LA CANDIDATA del PRI al gobierno del Chihuahua Graciela Ortiz González, avanzó casi tres puntos porcentuales, en la reciente medición en las preferencias electorales realizada y publicada por el periódico El Financiero.
Mientras que el candidato de de Movimiento Ciudadano Alfredo Lozoya Santilla, también presenta un avance de dos por ciento con relación a la encuesta de la semana pasada, de la misma empresa periodística.
La candidata a la gubernatura por el PAN-PRD, María Eugenia Campos Galván, continúa como puntera en la contienda con el 40 por ciento de las preferencias, pero en porcentaje cerrado disminuyó dos puntos.
Quien registra una pérdida porcentual de tres puntos, es el candidato de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien se ubica en el segundo lugar, con 34 por ciento de la intención previa del voto.
Por lo tanto quienes avanzaron, son la candidata Ortiz González y Lozoya Santillán, quienes de acuerdo con la encuesta en mención, ocupan el tercer lugar con un nueve por ciento de las preferencias.
Los cuatro por lo tanto forman el cuadro de donde saldrá el próximo gobernador (a) de Chihuahua, el resto de los contendientes tienen ninguna posibilidad.
De hecho todos ellos, María Eugenia Baeza de Redes Sociales Progresistas, Brenda Ríos del Verde Ecologista; Luis Carlos Arrieta de Encuentro Solidario y Alejandro Díaz de Fuerza por México, se ubican con un dos por ciento en la métrica. El dos por ciento trae tendencia hacia la baja.
El Financiero es un periódico serio que realiza estas mediciones con sus propios recursos y no como las encuestadoras, la mayoría, que luego ofrecen resultados de acuerdo a los intereses de quien los contrata.
POR LA presión mediática, o sea social, el gobierno estatal autorizó los mítines-caravana que por ahora han realizado el candidato a la alcaldía capitalina Marco Adán Quezada de Morena, PT y Nueva Alianza, su par de enfrente Marco Bonilla y la candidata a gubernatura María Eugenia Campos Galván.
En otras materiales de análisis, decíamos que la innovación de los partidos y candidatos, sería fundamentan en sus estrategias en busca del voto para las campañas en medio de la peor pandemia que hoy registra la aldea global.
El secretario de Salud, el economista Eduardo Fernández Herrera, las había prohibido, Bonilla da cuenta de ello, fue víctima en el arranque de su campaña; mientras que al otro Marco, se le autorizó, finalmente cosas de la intromisión en campañas del gobernador Javier Corral.
En comunicado oficial de última hora el secretario general de Gobierno, Fernando Mesta Soulé, dice ahora que si están permitidas, con tres personas por vehículo, sin que haya puntos de reunión para los pasajeros y en pocas palabras que se mantengan a bordo del automotor.
La realidad es que eso no se va a cumplir, ya nomás faltó imponer que no vayan a bajar los cristales de las puertas de los vehículos.
El caso es que el secretario economista dice una cosa, el gobernador otra y el secretario de Gobierno cantinflea; ya sólo falta que salga el Fiscal Peniche imponer reglas, normas o restricciones en cuanto a la pandemia.
HAY QUE decir que Marco Adán Quezada, el morenista candidato a la alcaldía, sacó el crecido colmillote, ese que sólo concede la experiencia en la función pública, más la trayectoria y la vida misma.
Le bastó sólo dar un posicionamiento en rueda de prensa; construir una pequeño enunciado para, como en carambola de tres bandas en la mesa del billar, atraer 30 mil votos
Se trata de Romanzza, esa zona del sur de la capital, ubicada a pocos kilómetros de Aldama y de Aquiles Serdán, en donde exigen que se clausure el relleno sanitario.
Del basurero municipal se desprende fétidos olores, los incendios provocan continuas alertas, fuera de la contaminación y riesgos a la salud.
Un bloque población muy importante, en número, al que el colmilludo les dijo que será clausurado y que los especialistas definirán en dónde ubicar las nuevas celdas del tiradero.
Quezada le sabe al tema, fue alcalde, y secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, conoce de lo que está hablando, pero también reprocha a las autoridades municipales actuales y pasadas, que permitieron construir una veintena de fraccionamientos a metros del basurero.
Eso es corrupción. Voltear hacia atrás ya es lo de hoy, menos cuando en la cotidianeidad de los vecinos demuestra que, ya no importa que fue primero, el huevo o la gallina.