Cristiano Ronaldo reprochó a sus compañeros con gestos a la vista de todos en la final que Al-Nassar perdió en Arabia LA NACION
Cristiano Ronaldo tuvo una tarde de furia en la derrota de Al-Nassr por 4 a 1 contra Al-Hilal en la definición de la Supercopa de Arabia Saudita. El crack portugués abrió el marcador, pero su equipo se derrumbó en la parte final, y el delantero no tuvo mejor idea que tomársela con sus compañeros, con un show de gestos que dieron la vuelta al mundo, entre acusatorios y de mal gusto.
A los 10 minutos de la segunda parte, Sergej Milinkovic Savic comenzó la remontada para Al-Hilal. A los 18 desniveló Aleksandar Mitrovic, que estiró la ventaja a los 24. Y luego de ese tanto, Cristiano fue captado por las cámaras al hacer gestos a sus compañeros. No se guardó nada.
El atacante de 39 años juntó sus manos y se las puso a un costado de la cara, inclinando la cabeza, en señal de que sus compañeros estaban dormidos. Y después fue más allá: de frente a ellos, a la espera para sacar del medio, unió y separó las yemas de sus dedos para cuestionar su valentía y dar a entender que tenían temor. Sus ademanes se hicieron aun más explícitos cuando acercó una mano a sus nalgas, dejando entrever que los otros integrantes de Al-Nassr tenían un miedo mayúsculo.
Lejos de encontrar una reacción positiva en el plantel, CR7 sufrió porque Al-Nassr nunca volvió a meterse en el partido. De hecho, a los 41 minutos de la segunda etapa Malcom aprovechó un mal control del arquero Bento, que prácticamente le regaló la pelota, y marcó el 4-1 definitivo. En ese momento, la cara del portugués mostraba su fastidio, pero el capitán no volvió a señalar a sus compañeros.
La pesadilla todavía no había terminado. Sobre el final del encuentro, los fanáticos de Al-Hilal, que ya explotaban de emoción con la victoria y un nuevo trofeo, recordaron su rivalidad con Lionel Messi, al que corearon. “¡Messi, Messi, Messi!”. Esa provocación, algo que suele ocurrirle, no tuvo ninguna reacción de parte del ex atacante de Real Madrid.
Sabe que está en una liga en pleno desarrollo, que tiene algunos jugadores de experiencia y una amplia mayoría sin roce internacional. Pero es un animal competitivo. Por eso construyó una carrera extraordinaria y por eso a esta altura quiere seguir ganando títulos, prestigio, dinero.
Al-Nassr tuvo 17 minutos de pesadilla y dejó escapar el que habría sido la segunda conquista de Cristiano en la entidad. El implacable resultado, además, puso la lupa en una imagen del delantero previa al encuentro, en la que se lo observa tocar el trofeo, que no ha ganado en su trayectoria.
Al menos, el gol, un toque sutil para aprovechar un centro atrás, le sirvió para aumentar su registro a 897 en su carrera, y lo consolida como el máximo anotador de la historia del fútbol, en 1228 encuentros. El miércoles, en una semifinal, había anotado el del 2-0 contra Al Taawon, su número 896. En la nómina de los más grandes artilleros de este deporte, Messi está algo lejos de su némesis, con 836 goles (y 374 asistencias) en 1065 partidos, según señala el sitio de estadísticas oficial del Astro, Messi Stats. En este momento, el rosarino está lesionado y no ha actuado todavía en Inter Miami tras obtener la Copa América.
Compacto de Al-Hilal 4 vs. Al-Nassr 1
Este jueves, a las 15 de la Argentina, Al-Nassr hará su presentación en la liga de Arabia Saudita, contra Al-Raed. Habrá que ver cómo responden los compañeros de Cristiano Ronaldo, luego de los desafiantes gestos públicos de la estrella mundial.