
El partido no tenía hinchada visitante, por lo que las hipótesis iniciales apuntan a un posible ajuste entre barrabravas de Rosario.
Bracamonte no había podido ingresar en el estadio porque tenía la entrada vedada por el «derecho de admisión» a los espectáculos deportivos, a raíz de sus antecedentes, pero sí se encontraba en los alrededores del Gigante de Arroyito.
Hace un par de meses, Bracamonte había escapado de otro atentado junto a su pareja en Rosario, mientras que el viernes pasado el jefe de la barrabrava había acudido a un juicio en su contra por violencia de género en el que la fiscalía había solicitado que fuera penado dos años de prisión efectiva.
Bracamonte, que además tenía causas judiciales por asociación ilícita, extorsiones y lavado de dinero, había estado al frente de la barrabrava de Rosario Central durante 25 años y había sufrido cerca de 30 atentados contra su vida.
Las peleas entre barrabravas son moneda corriente en el fútbol argentino que suma más de 300 muertes en su historia profesional, según la oenegé Salvemos al Fútbol.
str/gfe