La Catrina tiene su origen en el siglo XX. Foto: Alan Ortega / CuartoscuroTodo comienza durante los gobiernos de los presidentes Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. Fue en estos tiempos cuando se popularizaron textos escritos por la clase media, sector de la población que criticaba la situación de México así como a las clases privilegiadas. Dichos escritos eran redactados de manera burlona y estaban acompañados de dibujos de cráneos y esqueletos, los cuales empezaron a ser divulgados en los periódicos llamados de combate.El creador de esta figura que hoy representa el Día de Muertos, fue creada por José Guadalupe Posada (célebre grabador, caricaturista e ilustrador), misma que en un principio fue bautizada como «La Calavera Garbancera». Sus críticas sociales que evidenciaban situaciones de desigualdad e injusticia en el país y en la sociedad porfiriana, lo hicieron famoso, también sus dibujos de «calacas» que ilustraban corridos, historias de crímenes, políticos, damas, toreros y más.
Los periódicos llamados de combate, donde apareció por primera vez «La Calavera Garbancera».
Las «calacas» de José Guadalupe Posada representaban al pueblo mexicano, a su carácter desenfadado y festivo, pero a la vez a la situación de aquella época, aunque hoy en día se les asocie más al Día de Muertos.
Se le llamaba «garbancero» a aquella persona que a pesar de tener sangre indígena, pretendía ser europeo y renegaba a su propia cultura, algo que José Guadalupe Posada condenaba. Su calavera con sombrero representa al que pretende aparentar lo que no es. «La Calavera Garbancera» que ilustró José Guadalupe Posada en el siglo XX, solo estaba dibujada de los hombros para arriba, lo único que tenía puesto era un gran sombrero francés con plumas, en representación de esa vida de europeos que aparentaban los indígenas.
Años después la fabulosa influencia de José Guadalupe Posada, llegó al muralista mexicano de ideología comunista Diego Rivera. Basándose en la obra de «La Calavera Garbancera» realizó un nuevo concepto en 1947, añadiéndole nuevos atributos: ropa, porte y elegancia. Él la rebautizó como «Catrina».
«Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» se encuentra en el Museo Mural Diego Rivera.
Dicha visión de Diego Rivera se puede apreciar en su mural «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central». En la obra aparece José Guadalupe Posada del lado derecho de la Catrina; a la izquierda se puede contemplar una versión infantil de Diego Rivera. Por detrás, no podía faltar, la reconocida pintora mexicana Frida Kahlo.
Diego Rivera popularizó «La Catrina».
Hoy en día la Catrina sigue siendo una invención popular y ha salido de los límites del lienzo o el grabado para ser parte de la cultura viva mexicana, de sus usos y costumbres, pues se ha vuelto artesanía que resalta la riqueza formal y espiritual del país.