Se trata de un experimento que busca cambiar el rumbo de un cuerpo celeste de forma artificial
EL UNIVERSAL
Sólo es cuestión de horas para que la sonda DART, de la NASA, choque contra Dimorfo, un asteroide con una dimensión aproximada de 160 metros de diámetro, pues si bien este objeto celeste no significa un actual peligro para la Tierra, el programa espacial estadounidense dará paso a esta colisión como un ensayo para evitar el impacto de cuerpos astronómicos que podrían tener consecuencias devastadoras en un futuro.
El experimento de la NASA supone un hito para la exploración científica especial, ya que es la primera vez que las y los científicos cambiarán el rumbo de un cuerpo celeste, como parte de un ensayo general que sentará las bases para cuando realmente se requiera de una intervención frente al posible impacto entre un asteroide y nuestro planeta.
«No podemos dejar que una roca llegada del espacio nos hunda de nuevo en la Edad de Piedra», argumentó Tom Statler, jefe científico de la misión, al dar a conocer los pormenores que llevarán a DART a seguir cada uno de los pasos de Dimorfo para chocar contra él.
La decisión de la NASA deriva de un dato científico que no puede pasar desapercibido. Hasta el momento, la comunidad astronómica ha descubierto que el 95% de asteroides descubiertos cuenta con una composición mayor a un kilómetro de diámetro, semejante al tamaño de otros asteroides que en el pasado fueron causantes de extinciones masivas, como ocurrió hace 66 millones de años con la desaparición de los dinosaurios.
Pero este no es el único tipo de asteroide con dimensiones potencialmente peligrosas, también los hay de 140 metros o más que, de acuerdo con expertos, de impactar contra la Tierra podrían provocar catástrofes del orden de un accidente nuclear.
Pero si bien para Statler y su equipo es primordial salvaguardar la seguridad de la humanidad, también trató de calmar a la población con un cálculo que ejemplifica las probabilidades que alguna o alguno de nosotros seamos testigos del choque de un cuerpo celeste contra nuestro planeta mientras vivimos:
«La probabilidad de que vivas un impacto de un asteroide de este tamaño a lo largo de tu vida es más o menos la misma que la de que se queme tu casa», por lo que aseguró que no hay necesidad de correr ni el mínimo peligro.
«Si tenemos seguros de hogar para evitar quedarnos en la calle, ¿Por qué no estar mejor preparados por si viene un asteroide?», comparó.
Ateniendo a esta necesidad fue que, desde 2017, la NASA dirigió 324 millones de dólares a la creación de la sonda DART, la primera prueba de defensa planetaria a gran escala, la cual se encargará de redirigir la dirección de cuerpos celestes.
DART fue lanzada desde noviembre de 2021 y ahora llevará a cabo una de sus misiones más importantes hasta el momento; desviar la dirección de Dimorfo. Mientras la nave de la NASA se aproxima a su objetivo, a una velocidad de 22 mil kilómetros por hora, provocará que la energía con la que viaja, frene al asteroide y modifique su órbita alrededor de Dídimo, otro asteroide alrededor del que Dimorfo gira.
De ejecutar efectivamente el plan, DART desviará a Dimorfo de Dídimo a unos 15 metros, aproximadamente, según lo dicho por Statler, quien también reveló que será la sonda de la NASA quien entregue las primeras imágenes del asteroide, pues hasta ahora, su aspecto es totalmente desconocido.
El primer intento de alterar la órbita de un asteroide, por medio del impacto entre la sonda DART y Dimorfo ocurrirá hoy a las 17:00 horas de la Ciudad de México.
La transmisión de la NASA comenzará dos horas antes del evento, a las 16:00 horas, mientras que el momento del choque está programado para las 17:15 horas. Puedes verlo aquí: