Que no quede huella, que no y que no…
– Plancha Cabada su salida
– Apareció el Judas de Morena
– Chela les jala las orejas
– Impugnan a Maru otra vez
El ominoso mundo de las redes sociales fue el primer termómetro al que accedió Mirone para palpar el sentir de los juarenses ante el regreso de Armando Cabada Alvídrez al gobierno municipal. Don Armando regresó ayer para retomar las riendas de la agonizante administración 2018-2021. Como usted ya adivinó estimado lector, al alcalde le llovieron todo tipo de críticas y comentarios negativos.
La única página de Face en donde lo trataron más o menos fue en la de él, esto gracias al equipo de redes que tiene a su servicio, y cuya tarea primordial es ocultar los malos comentarios en proporción de cinco a uno. Es decir, cinco buenos por cada malo.
El retorno de Cabada se esperaba desde el lunes antepasado. Sin embargo, el futuro diputado pluri decidió regresar hasta ayer lunes, porque necesitaba más días de descanso ante el agotamiento de las campañas.
Ayer, la agenda del presidente municipal inició con un reencuentro con los funcionarios de primer nivel. Los reunió a todos en la oficina conocida como la “pecera” y ahí dejó ver su profunda alegría por el regalote que le hizo Morena con su muy conveniente diputación pluri. Aprovechó también para darle sus palmaditas al doctor Carlos Ponce Torres y, en agradecimiento, lo convirtió en flamante coordinador de asesores.
Cabada aseguró que regresa con todo, con la pila bien recargada para cerrar la administración a tambor batiente, mientras que solicitaba a los directores estar a la altura para la muy próxima entrega-recepción.
Ahora muchos se preguntan a qué regresó Cabada. Es una pregunta natural y hasta lógica, y en el ambiente político pululan respuestas de todo tipo. Por ejemplo, a esta hora ya es vox populi que el alcalde “regresa a hacer una limpieza profunda de su administración”. La Auditoría Superior del Estado y el nuevo presidente municipal, Cruz Pérez Cuellar, deben encontrar en un par de meses una administración reluciente, impecable, al más puro estilo del gran ‘maestro limpio’.
El doctor Ponce Torres es hombre de todas las confianzas de don Armando, pero quizá no tiene el nivel para cerrar un gobierno del calibre del exindependiente, de abundantes claroscuros en la administración de los recursos públicos. Quizá haya mucho que barrer de arriba para abajo, desde el tercer piso hasta el primero en la Presidencia Municipal, así como en otras dependencias circundantes a la Francisco Villa y Malecón.
Después de la sesión de Cabildo celebrada ayer lunes y en un primer encuentro de acercamiento, Armando Cabada se reunió con el presidente municipal electo, Cruz Pérez Cuéllar, con el fin de iniciar el trámite del proceso de entrega-recepción. Este es, quizá, otro de los motivos por los que Cabada decidió regresar a la presidencia. Cabada recibió a los hermanos Pérez Cuéllar y a sus principales colaboradores. Aunque el encuentro fue cordial, del lado de los cabadistas se notó un dejo de congoja.
Otra de las supuestas motivaciones que para el regreso del alcalde se manejan en el ambiente de la grilla, es que a Cabada le interesa dejar bien amarrados ciertos contratos publicitarios y algunos otros negocios con la nueva administración municipal, además de permanecer más cercano al nuevo alcalde en estas últimas semanas y así cobrar una factura política por los supuestos 60 mil votos que le habría endosado a la causa morenista. En esta lógica, don Armando estaría buscando colocar a algunos de sus más cercanos colaboradores en la estructura del nuevo gabinete.
Entonces, aparte de la supuesta operación ‘maestro limpio’, Cabada traería en su fecunda imaginación estos y otros asuntitos, y de ahí su gran interés por regresar a encabezar la entrega-recepción. No obstante, a este Mirone le comentan que Cruz Pérez Cuellar tiene otros datos y otros planes. Ya veremos si el nuevo alcalde, que de facto tiene ahora más poder con su constancia de mayoría, le permite a Cabada meterse hasta la cocina de su nueva administración.
Ya salió el peine en Morena. Ahora resulta que el profe Martín Chaparro traicionó la causa morenista porque habría declarado su apoyo en las pasadas elecciones a la entonces candidata del PAN a la gubernatura, Maru Campos.
La acusación a la gente de Cruz Pérez Cuéllar ya se veía venir y ayer, finalmente, los de cuna morena –como lo es el diputado Ulises García– soltaron el culebrón para anunciar la “batalla” interna por el control del partido guinda.
Después de la derrota en la elección por la gubernatura, los Loeristas ya tienen en mente su siguiente objetivo político, y este se llama dirigencia estatal de Morena.
Ulises García Soto acusó a Chaparro de respaldar de forma pública a la gobernadora electa. Enfatizó que el presidente estatal traiciona al organismo político, “por lo que otros militantes exigen su expulsión”. Lo van a querer quemar en leña verde.
La anterior afirmación es una declaratoria de guerra al equipo de Cruz Pérez Cuéllar, que también ya empezó a moverse para evitar que les arrebaten el control del partido que actualmente está en manos del profe Martín Chaparro y de Andrés Domínguez Alderete.
Dicen que Ulises no haya con quién desquitarse de la humillante derrota ante la panista Daniela Álvarez, quien le ganó la elección después de que el aún diputado se tiró a la milonga y ahora no busca quién se la hizo, sino quién se la pague, y tal parce que ya encontró a Chaparro, quien no está sólo y mantiene cuidando sus espaldas a un fuerte grupo de ganadores del pasado 6 de junio. Hay tiro y el resultado es de pronóstico reservado.
Ante los aceleres y golpeteos políticos que se han manifestado hacia el interior del PRI, Graciela Ortiz convocó a los liderazgos y a la militancia para analizar las circunstancias en que se encuentra actualmente el tricolor y, a su vez, para que presenten propuestas con miras a fortalecer y renovar la dirigencia estatal del otrora partidazo.
Chela aclaró que antes de pensar y pelearse por presidir el partido, deberán primero reunirse los sectores y militantes, pero alejados de su egoísmo y de sus intereses personales, para participar en un ejercicio que les permita ver hacia el futuro, y todos juntos, trabajar para sacar al PRI del hoyo en que lo dejaron unos cuántos. ¡Sopas!
De igual manera trascendió que Chela Ortiz reconoce que varios buscan la presidencia estatal de su partido, por ello convocó para que primero se haga una valoración en la que los participantes realizarán un análisis autocrítico para saber si efectivamente le apuestan a fortalecer al partido o esto sólo servirá para satisfacer sus deseos personales.
Y mientras los políticos morenos buscan la manera de quedarse con el control del partido, los abogados de Juan Carlos Loera impugnaron de nueva cuenta el triunfo de Maru Campos. El pasado fin de semana presentaron ante el Instituto Estatal Electoral (IEE) un escrito para promover el juicio de impugnación en donde exponen 12 agravios.
El nuevo juicio de inconformidad se presentó luego de que en días pasados Juan Carlos Loera promovió un juicio para la protección de los derechos políticos del ciudadano, porque consideró que sus derechos políticos fueron violentados en la pasada elección.
La nueva impugnación consta de 695 fojas, donde exponen y documentan cada uno de los agravios, entre los que destacan la anulación de 700 casillas y el rebase de topes de campaña por más de 50 millones de pesos. Los abogados consideran que el agravio de los excedentes de los gastos de campaña es una causal grave que puede anular el triunfo de Maru Campos.
Otro de los agravios que fundamentan es el apoyo de Héctor “Caramelo” Chávez a Maru Campos. Caramelo apareció con una manta con un mensaje de apoyo a la candidata del PAN en un partido de futbol que se trasmitió a nivel nacional en plena veda electoral. También exponen agravios de violencia en las casillas, guerra sucia y publicidad en medios, entre otros.