La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
Dante Delgado y MC: moralmente obligados a unirse al Frente Amplio por México.
Es un hecho, innegable, la ascendente popularidad de la senadora Xóchitl Gálvez, como aspirante a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México (FAM). A raíz de esta potente irrupción protagonizada por Xóchitl Gálvez, muchas opiniones coinciden en la imperiosa necesidad que impone la actual coyuntura histórica, para que Movimiento Ciudadano (MC), y su dirigente, el senador Dante Delgado, se adhieran a dicho frente opositor, y sumen su respaldo a la senadora Gálvez, en caso de llegar ésta a conseguir la pretendida candidatura. Las voces que suenan con fuerza para que se dé tal adhesión han surgido tanto al interior de MC, como en otros sectores de la oposición, pues parece evidente que Xóchitl Gálvez será la candidata del FAM. Además, su espontaneidad y carisma han comenzado a hacer que en redes sociales, medios de comunicación y reuniones cotidianas, todo México hable de ella como una real competidora, quien, llegado el momento, podría derrotar a MORENA en la elección del año entrante, para convertirse en la primera mujer presidenta de esta nación, y recibir, con una sonrisa en los labios –como ella misma lo ha dicho-, la banda presidencial que pronto dejará de ostentar el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El fenómeno Xóchitl ha encendido para MORENA una alarma electoral, y la angustia ha comenzado a consumir la tranquilidad de López Obrador, su partido y los precandidatos del mandatario, a quienes éste apoda “las corcholatas” –Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal-. La súbita aparición de Xóchitl Gálvez, como seria aspirante presidencial con reales posibilidades de triunfo, constituye para los planes del presidente López Obrador un obstáculo imprevisto, respecto al cual no podrá contar con un “Plan B”, ni podrá tener “otros datos”. Lo que parecía configurarse como un exitoso desenlace de la ininterrumpida –e ilegal- campaña electoral que AMLO comenzó a operar con recursos públicos desde el primer día de su arribo a la presidencia del país –para entregar a uno de los suyos la titularidad del Poder Ejecutivo-, ha dado un inesperado viraje de 180 grados, por la contundente presencia y la amplia aceptación pública que la personalidad de Xóchitl Gálvez ha generado. Hoy, como consecuencia de la legítima aspiración de esta valiente mujer, pero principalmente, por el temor electoral que ello ha infundido en el presidente y su equipo, el mandatario todos los días la calumnia y la denuesta. (Recordemos lo dicho por Don Quijote a Sancho Panza: “Dejad que los perros ladren, pues es señal de que vamos cabalgando”).
A pesar de la claridad que parece estar presentándose en el escenario político nacional, ante la posibilidad de que Xóchitl Gálvez sea candidata presidencial, y en su caso, triunfe sobre MORENA, en la disputa electoral del año entrante, el senador Dante Delgado ha adoptado una postura muy distante del sentido común, que levanta sospechas sobre su eventual respaldo a Andrés Manuel López Obrador. No obstante las numerosas voces de la ciudadanía, e incluso de algunos miembros prominentes de Movimiento Ciudadano -como el gobernador de Jalisco,
Enrique Alfaro-, que claman por la adhesión de MC y Dante Delgado al frente opositor, el líder nacional del partido se muestra antagónico, con lo cual provoca enorme suspicacia sobre una posible confabulación con López Obrador.
Las críticas a la actitud de Dante Delgado no son nuevas, pues en el reciente proceso electoral efectuado para elegir gobernador en el Estado de México, no solo no se sumó a la alianza opositora PAN-PRI-PRD conformada para contender contra MORENA en esa elección, sino que se abstuvo de postular candidatura alguna en tal proceso. La esperanzadora fuerza que representan el FAM y Xóchitl Gálvez, ha hecho que las miradas de la opinión pública se dirijan otra vez hacia Dante Delgado. El 2024 se vislumbra ya como una verdadera esperanza para recuperar la presidencia de la República y el Congreso de la Unión, así como para rescatar a México de la indignante tiranía que hoy lo avasalla, y restablecer el respeto al estado de derecho y las instituciones. Por todo ello, Dante Delgado y Movimiento Ciudadano hoy tienen ante México un deber democrático, patriótico y moral: están obligados a unirse al Frente Amplio por México; si no lo hacen, la historia los condenará.