Ana Romero
Dejar ir un mal amor, es dejar ir un mal negocio
Hace 5 años conocí al que por un momento pensé sería el amor de mi vida. La química mental y emocional era extraordinaria, nunca antes había conectado con alguien tan bien, a pesar de que no era mi tipo, se convirtió en mi tipo en todo nivel por su aparente seguridad, inteligencia y conexión. En el amor como en los negocios, me considero ser una persona muy exigente y por ende selectiva, entonces comprenderán que enamorarme para mi es difícil pero con él, todo fue diferente, desde el inicio. Recuerdo que por ésa época había terminado una relación larga con un ex novio con el que tenía planes de boda pero las cosas no funcionaron por diferencias de caracteres y decidimos no casarnos a pesar de llevar años juntos, sabia decisión que hasta el día de hoy agradezco. Fue ahí, en plena soltería que el amor me encontró desprevenida y tocó mi puerta sin buscarlo.
Antes de seguir con éste artículo, debo decir que aunque parezca, ésta no es una historia de amor, felices para siempre o de felices los 4 y mucho menos de despecho; tampoco mencionaré por respeto a mi privacidad ningún nombre y apellido de los personajes reales de ésta historia, ya que tampoco es una historia de revancha o venganza, aunque tenga todas las pruebas para demostrar lo que digo. Es una historia que hoy después de 2 años me animo a compartirla contigo para que lejos del morbo personal que te pueda causar lo que me pasó, la uses a tu reflexión y que ojalá la sepas aplicar a tu vida personal para que tomes mejores decisiones.
Enamorarse a los 30 no es igual que enamorarse a los 15. A mis 30 yo pensé “lo encontré” no tengo que buscar más, él esta aquí, es el socio perfecto, mi cómplice y compañero … lo que no sabía era que él ya tenía una compañera y no era yo. El engaño fue intenso, hiriente y demoledor. Había descubierto no sólo que había sido vilmente engañada, sino que era “la otra” sin querer, sin saber. Me juzgué tanto, recuerdo que me decía a mi misma “Pero Ana, vamos que eres inteligente, ¿Cómo no te diste cuenta antes”?, ahora me río y me respondo así, “ Estaba enamorada y cuando eso pasa, no tiene mucho que ver si eres o no inteligente, tu confías y ya”. Con ésta experiencia aprendí mucho más sobre las apariencias, que no todo lo que brilla es oro, sobre los juicios que hacemos sin saber, que ser inteligente no es lo es todo, sobre las primeras impresiones y que la “otra” no siempre es “la otra” muchas veces. Engañada, con el corazón roto y la dignidad en el piso, decidí recogerla y ponérmela en el hombro, terminar la relación definitivamente por más que mi corazón no quería y es que claro, hice lo correcto pero los sentimientos no se marchan de la noche a la mañana, es un proceso y duele. Para ese entonces, recuerdo mi amargo dolor, mi despecho y mis amigas estaban rabiosas, queríamos justicia y venganza. Recuerdo que una de ellas me dijo que le mande todas las fotos, audios de voz, conversaciones a su esposa para que sepa la clase de hombre que es, tanto me insistieron que estuve a punto de hacerlo pero al final decidí no hacerlo y no, no fue por lástima, pena o incluso amor a él, si piensas eso, estas equivocado(a). Fue por una razón más profunda que esa que te la explico a continuación.
No soy la carcelera de la prisión de nadie
No soy una mujer de jaulas. A mi me gusta la libertad, me gusta volar. Cada quien decide en qué prisión estar y nadie tiene la llave de liberarte o rescatarte. La llave no la tengo yo, no la tiene tu mamá, no la tiene tu papá, no la tiene tu hermano, no la tiene tu amante, no la tiene tu psicólogo ni tu psiquiatra, la tienes tu, siempre la tuviste tu, solo tienes que acordarte que la tienes y activarla para que funcione. Recuerda que es y siempre será tu decisión y responsabilidad. Es irónico, todos queremos volar pero nadie quiere abrir su jaula, pareciera que siempre están en un conflicto interno, en donde quiero pero no puedo y cuando puedo, ya no sé si quiero por el miedo a perder la falsa seguridad y comodidad de la prisión.
Cada quien sabe su verdad, vive su historia y sabe en que tipo de prisión se encuentra y es responsabilidad de cada persona hacerse cargo de abrir la cárcel de su propia prisión. Yo no lo puse en ésa cárcel, el único responsable es él y si él decide en algún momento de su vida salir, bien por él, pero no será porque yo le abra las rejas. Yo ni nadie debería ser la excusa de nadie para salir de donde se encuentra. Se trata entonces de las decisiones que cada persona elige y decide tomar para salir o no de su cárcel. Ver el panorama de ésta manera me enseñó a perdonar, soltar y no guardar rencores, permitiéndome ser libre pero de verdad, no de mentirita.
Vivir el engaño me enseñó a como NO AMAR, saber eso es fundamental para SABER AMAR
Esta historia me refleja lo que no quiero ser jamás. No quiero ser “una persona que está por estar”, porque “es lo que le tocó” o “que se autoconvence de que está feliz cuando sabe que no”. Llámame idealista, soñadora o que se yo, pero yo no sé estar donde no me siento plena. Yo necesito estar donde me siento yo, me sienta enamorada, me sienta feliz, me sienta nutrida, me sienta bien con una conversación interesante, con un buen vino y un buen polvo también, quiero todo esto y más. Si me caso y no funciona prefiero ser lo suficientemente valiente para separarme y no estar en un matrimonio que no tiene sentido. Puedes intentar siempre pero si dentro de ti (intuición), sabes que ya no está funcionando y sabes que no funcionará, es importante también decir “basta” y empezar de nuevo. Todos merecemos ser felices de verdad.
La verdad como el amor real, siempre triunfa
El amor de verdad no es perfecto, de hecho es todo lo contrario, es humano. Al amor no le importa “quedar bien”, de hecho, cuando uno ama de verdad, no dice lo que el otro quiere escuchar, sino lo que es, sin filtros, ni anestesias, aunque moleste, aunque incomode. La verdad es y será siempre el fondo importante por encima de las formas sutiles y superficiales de las diferentes máscaras que tiene la mentira. Siempre di lo que piensas, lo que sientas, nunca habrá un <momento perfecto>para hacerlo, tu tienes que hacerlo perfecto en tu momento … Sácalo de tu sistema. No te quedes con nada. La verdad siempre cicatriza más rápido que la Mentira. Estarás bien. Recuerda, prefiere mil veces la incomodidad con la persona correcta que la comodidad con la persona incorrecta. Para amar de verdad, tienes que tener el suficiente coraje de tener menos apariencias y más esencia en todo lo que hagas. Un buen amor jamás te trata como opción y siempre te elige, el desamor te enseña a aprender a elegirte siempre tu misma(o) primero.
La costumbre es más fuerte que el amor, PAMPLINAS.
Los tiempos han cambiado y mucho. Hoy en día yo no quiero estar “cómoda”, yo quiero sentirme incómoda con la persona correcta. Hay mucha gente que no cree en el matrimonio pero por presión de cualquier índole se casan, porque “no quieren perder”, entonces a pesar de que “el matrimonio” no es para ellos(as), lo hacen igual para encajar. Si no crees en el matrimonio, ten la suficientemente confianza con tu pareja de plantearle como tú vez la vida, tu opinión también cuenta y el amor de verdad no es ni debería de funcionar de manera condicional en un constante castigo/recompensa a lo Pavlov de “Si no te casas conmigo, significa que no me quieres, entonces lo dejamos”, ¿por qué?; a lo largo de mi vida he conocido muchas parejas que por decisión mutua decidieron no casarse y siguen hasta el día de hoy muy felices con hijos y sin hijos también, pero juntos y bien. Como también conozco parejas que consiguieron una bellísima boda y un matrimonio desastroso en el que parece una guerra fría en donde ambos no quieren dar tregua, asimismo también vale la pena mencionar que existen las parejas que deciden casarse y viven un matrimonio imperfectamente perfecto que funciona para ellos a base de trabajo, respeto y amor. Casarse nunca es el problema, el error es hacerlo pese a que no crees en el matrimonio de verdad y que igual lo haces por quedar bien con la sociedad, menos contigo. En caso, no creas en el “si acepto”, siempre se puede hablar en transparencia con la pareja <en el momento> (no después) y negociar lo que haya negociar pero siempre en verdad a los principios, valores y creencias personales de cada persona. Hoy en día, existen diferentes tipos de relaciones y no hay una sola forma o manera de ser feliz, también las hay abiertas, cerradas, semi-abiertas o la que inventes, si funciona para ti y tu pareja, estará bien.
La casa de las flores
Muchas personas se casan por las razones incorrectas como “porque es mi novio(a) de la Universidad”, “porque ya llevamos harto tiempo juntos y ya toca”, “porque mi papá/mamá quiere que nos casemos ya”, “porque quiero tener hijos y se me pasa el tren”, entre otras. Quiero que te quede muy en claro que la razón correcta para tomar una decisión tan importante como casarse siempre es y debería ser el amor, aunque suene cliché, las demás razones sobran, no cuentan y no son importantes. La esencia de éste relato, trasciende mi historia personal en una reflexión global que habla sobre el amor, el desamor, la infidelidad, la pareja, la libertad, la mentira, la verdad, similar a un resumen de la doble moral que esconde nuestra cultura latinoamericana que lo representa muy bien < Las casa de las flores >, una serie de México por Netflix.
A continuación haré un juego de roles en donde ahondaré en los personajes de la historia para la identificación y proyección personal de cada persona que lo lea, recuerda también que la reflexión de cada rol lo hago sin juicio y las respuestas no las tengo yo, las tienes tu.
1.- Para la persona infiel: ¿Por qué te casaste?, ¿Te forzaron?, ¿Te obligaron? Y aún así no lo hubieran hecho, ¿Por qué lo hiciste?, ¿Quién te influenció para llegar a eso?, ¿La sociedad, tu familia, tu novio(a), el tiempo de la relación?, ¿Cuáles fueron tus razones? … Ahora bien, influenciado(a) o no, obligado(a) o, si te casaste, existe un compromiso y un respeto hacia la otra persona, la pregunta es ¿Por qué traspasaste el límite?, ¿ qué ganaste con eso?, ¿ valió la pena?, ¿por qué el engaño?, ¿Qué te dice engañar a tu pareja de tu relación con la misma, de tu relación contigo?, ¿eres esa clase de persona realmente?, ten la valentía por un momento de mirarte al espejo y pregúntate lo siguiente, ¿soy la persona que quiero ser?, ¿qué quiero ser realmente?, ¿estoy bien, me encuentro bien?, ¿se merece la otra persona ser engañada(o) por mí?, ¿por qué engaño?, ¿qué me dice mi engaño de mi misma(o)?, ¿soy una persona estable, confiable?, ¿confío en mí?, ¿soy feliz o estoy cómodo(a)?, ¿mi relación está funcionando realmente?, ¿me gusta mi vida o las apariencias?, ¿ me siento pleno(a)?, ¿ por qué te autoengañas?, ¿vale la pena?
2.- Para la esposa(o) engañado(a): ¿Lo sospechas?, ¿lo intuyes?, ¿lo sabes pero te haces la loca(o)?, ¿por qué lo haces?, ¿ tienes miedo de no poder encontrar algo, alguien mejor?, ¿ eres feliz?, ¿ por qué soportas tantas cosas?, ¿quién te dijo que el amor es soportar al otro?, ¿quién te dijo que ceder es igual a soportar?, ¿un anillo te asegura la fidelidad de la otra persona?, ¿ una boda lujosa te confirma el amor real?, ¿un hijo, una hija te asegura una relación duradera de pareja?, ¿una firma legal te asegura el amor para el resto de tu vida?, ¿quién dice, la sociedad, la familia, los amigos, Facebook?, ¿por qué sigues aguantando un engaño de manera pasiva?, ¿por qué te haces la tonta(o) cuando sabes perfectamente que no lo eres?, ¿ es correcto normalizar una infidelidad porque es “parte del matrimonio”?
3.- Para la(el) amante, consciente de que es el(la) otra(o): ¿ Desde cuando te dijeron o te hicieron creer que ser la segunda opción era la única alternativa?, ¿por qué sigues esperando a que te elija?, ¿ por qué sigues perdiendo el tiempo <en el muelle de san Blas>, ¿ quién te dijo que eres el(la) héroe o la salvavidas de una relación ajena?, ¿quién te hizo creer que ser la otra conscientemente es sinónimo de ser <la incondicional>?, ¿sabes quien eres?, ¿por qué aceptas un amor a medias y no un amor completo?, ¿por qué crees que no mereces un amor real, de verdad y hermoso?, ¿por qué te conformas con ser el postre y no el plato principal?, ¿por qué aceptas ser la actriz/actor de reparto y no el(la) actriz(actor) principal?, ¿ por qué eliges vivir entre las sombras y a escondidas en vez de vivir un amor con la ventana abierta y con mucha luz?. Hay personas que se quedan enganchados en la esperanza del <pudo ser>, esperando un mal amor para todas sus vidas, bloqueando la posibilidad de un amor bueno, sano y completo.
4.- Para el(la) “amante engañado(a)”: Yo no fui la otra nunca, a mí me hicieron la otra, a mi también me engañaron y de hecho, para muchos machistas, la persona que me engañó podrá ser “el rey”, “el que la supo hacer”, “el crack al que se le celebra el trofeo”. Yo no celebré nada, mi corazón se rompió, no hubo nada que celebrar. A mí no me preguntaron ni me dieron el chance de decidir si quería ser la otra al menos, nada. Y que te quede claro que esto no tiene nada que ver con tu inteligencia, no importa que tan capa(o) puedas ser, cuando uno esta enamorado(a) se entrega y lo da todo. El amor no entiende de riesgos, el amor <es> nomas, no analiza, se mete a la piscina y se atreve a mojarse. Si eres la amante sin serlo y descubres que has sido engañado(a), quiero que en lo posible te quedes tranquilo(a) con tu consciencia, dejes de juzgarte, no hiciste nada malo y lo correcto es salirte de ésa relación tóxica que no está a tu altura por más enamorado(a) que estés. Va a doler, lo sé, pero también vas a sanar, el tiempo se ocupará y si tu quieres, crecerás y serás más fuerte emocionalmente.
El amor siempre se enfrenta, nunca se huye
Yo no condeno que un hombre/mujer casado(a) se enamore fuera del matrimonio, pasa, es real, sin embargo lo que sí condeno es la mentira y herir a terceros que nada tienen que ver en la historia. Si eres casado(a) y la vida te sorprende en un amor fuera del matrimonio, lo que sí te diría es que hagas una pausa, chequees bien tus propias emociones, busques ayuda en amigos, familia o profesionales (depende de ti) y te sinceres con lo que verdaderamente quieres en la vida y tomes una decisión madura sin afectar a terceros, enfrentando la verdad, tu verdad en transparencia siempre para ser feliz de verdad. Es muy fácil ocultar y barrer por debajo de la cama sin botar la basura al tacho, cuando eso pasa, la basura comienza a oler, al principio es un olor muy sutil pero mientras van pasando los años, el olor se abomba, se pudre, explota y apesta. Yo no sé vivir en mentira ni de apariencias, no me sale y espero que independientemente del rol con el que te hayas identificado o proyectado en tu vida, nunca te conformes con vivir una vida que no quieres y te atrevas a vivir en verdad, no de mentirita.
Dejar ir un mal amor es dejar ir un mal negocio
Hay cosas que no entendemos cuando nos pasan en el momento, pero que luego, con el tiempo, lo comprendes. Que me engañaran fue una de ésas experiencia muy dolorosas que me abrió la puerta para entender lo que no quiero, lo que no merezco, lo que no es amor. Una relación de pareja es como una sociedad de inversionistas y una de las principales claves del éxito para que la sociedad vaya bien es la confianza mutua, si la confianza se rompe con tu aliado(a) entonces será muy difícil avanzar con la sociedad en conjunto, en éstos casos lo mejor es separarse y que cada uno siga su camino de manera individual. Si de la sociedad, nacieron negocios o marcas co-creadas, en el aspecto objetivamente del negocio, lo ideal es hacer una compra/venta del negocio/marca en cuestión, sin embargo si aplicamos éste ejemplo a la “sociedad de pareja”, las marcas co-creadas vendrían a ser los hijos que siempre serán un lazo permanente entre los ex socios. Entonces, si hay hijos(as) de por medio, hay que saber separar ser hombre/mujer & papá/mamá; quizás no funcionó como pareja pero por el bien de los niños, tiene que funcionar como padres. Creo que ha quedado claro que el valor de la confianza es muy importante para seguir adelante tanto en el amor como en los negocios, por eso es tan importante poder entender tener las pausas necesarias para respirar y pensar también en cualquier inversión que realices, ya sea en lo emocional o económicamente, por esa razón si es que sospechas o intuyes que estás siendo engañado por tu socio(a), no lo minimices, ni te hagas la loca(o), no estas loca(o)! El que busca, encuentra. Mucha gente no quiere encontrar y por eso no busca o deja de buscar, conformándose vivir en la apariencia de las redes sociales o la inexistencia de ellas.
Si yo hubiese NO decidido dejar ese mal amor, hubiese sido un mal negocio por donde lo mires.
Cuantas personas no saben, no quieren o piensan que no pueden soltar un mal amor por el miedo a quedarse solos y terminan esperando un amor a medias, no completo en el muelle de San Blas. Metafóricamente si comparamos un contrato de negocios con el amor, lo podríamos comparar con el matrimonio en donde prometemos amar a la otra persona, no importa que, lo que me lleva a cuestionar si es que eso realmente sucede en la práctica. En los contratos de negocios no siempre se cumple todo lo que escribimos, las clausulas o condiciones cambian porque los intereses de los socios cambian también, lo mismo pasa con el contrato del matrimonio, la gente cambia, sus gustos, sus hábitos, sus aspiraciones, sus sueños y la persona que conociste a los 18 años no es la misma ni será la misma persona a los 25 o 40 años. Todos cambiamos y es parte de nuestra evolución hacerlo ya que lo único constante es el cambio, aunque suene cliché, es la verdad y depende de nosotros, saber adaptarnos. Entonces, independientemente que creas en el matrimonio o no, quiero que pienses en el tipo de amor que esperas tener para ti y te hagas ésta pregunta, ¿Qué tipo de amor quieres?, ¿Un amor de verdad o un amor de apariencias?, ¿Un amor plano o un amor que se sabe adaptar?, ¿Un amor honesto o un amor de mentirita?.
El amor como el ser humano es muy complejo y cambiante, lo que lo hace un reto constante para construir una familia que tampoco tiene que ser la que nos venden en la televisión a lo “Familia Ingalls”. Como sociedad estamos tan domesticados y programados de ver la realidad en estereotipo que si nos “salimos de la raya”, estamos mal y el miedo nos absorbe de “quedar impopulares con la sociedad” entre las miradas de la gente que critica y juzga sin saber entre los “que dirán los tíos” y dios nos salve de lo que piensa el abuelo. El latigazo de lo que la gente piense de ti es tan profundo y tan irónico que al final terminamos haciendo exactamente lo que la sociedad dice que hay que hacer, dejando de lado muchas veces lo que tu quieres hacer por hacer lo que <Simón dice que hagas>. El mejor contrato de amor que puedes firmar es la honestidad de ser quien eres desde el inicio con tu pareja, de ésa manera no solo la lealtad vendrá por default, sino la amistad verdadera se sentarán en la mesa de la relación y harán de ella un bufete infinito de amor sincero que alimentará la relación de una manera que jamás imaginaste. El amor es una experiencia que no se puede comparar a ninguna persona ni ninguna historia, por esa razón nunca te atrevas a comparar tu historia ni tu relación de pareja con ninguna otra, recuerda que lo que funcione para ti y tu pareja, estará bien, siempre y cuando sean sinceros el uno con el otro y se atrevan a adaptarse al cambio en el tiempo, adecuándose a las nuevas clausulas del “contrato” (independientemente si te cases o no). Para algunas personas, el amor será eterno, para otras no y esta bien también, no te juzgues por lo que no funcionó, solo tu sabes lo que pasó y nadie tiene derecho a hacerte sentir que no trabajaste lo suficiente en el “contrato”, tu sabes tu historia, no gastes tu energía dando explicaciones, es inútil. Invierte tu energía en ti, aprende de tus experiencias, de lo bueno, de lo malo y sigue adelante sin culpas, ni resentimientos ni los famosos “Si hubiese hecho esto o aquello, hubiese sido diferente”, suelta el pasado, perdona, perdónate, respira y vive el presente que es lo único que existe y hay por el momento.
Espero uses mi historia no para tu morbo, sino para tu beneficio personal y profesional, reflexionando sobre tu propia vida, existencia y decisiones. Este relato no es un escrito desde el dolor, es un artículo desde el perdón, la reflexión y el amor. Enamorarse es francamente hermoso, que un engaño jamás sea excusa para no volver a atreverte a amar de nuevo, esta bien tomar nuevas precauciones pero como en el amor y en los negocios, tienes que arriesgarte, nunca te quedes con la duda de intentarlo de nuevo y mucho menos lo intentes desde el rencor, el miedo o resentimientos del pasado que ya no van en tu presente. Si te vas a casar, felicidades! Pero recuerda hacerlo por las razones correctas, si luego más adelante no funciona, perfecto también!, siempre existirán las terapias de pareja o el divorcio si es lo más saludable para todos en última instancia.
Finalmente, quiero agradecerte a ti porque me enseñaste mucho, fuiste mi maestro y es a través del dolor que aprendí lo que jamás le podría permitir a nadie. Espero de corazón, despiertes algún día de tu cárcel y no sea muy tarde. Deseo para ti, encuentres felicidad de verdad con tu esposa y en caso no la encuentres, tengas el coraje y la valentía necesaria para terminar esa relación y encontrarte a ti mismo primero para luego con el tiempo y la vida, encuentres un amor de verdad con alguien más, sin hacerle daño a terceros mientras te vas aclarando. Gracias por el aprendizaje po… dejarte ir fue lo mejor que me pudo pasar para encontrarme a mi, mi negocio y a un amor de verdad, no de mentirita.
Ana Romero