– Ante marcha LeBarón, el góber solicita llamen a la policía
– Circo, mariachi y cumbia loca… ¡aaaaarrancan!
– El Covid y el estate quieto a las campañas
– Prende la “fiesta” naranja
– De agendas, compromisos y trompos chilladores
Decenas de personas de la comunidad LeBarón y otras agrupaciones como Frena, “le pusieron el cascabel al gato” con la marcha y el plantón en Palacio estatal por las víctimas de la violencia en Chihuahua, en donde exigieron la destitución del gobernador Javier Corral y del fiscal César Augusto Peniche por lo que consideran graves omisiones, traiciones e incompetencias en el ejercicio de sus funciones.
En Chihuahua no se necesita de mucho análisis o perspicacia para enterarse de que el Gobierno de Javier Corral ha tenido, al menos, dos grandes yerros: el mal manejo de las finanzas públicas -que será tema de otra entrega- y la pésima estrategia para garantizar la seguridad pública de los chihuahuenses (si es que alguna vez hubo una). El mandatario estatal sabía bien, cuando inició su Gobierno, que estos serían sus dos grandes retos, así que no puede argumentar que lo tomaron por sorpresa.
Hasta la mañana de hoy no existía autoridad capaz de poner un freno a la ola de homicidios e inseguridad en la entidad completa, cuyas estadísticas son claras como la luz del día y tremendamente dolorosas para incontables chihuahuenses que la han sufrido en carne propia y en la de sus familiares.
Las pésimas y reprochables condiciones de inseguridad en que viven decenas de miles de chihuahuenses maximizan el hartazgo ciudadano, que por momentos parece a punto de explotar, y que se potencia con hechos de sangre tan viles y lamentables como los asesinatos de niños y mujeres de las familias LeBarón y Langford, así como el de la periodista Miroslava Breach que, junto a cientos de inocentes, han resultado víctimas de la impunidad y la incompetencia, el mejor de los abonos para fertilizar una tierra donde muchas áreas escapan al control gubernamental y son llenadas por el crimen organizado.
El descontento ciudadano en torno a la inseguridad suele expresarse con más coraje e impotencia en épocas electorales, porque termina constituyéndose en el principal reclamo de una sociedad que observa cómo es que la mayoría de sus candidatos –sin mencionar a sus gobernantes en turno– evade el tema, como si se tratara de una cuestión secundaria en una entidad ensangrentada y sedienta de justicia.
Mirone observa cómo es que la marcha encabezada por la familia LeBarón, en la que le reclaman por estos hechos directamente al gobernador Corral, al secretario de Gobierno Fernando Mesta, al fiscal general César Peniche y al excomisionado estatal de seguridad Óscar Aparicio, es solo la punta del iceberg de un profundo descontento social que empieza a arraigarse con fuerza en una sociedad tan lacerada por la violencia.
Pero el gobernador ni siquiera estuvo en Palacio para atender y plantar cara a las exigencias de los manifestantes, y desde nuestra resiliente frontera, la tercera ciudad más violenta del mundo en estos momentos, el gobernador tuvo el valor de calificar a la marcha y los reclamos del caso como actos de “politiquería”, y fue capaz, todavía, de ir más allá, al acusar a Julián y Adrián LeBarón de supuestos abusos, de despojo de terrenos y de robo de agua en contra de otras personas. El gobernador no presentó ninguna prueba, ni investigación alguna para sostener sus dichos.
El gobernador Corral deja constancia, una vez más, de su estilo reactivo al pretender gobernar. No hay estrategia, planes o respuestas, tampoco soluciones. Vamos, tampoco hay la más mínima consciencia para tratar de esbozar una explicación de los desaciertos y fallas en materia de seguridad. Un demócrata, como dice ser, debería tener más que clara su posición como gobernante, como responsable ante toda la población chihuahuense.
A Mirone solo le viene a la mente una absurda escena que vio, hace años, en una película en la que un tipo, al observar cómo atracaban a uno de sus vecinos, gritaba desesperado para que alguien llamara a la policía. Alguien tuvo que recordarle que él era el jefe de la policía en ese pueblo. Si no fuese tan terrible el escenario de inseguridad y de violencia que vivimos en el estado, muchos de los comportamientos y reacciones de nuestros gobernantes ante incontables tragedias humanas podrían resultar francamente hilarantes.
Inició la cuenta regresiva y, ahora, en los cuarteles de campaña locales, calientan motores para el arranque de los 35 días de circo, maroma y teatro de todos los candidatos y candidatas que van a la caza del voto juarense.
Son 327 candidatos a alcaldes, sindicaturas y diputaciones locales –de siete alianzas y partidos políticos– quienes, a partir del primer minuto del próximo jueves, saldrán a la calle y, hasta donde la pandemia y la sana distancia lo permitan, harán lo que mejor saben hacer: prometer y prometer.
Los partidos Acción Nacional y PRD, con su candidato Javier González Mocken, pegarán el grito de ¡Arriba Juárez! muy al estilo de Juan Gabriel, en el Paseo de Las Luces dedicado al divo en la 16 de Septiembre, donde hasta mariachi habrá. Al día siguiente, el líder nacional Marko Cortés le dará la patadita de la suerte al candidato a quien acompañará en su agenda proselitista.
En Morena, el abanderado de la alianza con PT-Panal, Cruz Pérez Cuéllar, se va a meter en la cueva de Lucifer, allá por algunas colonias del suroriente de la ciudad donde no hay ni alumbrado público. A la medianoche, arrancará la caminata “Por la Esperanza del Cambio”.
Adriana Fuentes Téllez se concentrará en la explanada de la presidencia municipal también a la medianoche, desde donde transmitirá por redes sociales la presentación de su equipo de campaña sin mayores aglomeraciones ni escándalos, por aquello de que la vuelvan a esposar.
Los chiquipartidos Movimiento Ciudadano, Verde y Redes Sociales Progresistas andaban apenas ayer estructurando su agenda, con excepción de la candidata Marisela Sáenz de Encuentro Solidario, quien el jueves temprano iniciará sus recorridos, que terminarán alrededor de las 3 de la tarde al ritmo de cumbia loca en el monumento a Benito Juárez en el centro de la ciudad.
Mirone ha repetido hasta el cansancio que la pandemia ocasionada por el virus de Covid-19 modificaría las actividades cotidianas de las campañas, y en particular todo lo relacionado con el contacto físico o de cercanía de los candidatos con la ciudadanía.
Desde el pasado 4 de abril, fecha en que iniciaron las campañas por la gubernatura y las diputaciones federales, no se habían afectado tan drásticamente, hasta este pasado fin de semana con el supercierre de actividades que le pegó a todos los equipos.
Con la actualización del semáforo epidemiológico de amarillo a naranja, los operadores electorales de los candidatos más activos tienen que modificar su estrategia de campaña para ser más cuidadosos y disminuir el riesgo de posibles contagios.
La candidata a diputada del Distrito 04 federal de la alianza PAN-PRD-PRI, Daniela Álvarez, dividió su equipo de trabajo en grupos de seis personas y los envió a barrer las secciones distritales. Los cruceros con más de 20 personas están suspendidos por el momento.
Daniela es la candidata que más ruido ha hecho de todos los diputados del cuarto distrito y, por ahora, no le quedará otra que bajarle tres rayitas al activismo presencial, mientras las condiciones y las medidas dictadas por las autoridades sanitarias mejoran.
Como alternativa le queda potencializar su presencia en redes sociales, el uso de Internet y demás aplicaciones y sistemas digitales. Tiene a su favor que el área del Distrito 04 federal es el más conectada de toda la ciudad y eso tiene que aprovecharlo al máximo.
La visita a Chihuahua del coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, José Clemente Castañeda Hoeflich, dejó muy motivado al equipo naranja de Ciudad Juárez que encabeza Rodolfo “el Güero” Martínez Ortega, candidato a la presidencia municipal de Juárez.
Y es que los números que mostró el líder nacional del partido naranja dejaron claro cómo los candidatos de Movimiento Ciudadano van repuntando en las preferencias electorales, como es el caso del novel político el Güero Martínez, que gracias al trabajo subterráneo en territorio, que realiza su equipo con operadores como Luis Murguía, Jorge Quintana y Eduardo Borunda, lo van posicionando en el electorado.
Castañeda aseguró que los candidatos de Movimiento Ciudadano, en el cara a cara, son la mejor opción del cambio y, antes del arranque de las elecciones, los números se van cerrando y la contienda apenas va a iniciar. Rodolfo Martínez iniciará campaña con planilla de lujo, conformada por mujeres y hombres con probada experiencia que seguramente le abonarán mucho a su campaña.
El presidente de la Coparmex delegación Ciudad Juárez, José Mario Sánchez Soledad, se mueve literalmente como trompo chillador, por el gran activismo que despliega en el sector empresarial.
Este martes, muy de mañana, presentará al gremio local el tradicional Manifiesto México (#ManifiestoMx) mediante el cual harán un llamado a los candidatos de los partidos políticos a comprometerse a no conservar resabios, ni mucho menos regresar a un pasado autoritario, centralizado y clientelar que ha propiciado pobreza y rezago en México.
Por medio de este manifiesto, la Coparmex hará ver a los candidatos en contienda la visión del estado de Chihuahua y Ciudad Juárez, en particular, que visualiza el sindicato patronal.
Sánchez Soledad tendrá su prueba de fuego para convencer a todos los aspirantes para que firmen el compromiso, entre los que se encuentran trabajar por más y mejores empleos; finanzas sanas y competitividad fiscal; seguridad; educación de calidad e innovación; desarrollo regional sostenible; oportunidades para un México incluyente y atención a la pandemia.