Un nuevo estudio sugiere la existencia de hasta cuatro civilizaciones alienígenas “malévolas” en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
La teoría proviene de una investigación realizada por Alberto Caballero, estudiante de doctorado en resolución de conflictos de la Universidad de Vigo, España.
Aunque el estudio aún no ha sido revisado por pares, ofrece una perspectiva sobre la posibilidad de vida extraterrestre hostil que ha captado la atención de expertos y del público general, de acuerdo Futurism.
El enfoque del estudio
Caballero utilizó una fórmula que considera cómo los avances tecnológicos pueden hacer que las civilizaciones sean menos propensas a invadir a otras.
Comparó datos históricos sobre invasiones humanas con el número estimado de exoplanetas habitables en la Vía Láctea.
Su conclusión es que, aunque podrían existir hasta cuatro civilizaciones hostiles, la probabilidad de que la Tierra sea destruida por un asteroide es mucho mayor que la de ser invadida por alienígenas.
¿Realmente es fiable?
El estudio se basa en la suposición de que las civilizaciones extraterrestres podrían comportarse de manera similar a los humanos. Sin embargo, Caballero aclara que no conocemos la mente de los extraterrestres. Una civilización extraterrestre podría tener una composición química cerebral diferente, lo que podría influir en su comportamiento y empatía.
Contexto histórico y tecnológico
Caballero menciona que a medida que las civilizaciones avanzan tecnológicamente, es menos probable que invadan a otras. Este punto es relevante al observar cómo el “acuerdo de paz espacial” entre Estados Unidos y Rusia se ha mantenido a pesar de conflictos en la Tierra.
Esto podría indicar que una civilización avanzada tecnológicamente, como una posible civilización extraterrestre, podría ser menos beligerante.
Posibilidad de invasión extraterrestre
Aunque la idea de civilizaciones alienígenas hostiles puede ser alarmante, Caballero sugiere que es más probable que enfrentemos amenazas naturales que una invasión alienígena, ofreciendo una visión más equilibrada sobre los riesgos que podríamos enfrentar en el futuro.
El estudio de Caballero, aunque especulativo, abre la discusión sobre la posibilidad de vida extraterrestre y su potencial amenaza.