Flor de Día de Muertos
DANIELA ESCOBEDO DENA
La flor de cempasúchil es uno de los elementos del Día de muertos más importantes que ha estado presente desde antes de la colonización.
Tiene un fuerte significado en esta celebración, que además se destaca por su vivo color anaranjado.
Esta flor tiene un significado ceremonial que se ha mantenido desde hace cientos de años, ya que aunque México perdió muchas tradiciones durante la colonización, la flor de cempasúchil logró salir victoriosa.
El nombre cempasúchil proviene del náhuatl cempoalxóchitl, que significa “veinte flores” o “varias flores”, pero también es conocida como flor del muerto, flor de difunto, cempoal o flor de niño.
Según los pobladores del antiguo México, esta flor representa sol debido a su vivo color, por lo que se utilizaba para crear senderos que guíen a sus seres queridos a los altares
El cempasúchil era una flor muy importante entre los mexicas. Existen muchas leyendas alrededor de la flor, una de ellas cuenta cómo dos jóvenes enamorados, Xóchitl y Huitzilin, todas las tardes subían a una montaña a llevarle flores a Tonatiuh, el dios del sol. Ante esto, juraron amarse para siempre.
Sin embargo, debido a la guerra la pareja se separó y Xóchitl se enteró de que Huitzilin había muerto en uno de los enfrentamientos.
En su desesperación, le pidió al dios Tonatiuh que los reuniera, por lo que dejó que sus rayos cayeran sobre ella transformándola en una flor color amarillo intenso. Minutos después, un colibrí se posó sobre el centro de la flor abriéndose en 20 pétalos. Según la leyenda el pájaro era la reencarnación de Huitzilin.
Según la orden Tonatiuh, el amor entre los dos jóvenes se mantendrá mientras haya colibríes y flores de cempasúchil en los cambios mexicanos.