Periodista
El delicado estado de salud del conductor de ‘Ventaneando’, Daniel Bisogno, ha sido uno de los temas más comentados en México en las últimas semanas. Pero a la par de la preocupación genuina que sus colegas y amigos han mostrado por la difícil situación que atraviesa la familia, también aflora un lado cruel e insensible en la prensa de espectáculo y las reacciones en redes sociales.
Bisogno lleva más de 10 días hospitalizado en terapia intensiva. La información sobre su condición ha estado rodeada de gran hermetismo, y lo poco que se ha revelado -fue sometido a una operación muy seria en el pulmón debido a una infección pero se ha visto una leve mejoría y ya puede respirar por sí mismo- ha desatado muchas especulaciones.
«Pati, ¿ya se murió Bisogno? Porque es lo que dicen», le gritó una reportera a la titular del show de TV Azteca a su salida del concierto de Cristian Castro y Yuri la noche del miércoles. Un programa de chismes publicó una foto de la expareja de Bisogno, Cristina Riva Palacio, en la sala de espera del Hospital Ángeles del Pedregal, en Ciudad de México, dando a entender que la vida de ‘El muñe’ parecía estar en peligro por el rostro de preocupación de la madre de Michaela.
Otros hacen circular versiones falsas sobre el padecimiento que lo mantiene en terapia intensiva. En X (antes Twitter) abundan los rumores irresponsables, las burlas y hasta han llegado a desearle la muerte.
Basta entrar a TikTok para ver cientos de videos que se venden como «homenajes póstumos» al también actor de 50 años, dándolo por muerto cuando el último parte médico parece ser esperanzador por cómo responde al tratamiento, aunque se mantiene en terapia intensiva.
Todo con el único objetivo de alimentar el morbo y acumular likes y ‘shares’ como si no se tratara de la vida de una persona.
Sí, Daniel Bisogno interpreta un personaje polémico, ácido, directo, crítico con toques sarcásticos, que divide opiniones y ha sido criticado a través de los años por sus comentarios desafortunados e hirientes como conductor de ‘Ventaneando’. Pero como reflexionaba la periodista de espectáculos Joanna Vega-Biestro, es preocupante ver la reacción visceral que la desgracia de una persona puede desatar.
«A mí lo que me da pesar es en lo que nos hemos convertido. Que haya gente que le da gusto que está mal. Me sorprende, de verdad, que no piensen que todos tenemos familia, que todos podemos caer en una enfermedad. Y de la enfermedad de las personas, solamente la persona puede hablar o autorizar a alguien para hablar. Decir que creemos, nos dijeron y que hay rumores… no se vale», enfatizó.