El País (Uruguay)
En la última década, gracias a modelos experimentales, avances en la tecnología y en las técnicas analíticas, se ha podido obtener una visión más profunda del cerebro adormecido. A continuación, tres grandes descubrimientos recientes sobre dormir y el sueño, una “actividad” fundamental para nuestro bienestar:
1. El cerebro repite memorias mientras dormimos
Una revisión publicada en 2023 mostró que las memorias formadas durante el día se reactivan mientras estamos durmiendo. Los investigadores descubrieron esto usando técnicas de aprendizaje para “decodificar” el contenido del cerebro adormecido.
Un estudio de 2021 descubrió que entrenar algoritmos para distinguir diferentes memorias mientras estamos despiertos hace posible ver los mismos patrones neuronales reaparecer en el cerebro adormecido.
En otros enfoques, los científicos lograron reactivar determinadas memorias reproduciendo sonidos asociados a la memoria mientras los participantes estaban durmiendo. Cuando la memoria fue evaluada después del sueño, los participantes recordaron más los estímulos cuyos sonidos fueron reproducidos durante el sueño, en comparación con los estímulos de control cuyos sonidos no fueron reproducidos.
La investigación también demostró que el sueño reestructura nuestras memorias para formar narrativas más coherentes y nos ayuda a encontrar soluciones a problemas. La ciencia está mostrando que dormir realmente ayuda a tener una vida menos complicada.
2. El sueño mantiene la mente saludable
Estudios en los que los investigadores mantienen a los participantes despiertos durante toda la noche, combinados con exámenes cerebrales de resonancia magnética funcional, han trazado un cuadro detallado del cerebro privado de sueño. Los estudios mostraron que la falta de sueño interrumpe gravemente la conectividad entre diferentes redes cerebrales.
Las alteraciones incluyen un colapso de la conectividad entre las regiones cerebrales responsables del control cognitivo y una amplificación de las regiones involucradas en el procesamiento de amenazas y emociones.
La consecuencia es que el cerebro privado de sueño es peor en aprender nueva información y peor en regular las emociones.
3. Protege de enfermedades neurodegenerativas
Problemas de sueño al principio de la vida aumentan el riesgo de demencia. Recientemente, se ha hecho evidente que el sueño profundo ayuda a eliminar toxinas del cerebro. La privación del sueño aumenta la tasa de acumulación de β-amiloide (asociado con el Alzheimer), en partes del cerebro involucradas en la memoria, como el hipocampo. Los problemas de sueño estaban asociados con una tasa más alta de acumulación de β-amiloide en un seguimiento cuatro años después. El buen sueño reduce los síntomas de depresión, ansiedad y estrés.