por la psicóloga Valeria Sabater
Y tú, ¿te cuidas? ¿Crees que te das lo que necesitas? Dedicarte tiempo, regalarte instantes de calidad, calma y bienestar también revierte en la salud física y, sobre todo, psicológica. Sin embargo, esta es una dimensión que descuidamos muy a menudo.
Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo… ¿Cuándo lo hiciste por última vez? Posiblemente ni lo recuerdes. Porque somos así, ocupamos nuestros días con múltiples e infinitas tareas, pero muy pocas de ellas están orientada a favorecer el bienestar psicológico. No obstante, solemos autoconvencernos de que estamos bien, de que todo va como debe ser.
Hasta que sucede: un ataque de ansiedad, el estrés que nos supera, las cefaleas, los mareos, el dolor de estómago y todas esas alteraciones psicosomáticas dándonos una pista de que algo en nosotros no va tan bien como pensábamos. Decía el filósofo Henry David Thoreau que “es tan difícil conectar con nuestra voz interna como mirar hacia atrás sin volverse”. Y la verdad es que así es.
Apenas tomamos contacto con nuestro ser interno para sondearlo, para saber cómo se encuentra, para tomar conciencia de qué necesidades tiene y qué podemos hacer para recuperar la homeostasis, el equilibrio, el bienestar. No lo hacemos básicamente por dos razones.
- La primera es obvia, porque la vida nos arrastra, nos empuja hacia esas obligaciones y ese rumor ajetreado en el cual todo va muy deprisa.
- La segunda tiene su origen en nuestra cultura. En nuestro tejido social no se valora el autocuidado psicológico. Cuidamos de nuestra piel, de nuestro cabello, de los pies y hasta de las barbas. Pero ¿qué hay de mi equilibrio interno, de mis emociones, de ese estrés que no me deja tregua, de los pensamientos que llenan mis noches de insomnio?
Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo, crees que lo haces, pero no es así
Si alguien nos preguntara ahora mismo si nos cuidamos, lo más probable es que respondiéramos con un rotundo sí. Al mismo tiempo, mostraríamos una expresión de asombro porque, al fin y al cabo, ¿qué tipo de pregunta es esa? ¿Quién no se cuida un poco hoy en día? Bien, la cosa se complicaría un poco más si tras esa primera cuestión lanzáramos una más “¿Y cómo te cuidas?”.
Comida saludable, algo de deporte, dos litros de agua al día, dormir ocho horas diarias… Nuestro estándar de autocuidado pasa siempre por esas pautas casi universales. Sin embargo, son pocos los que tienen en mente dedicar algún tipo de tarea que revierta en la salud mental, en el equilibrio emocional, en esa calma interna en la cual sentirnos bien con nosotros mismos.
Decía el doctor Joseph Leonard Goldstein, premio Nobel de fisiología y medicina que las personas pasamos la primera mitad de nuestra vida arruinando nuestra salud y la otra mitad intentando restablecerla. De algún modo, siempre llega un momento en que tomamos conciencia de que, tal vez, nuestro concepto de atención y cuidado no era tan integral como pensábamos.
Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo debe formar parte de ese ritual cotidiano de bienestar que no debemos pasar por alto. Conozcamos qué aspectos son los que deberíamos atender.
El cuidado del yo para sentirme libre
Decía Michel Foucault que “autocuidado es sinónimo de libertad”. ¿En qué sentido? ¿Qué relación tiene un concepto con el otro? En realidad, muchísima.
Las personas estamos obligadas a clarificar quiénes somos, cuáles son nuestros valores y a saber con claridad cuáles son nuestras limitaciones y cuál nuestro valioso potencial. En el momento en que vamos trazando esos conocimientos sobre nosotros mismos, nos sentimos más seguros, realizados y, por tanto, libres.
El autoconocimiento, saber quién somos y qué queremos, confiere impulso y libertad de movimiento para alcanzar metas y conquistar sueños. Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo implica, por lo tanto, ocupar algunas horas de nuestros días para pensar en estos aspectos.
Autocuidado para reducir el estrés de nuestra mente
La Universidad de Kingston, Ontario, en Canadá, realizó una investigación en el 2011 para comprender cuáles son las tareas más esenciales de ese autocuidado que revierte en nuestra salud mental.
La doctora Cristina Godfreig, directora de este trabajo, explica que estar bien con nosotros mismos va más allá de la mera gratificación, de darnos un capricho, descansar, hacer un viaje o comer de manera saludable.
El ejercicio que más revierte en nuestro bienestar psicológico es saber regular el estrés cotidiano. Priorizar, entender hasta dónde podemos llegar y hasta dónde no, regular nuestras emociones, ser conscientes de nuestros pensamientos y cuidar de lo que le decimos a nuestra mente mejorará nuestra realidad.
Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo: lo que importa es el aquí y ahora
Si hay algo que abunda en exceso en nuestro universo mental son las decepciones vividas, los errores cometidos, los sueños no alcanzados, las cosas y personas perdidas. Las personas tenemos una tremenda fijación en colocar nuestra mirada en ese retrovisor que es el pasado.
Debemos tenerlo claro, para trabajar en nuestro bienestar es necesario situar la atención en el momento presente. El ayer no puede determinar lo que somos ahora ni vetar las oportunidades de futuro.
Dedicar tiempo a estar bien con uno mismo pasa a menudo por tener esas conversaciones en las cuales perdonarnos, cerrar etapas y alimentar el sentido de esperanza hacia todo aquello que nos falta por vivir. Tengámoslo en cuenta.
Para concluir, solo cabe subrayar una vez más la importancia de entender que cuidar de nuestra salud, implica también dar prioridad a todos los aspectos aquí señalados. El bienestar mental debe formar parte de nuestra rutina.