EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, MILLONES DE MUJERES MEXICANAS HAN SIDO VÍCTIMAS DE ESTE TIPO DE AGRESIONES; GRUPOS FEMINISTAS BUSCA QUE SE TIPIFIQUE COMO DELITO Y SE INCLUYA EN LA LEY DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA
Los ‘memes’ de la «mamá luchona» y otros más que perpetúan los estereotipos de género, así como la difusión de fotografías y videos de contenido sexual de mujeres, que circulan en los medios digitales sin su consentimiento, son quizás las formas de violencia cibernética más visibles, pero en realidad existe una amplia variedad en el espacio virtual, por lo que activistas de toda la república se preparan para impulsar una iniciativa que castigue a quien la ejerce.
La violencia cibernética o digital y aunque se registra en el espacio virtual, tiene impactos negativos en la vida real y Julia, como le llamaremos, lo sabe muy bien.
HISTORIA
Ella es de un ejido de la Laguna, es madre de tres hijas y trabaja en una maquiladora. Se separó de su esposo por violencia familiar. Pasado un tiempo, encontró una nueva pareja de la que se enamoró y comenzó una relación que duró unos meses, pues repentinamente el sujeto desapareció.
Tras no saber nada de él, Julia se dio cuenta que uno de los encuentros sexuales que había sostenido con este hombre, se encontraba disponible en una página de internet donde había otros más del mismo sujeto, pero con distintas mujeres. Ella no estaba enterada de que la habían grabado.
Después de darse cuenta sufrió una severa depresión, pues recién había regresado con su marido y siendo de una comunidad, la difusión de estas imágenes podía poner en riesgo su integridad.
Animada por amigas, interpuso su denuncia y retiraron el video, sin embargo al final las autoridades le dijeron que no podían hacer nada. La página desapareció, pero Julia no sabe si el sujeto continua grabando sus encuentros sexuales con otras mujeres y difundiéndolos en Internet sin que ellas se den cuenta.
En 2015, un estudio del INEGI arrojó que 9 millones de mujeres mexicanas habían sido víctimas de violencia cibernética.
«El problema es que muchas autoridades piensan que como esto es un problema virtual, no se traslada a la vida diaria, pero sí se traslada, para las mujeres el hecho que te hayan acosado, hostigado, en la parte digital, posteriormente empieza la parte real, empieza una foto circulando y luego ves alguien que te reconoció que eras la de la foto y es sencillo para esa persona llamarte como quiera porque ‘estás pública y tú tienes la culpa por estar pública'», dice Samantha Ruiz, especialista en igualdad e integrante de la Red de Mujeres de la Laguna.
Ejemplifica esto con el caso de la hondureña que se hizo viral por decir que los frijoles es comida para puercos.
«El odio del pueblo mexicano, de la gente intolerante, y aparte de eso tiene el odio de los hondureños que ya la han excluido y la han acosado, ese es un ejemplo de cómo una situación virtual se transforma en algo real».
¿QUÉ ES LA CIBERVIOLENCIA?
Para visibilizar esta problemática y sus consecuencias, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, presentamos en qué consiste, los tipos y las consecuencias.
De acuerdo a la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología, se refiere a los «Actos de violencia de género cometidos instigados o agravados, en parte o totalmente, por el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), plataformas de redes sociales y correo electrónico; y causan daño psicológico y emocional, refuerzan los prejuicios, dañan la reputación, causan pérdidas económicas y plantean barreras a la participación en la vida pública y pueden conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física».
La definición viene en el informe «La Violencia en Línea Contra las Mujeres en México», publicado en Noviembre de 2017 y elaborado por Luchadoras MX en colaboración con: Article 19 Oficina para México y Centroamérica; Asociación para el Progreso de las Comunicaciones; CIMAC, Derechos Digitales, Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) SocialTIC, entre otras organizaciones.
Ahí, se detalla que un estadio elaborado entre los años 2012 y 2014 en el cual se analizaron 1,126 casos procedentes de siete países (Bosnia Herzegovina, Colombia, la República Democrática del Congo, Kenya, México, Paquistán y Filipinas) la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología, arrojó los siguientes resultados.
Las mujeres jóvenes, de entre 18 y 30 años, son las más vulnerables en los espacios digitales.
El 40% de las agresiones son cometidas por personas conocidas y el 30% por desconocidos.
Hay tres perfiles principales de mujeres que viven esta forma de violencia: mujeres que viven en una relación íntima de violencia, mujeres profesionales con perfil público que participan en espacios de comunicación (periodistas, investigadoras, activistas y artistas), y mujeres sobrevivientes de violencia física o sexual.
TIPOS DE VIOLENCIA CIBERNÉTICA
Por ser un tema relativamente novedoso, pocas personas identifican las formas en las que se presenta la violencia cibernética por lo que el informe destaca 13 tipos principales, siendo estos:
Acceso no autorizado y control de acceso. Consiste en atacar las cuentas o dispositivos personales. «Se manifiesta con el robo de contraseñas, usar programas espías, intervenir teléfonos o computadoras», explica Ruiz.
Control y manipulación de la información. Se da cuando se borra, cambia o falsifica datos personales (incluyendo fotos o videos), tomar fotos o videos sin consentimiento para hacer uso indebido de ellos y divulgarlos en la red (no importa que no tenga contenido sexual). «Aunque se manden ‘nudes’, nadie tiene derecho a compartirlas sin el consentimiento de la persona», dice.
Suplantación y robo de identidad. Esto es la creación de perfiles falsos que usan el nombre, foto y datos de otra persona, es una forma de violencia en internet que debe denunciarse.
Monitoreo y acecho. Es una especie de «stalkeo» y se da cuando aquellas personas que vigilan, usan cámaras que buscan geolocalizar a la persona o utilizan datos expuestos en la red para espiar a la mujer.
Expresiones discriminatorias. Se refiere las personas que usan un discurso con lenguaje homofóbico o que reflejan ideas machistas que buscan mostrar a las mujeres como personas menos valiosas que los hombres, son personas que están siendo violentas.
Acoso. Consiste en el envío de fotos, mensajes y demás contenidos enviados a las personas de manera insistente, a pesar de no recibir respuestas.
Amenazas en los correos electrónicos, mensajes en Facebook, Twitter o WhatsApp o cualquier otra plataforma digital con contenido amenazante, también cuentan.
Difusión de información personal o íntima sin consentimiento, es decir, lo que se compartió o se dijo a alguien, es privado. Nadie tiene derecho a difundir en la red información, vídeos o imágenes sin consentimiento.
Extorsión. Se da cuando alguien quiere obligar a hacer algo que no quieren, emplean amenazas con divulgar información o imágenes que pueden causar algún daño.
Desprestigio. Se ha visto muchas veces, internet es un lugar donde verificar información es muy complicado. Eso lo aprovechan muchas personas para lanzar una campaña con información falsa que busca afectar la imagen de alguna persona.
Abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías. Existen personas que utilizan las redes para contactar a mujeres que pueden parecerles vulnerables, se ganan su confianza y después las enganchan para ejercer trata de blancas o abuso sexual.
Afectaciones a canales de expresión. Cuando una mujer dice algo incómodo o que va en contra de lo que piensa alguien más, para muchos es sencillo atacar el canal por donde se expresó. Dar de baja su perfil, atacar su blog o página de internet o hacer todo lo posible para que la personas quede «desconectada» de la red.
Omisiones por parte de actores con poder regulatorio. «Este es quizás el más preocupante; ¿cómo denunciar si nadie hace nada? La falta de claridad en cuanto a leyes y regulaciones para lo que ocurre en internet provoca que las autoridades no actúen cuando una mujer denuncia violencia vía internet y es algo en lo que se debe trabajar con urgencia».
RESULTADOS
Según el informe, el único registro de magnitud estadística que se ha levantado es el Módulo sobre Ciberacoso 2015 que hizo el INEGI como parte de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las TIC en Hogares (ENDUTIH).
Los resultados arrojaron que del total de la población encuestada, el 24.5% reportó vivir ciberacoso en alguna de sus diferentes formas, 52.1% hombres y 47.9% mujeres. Es decir, aproximadamente 9 millones de mujeres han vivido ciberacoso en México. Las mujeres más vulnerables a sufrir algún tipo de acoso son las que tienen edades entre 20 y 29 años.
Las formas de acosar que más afectaron a las mujeres fueron el spam o virus (23.7%), le sigue la recepción de contenido multimedia (13.8%), llamadas telefónicas (13.5%), el contacto con identidades falsas (13.4%), el registro en sitios web (10.7%), la recepción de mensajes (9.7%), el robo de identidad (7.7%), el rastreo de sus sitios web (3.9%) y el daño a través de la divulgación de información personal (3.2%), y el robo de contraseña (0.5%)
Aunque el informe del INEGI detalla que fueron más los hombres que reportaron ser acosados digitalmente, la diferencia que hay con las mujeres es que dentro del espacio virtual se siguen reproduciendo, estereotipos de género, mensajes misóginos y machistas, que denigran a la persona sólo por ser mujer que ponen en riesgo su integridad física.
«La violencia en línea en México es una extensión de una situación estructural de violencia sistemática perpetrada en contra de las mujeres. Es otra forma de seguir obstaculizando, denostando, quitando los derechos porque al final de cuentas aunque sea virtual eso se traduce en que ya no te dan oportunidades labores, pierdes económicamente hablando, si alguien denostó tu integridad ya no te contratan o te acosan, es una persecución continua de la misoginia que vive día la mujer, pero se traslada al ámbito virtual», explica Ruiz.
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ya ha establecido que los derechos humanos de las personas deben estar protegidos en Internet de la misma forma que en el mundo análogo, por lo que señala que esto » pone en riesgo los derechos a la privacidad, a la intimidad, a la integridad personal, a la libertad de expresión y acceso a la información y a la autodeterminación informativa. Además incluso, podría afectarse derecho de acceso a la justicia y a las garantías judiciales si este tipo de violencia es continuada por el Estado al no dar trámite ni justicia a los casos en cuestión».
Actualmente sólo el estado de Zacatecas tiene tipificado el delito de violencia cibernética, por lo que se busca quede regulado en el resto de las entidades y que se incluya el derecho al olvido, el cual se refiere al derecho que tiene una persona a ser des-indexada de los buscadores para cuidar su reputación u honor.
El derecho al olvido no desaparece la información, pero la hace casi imposible de localizar.
«Se está trabajando a nivel nacional a través de las diferentes colectivas feministas, para generar estos puntos de acuerdo en todos los Congresos de todos los Estados, Coahuila no es la excepción y se está trabajando para subirlo lo antes posible; la ventaja es que en Coahuila está regulado la investigación porque en otros estados se regula una violencia en la Ley, la diferencia acá es que ya lo tenemos como delito», dijo Natalia Fernández, integrante de Activistas Feministas de la Laguna y de la organización Kibernus.
Agrega que en Coahuila, todo lo relacionado con los medios electrónicos viene regulado en el nuevo código penal y lo que se está buscando es que se regule la violencia cibernética específicamente contra la mujer, además de legislar el tema del derecho al olvido. La intención es que este delito se incluya en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado.