(EFE).- Por décadas Disney ha movilizado a miles de seguidores alrededor del mundo a visitar no solo las salas de cines, sino también las tiendas, parques temáticos y resorts que posee, pero desde 2009 los ha atraído al evento bianual D23, donde la franquicia presenta los adelantos de sus próximas producciones.
«¿Quién sino Disney podría abarcar todo un fin de semana con un evento como el D23?», preguntaba el director ejecutivo del conglomerado mediático, Bob Iger, a las más de 12.000 personas que llenaron este fin de semana el pabellón Honda Center en Anaheim, ávidos de saber los planes a futuro del conglomerado de medios.
Con la intención de ser los primeros en ver un tráiler, fotografías inéditas, conseguir un autógrafo de algún animador, guionista o actor, o adquirir juguetes y piezas de colección, los fans de Disney abarrotan por tres días la convención que se lleva a cabo en la misma ciudad que alberga Disneylandia.
«He amado Disney toda mi vida, toda mi familia es fan, y nosotros intentamos venir al D23 cada vez que se puede», dijo a EFE Meghan McCullough, quien viajó desde Houston, Texas, a propósito para este evento.
Esta seguidora de una de las franquicias más conocidas del mundo confeccionó su propio atuendo para la ocasión, inspirado en la catedral parisina de Notre Dame, en honor a la película ‘The Hunchback of Notre Dame’ (‘El jorobado de Notre Dame’).
Como ella, miles de fans pasean disfrazados de populares personajes de Disney: la princesas Ariel, Cenicienta o la Barbie de Toy Story se repite entre los asistentes, pero también brillan los disfraces de personajes como la alfombra mágica de Aladdín o Kevin, el faisán del Himalaya de la película ‘Up’.
«Lo que más disfruto de la D23 es ver los disfraces de la gente», dijo por su parte a EFE Sonia, vestida con un colorido traje de cocinera inspirado en Mickey y Minnie Mouse.
Nostalgia, perfección y ofertas para todos los gustos
Disney presume este año de celebrar la «edición más grande» de la convención y por ello, a diferencia de la anterior en la que daba los adelantos de sus proyectos en los paneles, realizó mega espectáculos para mostrar las novedades de series, películas y parques temáticos.
El encuentro abrazó también la gran diversidad de los fans: mientras los más románticos y nostálgicos pudieron entrar a paneles dedicados a clásicos como Mary Poppins o el Pato Donald; los amantes de los superhéroes y la ciencia ficción tuvieron novedades de sagas como Star Wars o Marvel.
La oferta es tan variada que de una punta a otra en la convención se mezclan pabellones dedicados a los personajes de Pixar, ‘Los Simpsons’, la serie infantil ‘Bluey’ o la serie sobre el chef Carmen Berzatto, ‘The Bear’, protagonizada por Jamie Allen White.
Pero la empresa eleva su oferta para que el público, que ha pagado entre 80 y 2.600 dólares por una entrada para asistir a este evento, pueda incluso reservar sus próximas vacaciones en algunos de los lujosos complejos hoteleros que poseé u ordenar, entre otros, un vestido de novia inspirado en su princesa favorita.
Disney reafirmó con esta convención que la franquicia va más allá de los filmes. En sus 100 años de historia ha consolidado un imperio de marketing, cuyas licencias de comercialización y venta al por menor le valieron ingresos de aproximadamente 4.360 millones de dólares estadounidenses en 2023.
Esta séptima edición del D23 es el más grande de la historia del coloso del entretenimiento, que sitúa en cerca de 140.000 el número de asistentes que visitaron la ciudad de Anaheim, donde se encuentra Disneyland, en 2022.
Mónica Rubalcava
(c) Agencia EFE