Francisco Pérez Lobato, responsable de Desarrollos Turísticos LT y ex Director Jurídico en Gigante Grupo Inmobiliario S.A. de C.V., empresa vinculada al controvertido ‘cártel inmobiliario’ en la Ciudad de México, ha sido señalado por la desaparición de decenas de millones de pesos destinados a un proyecto residencial en Playa del Carmen. Las acusaciones se centran en su gestión en Desarrollos Turísticos LT, donde presuntamente desvió los fondos asignados para la construcción de la torre residencial SÚUT.
El proyecto, que prometía ofrecer un estilo de vida lujoso en una de las zonas más exclusivas de la Riviera Maya, hoy se encuentra inacabado y abandonado. De los 91 departamentos planificados, ninguno ha sido entregado. Las estructuras construidas muestran claros signos de deterioro, incluyendo cristales rotos, problemas de humedad y otros daños que reflejan la falta de mantenimiento y la suspensión abrupta de los trabajos.
A esta situación se suma la preocupación de los compradores, quienes viven en la incertidumbre de no saber qué sucederá con sus inversiones.
El origen del problema parece radicar en la gestión financiera del proyecto. Pérez Lobato habría obtenido un crédito millonario para financiar la construcción; sin embargo, gran parte de esos recursos ha desaparecido. La suma total desviada podría ascender a cientos de millones de pesos, considerando también los ingresos adicionales por la venta anticipada de algunos departamentos. Esto ha generado una profunda indignación entre los inversionistas, quienes exigen explicaciones claras sobre el paradero del dinero.
La situación se ha agravado aún más debido a la desaparición de Pérez Lobato, quien ha estado oculto por más de seis meses. Durante este tiempo, se han detectado movimientos financieros en sus cuentas personales, incluyendo depósitos y transferencias por montos que podrían superar varios millones de pesos, presuntamente utilizados para adquirir artículos de lujo destinados a su familia, lo que ha levantado aún más sospechas sobre su implicación en el desfalco.
Por su parte, Constructora Carsa, la empresa encargada de ejecutar la obra bajo la supervisión de Pérez Lobato, también ha sido señalada en este entramado de irregularidades. Sin embargo, tanto la firma como algunos de sus equipos de trabajo, incluyendo ventas, postventa, arquitectura y construcción, han negado tener responsabilidad alguna en el desvío de fondos, alegando desconocer el destino final del dinero.
Con la desaparición de Francisco Pérez Lobato, la historia está lejos de resolverse. Mientras tanto, los afectados esperan que las autoridades actúen para esclarecer la situación, deslindar responsabilidades y garantizar la recuperación de los recursos desviados.
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