Eduardo Arredondo Delgado
Tras los magros resultados, la Secretaría de Cultura de Chihuahua regresaría al régimen de Instituto, según revelaron, trabajadores cercanos a Concepción Landa, actual jefa de la dependencia. Se espera que la próxima administración haga este movimiento, durante los primeros meses.
En su momento, el gobernador, Javier Corral Jurado con bombo y platillo decidió formar la Secretaría de Cultura en su quinquenio sin imaginar los pros y contras de establecerla. El entonces Ichicult (Instituto Chihuahuense de la Cultura) dejaría de percibir recursos y prerrogativas, situación que el mandatario desconocía y probablemente desconoce. Es decir para formar una Secretaria se necesita de recursos y de estructura, situación que no vio o no quiso advertir. Sería un fracaso sonoro.
Bajo la dirección de la escultora, Águeda Lozano,- una artista carente de las necesidades del arte y cultura-, la Secretaría pese a las recomendaciones de Reyes Venegas, naufragó sin replantear nada excepto sus exposiciones onerosas y la protección a los suyos (Raúl Enrique Manríquez).
Tras desencuentros con la prensa, una vida repleta de inconsistencia y contradicciones, Águeda Lozano renunció a su cargo en junio del 2017 y desde Monterrey, Nuevo León, llegó su relevo: Concepción Landa, una diputada que había pedido licencia.
Rindió protesta en julio del mismo año, prometiendo cambios tangibles y criticó el menosprecio que se tiene al acervo cultural (como si era fuera la solución).
Como titular se creía que la Cultura manifestaría cambios positivos, había esperanzas que su gestión tomara rumbos con una mejor estrategia cultural. No fue así.
En poco tiempo emergió su mal carácter, y en el plano profesional casi a punto de ser tan incompetente como el veterano, Arturo Rico Bovio, conocido como el “Asesino de la Cultura”-por su recuerdo de lo destructivo de su gestión.
Dejó en claro que para ella, Landa García Téllez, no había escrúpulos. Despidió a personal a diestra y siniestra, sin tomar opiniones en cuenta u antecedentes laborales, ni mucho menos antigüedad. Desinfló la nómina de la Secretaria pero la incompetencia y la burocracia se acrecentó. Sus ausencias frecuentes marcaron la ruta: una dependencia acéfala. Cuando regresó de sus ilusiones y soberbia, era tarde.
Landa García Téllez no solo hizo sus clásicos desplantes de Madame Tussaud (creadora y fundadora del Museo de figuras de cera en Londres). Vía línea Aeroméxico fue a visitar a sus hijas a Europa bajo el cargo del erario público, ascendiendo los 60 mil pesos- sin olvidar lujos y comprar costosos suvenires – y después, Iván Carlos, un trabajador de la cultura, cuyo pasado truculento lo acompaña día a día, tuvo que pagarle a regañadientes a una las hijas (cantante) de Concepción Landa, bajo el concepto de una presentación (especie de concierto).
De acuerdo a transparencia, la Secretaria de Cultura ha erogado en viajes más de tres millones de pesos, dentro y fuera del país.
Landa no solo se convierte en una de las peores dirigentes de Cultura en su historia sino además pretende ser parte del gabinete de Samuel García, actual gobernador electo de Nuevo León.
Se espera que Alejandra Enríquez, una de las incondicionales de Maru Campos, llegue a la dependencia. Encontrará una dependencia revuelta, con finanzas rojas en medio de escándalos y falta de pagos a proveedores.
Concepción Landa por salud y pandemia debería dejar Chihuahua y trasladarse al Parque Nacional, Cumbres de Majalca de donde jamás debió salir. Lástima que la cárcel no la alcanzará.