La exprincesa alemana de origen danés
EL UNIVERSAL
Culta, atractiva, Corinna Larsen tenía todo para conquistar a cualquiera, y el rey Juan Carlos cayó rendido a sus pies. Pero el amorío le salió caro.
Las declaraciones de la exprincesa alemana de origen danés pusieron en jaque al monarca emérito, al grado de obligarlo, este lunes, al anunciar su decisión de autoexiliarse, en medio de un gran escándalo de corrupción.
De acuerdo con el diario español «El País», Larsen, nacida el 28 de enero de 1964 en Frankfurt, Alemania, aunque su padre era danés, conoció al rey en 2004, cuando ella tenía 39 años y conservaba todavía el título de princesa por su matrimonio con el príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wiitgenstein. Ella seguiría siendo princesa hasta 2019, cuando Casimir se casó con una modelo de 28 años.
La reina Sofía estaba acostumbrada a los amoríos de Juan Carlos, conocido por su inclinación a las mujeres. Pero a decir de la prensa española, Corinna, quien estudió Relaciones Internacionales en Ginebra y habla cinco idiomas, realmente flechó al monarca.
Madre de dos hijos –se ha casado dos veces-, Corinna llegó a la vida de Juan Carlos siendo gerente de Boss and Company, una empresa de armas que organizaba cacerías de lujo.
Y fue en una de esas cacerías que su affaire salió a la luz. Habían pasado ya ocho años dese aquel primer encuentro y la noticias se regó como la pólvora por un accidente, literalmente. Mientras cazaba elefantes en Botsuana, África, Juan Carlos se rompió la cadera.
La reacción de los españoles fue de total indignación, dado que el viaje se registró cuando la sociedad sufría por las draconianas políticas de austeridad impulsadas durante la crisis económica. Pero el escándalo fue mayor cuando se reveló que el rey no estaba solo, sino con una guapa mujer afín a los intereses de Juan Carlos: Corinna.
Desde entonces, ella se convirtió en foco de los medios, y en varias entrevistas justificó sus viajes con el monarca diciendo que era asesora estratégica del gobierno español para temas de Medio Oriente. Pero haber llamado “tesoro” al rey durante una entrevista con el diario «The New York Times» no ayudó a calmar las aguas.
De acuerdo con «El País», fue también ella quien organizó la luna de miel del príncipe Felipe con Leticia, y quien intentó conseguirle trabajo a Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Elena y yerno del monarca, en la Fundación Laureus, pero él lo rechazó. La reina Sofía, mientras tanto, optaba por viajar cada vez con más frecuencia a Londres.
Uno de los grandes defensores de Corinna, en medio de todo el escándalo, fue justamente su primer marido, el empresario británico Philip Adkins, con quien tuvo una hija.
«Ella no es una escaladora social, eso es ridículo, y la gente que diga eso son las peores personas del mundo. Corinna es una mujer guapísima… tiene los mejores modales, la mejor educación. Es el tipo de mujer que cualquier hombre, incluyendo Ernest Hemingway, perseguiría», dijo alguna vez.
Pero en 2018, Philip cambió radicalmente, cuando se dieron a conocer las cintas en las que la «amiga» de Juan Carlos revelaba la dudosa fortuna del rey en Suiza y decía que él cobró una comisión por la concesión de un contrato para la construcción del tendido de alta velocidad ferroviaria en Arabia Saudita, entre otras cosas.
«¿De verdad piensa alguien en España que está tratando con una persona honesta y estable? Vamos, hay muchas pruebas en su forma de expresarse en privado que indican que Corinna es una sociópata narcisista».
Por esas grabaciones, un juez español ordenó investigar a Corinna, quien supuestamente actuaba como testaferro de Juan Carlos.
Para el ahora monarca emérito –abdicó en 2014-, el impacto fue mayúsculo.
La justicia, tanto en Suiza como en España, investiga el origen de 100 millones de dólares que Juan Carlos habría recibido secretamente de Arabia Saudita en una cuenta en Suiza en 2008. Además, el Supremo español indaga su eventual responsabilidad en la causa iniciada en 2018 tras revelarse la existencia de las grabaciones, una causa iniciada en 2018, cuando en unas grabaciones atribuidas a su examante Corinna Larsen esta aseguraba que Juan Carlos habría cobrado una comisión por la concesión de un contrato para la construcción del tendido de alta velocidad ferroviaria en Arabia Saudita.
Incluso el gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez, llamó «inquietantes» las acusaciones de corrupción contra el monarca español, quien no tuvo más remedio que anunciar su decisión de irse a vivir a otro país para «contribuir a facilitar» el ejercicio de las funciones de su hijo, el rey Felipe.
De acuerdo con el diario español «El País», Larsen, nacida el 28 de enero de 1964 en Frankfurt, Alemania, aunque su padre era danés, conoció al rey en 2004, cuando ella tenía 39 años y conservaba todavía el título de princesa por su matrimonio con el príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wiitgenstein. Ella seguiría siendo princesa hasta 2019, cuando Casimir se casó con una modelo de 28 años.
La reina Sofía estaba acostumbrada a los amoríos de Juan Carlos, conocido por su inclinación a las mujeres. Pero a decir de la prensa española, Corinna, quien estudió Relaciones Internacionales en Ginebra y habla cinco idiomas, realmente flechó al monarca.
Madre de dos hijos –se ha casado dos veces-, Corinna llegó a la vida de Juan Carlos siendo gerente de Boss and Company, una empresa de armas que organizaba cacerías de lujo.
Y fue en una de esas cacerías que su affaire salió a la luz. Habían pasado ya ocho años dese aquel primer encuentro y la noticias se regó como la pólvora por un accidente, literalmente. Mientras cazaba elefantes en Botsuana, África, Juan Carlos se rompió la cadera.
La reacción de los españoles fue de total indignación, dado que el viaje se registró cuando la sociedad sufría por las draconianas políticas de austeridad impulsadas durante la crisis económica. Pero el escándalo fue mayor cuando se reveló que el rey no estaba solo, sino con una guapa mujer afín a los intereses de Juan Carlos: Corinna.
Desde entonces, ella se convirtió en foco de los medios, y en varias entrevistas justificó sus viajes con el monarca diciendo que era asesora estratégica del gobierno español para temas de Medio Oriente. Pero haber llamado “tesoro” al rey durante una entrevista con el diario «The New York Times» no ayudó a calmar las aguas.
De acuerdo con «El País», fue también ella quien organizó la luna de miel del príncipe Felipe con Leticia, y quien intentó conseguirle trabajo a Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Elena y yerno del monarca, en la Fundación Laureus, pero él lo rechazó. La reina Sofía, mientras tanto, optaba por viajar cada vez con más frecuencia a Londres.
Uno de los grandes defensores de Corinna, en medio de todo el escándalo, fue justamente su primer marido, el empresario británico Philip Adkins, con quien tuvo una hija.
«Ella no es una escaladora social, eso es ridículo, y la gente que diga eso son las peores personas del mundo. Corinna es una mujer guapísima… tiene los mejores modales, la mejor educación. Es el tipo de mujer que cualquier hombre, incluyendo Ernest Hemingway, perseguiría», dijo alguna vez.
Pero en 2018, Philip cambió radicalmente, cuando se dieron a conocer las cintas en las que la «amiga» de Juan Carlos revelaba la dudosa fortuna del rey en Suiza y decía que él cobró una comisión por la concesión de un contrato para la construcción del tendido de alta velocidad ferroviaria en Arabia Saudita, entre otras cosas.
«¿De verdad piensa alguien en España que está tratando con una persona honesta y estable? Vamos, hay muchas pruebas en su forma de expresarse en privado que indican que Corinna es una sociópata narcisista».
Por esas grabaciones, un juez español ordenó investigar a Corinna, quien supuestamente actuaba como testaferro de Juan Carlos.
Para el ahora monarca emérito –abdicó en 2014-, el impacto fue mayúsculo.
La justicia, tanto en Suiza como en España, investiga el origen de 100 millones de dólares que Juan Carlos habría recibido secretamente de Arabia Saudita en una cuenta en Suiza en 2008. Además, el Supremo español indaga su eventual responsabilidad en la causa iniciada en 2018 tras revelarse la existencia de las grabaciones, una causa iniciada en 2018, cuando en unas grabaciones atribuidas a su examante Corinna Larsen esta aseguraba que Juan Carlos habría cobrado una comisión por la concesión de un contrato para la construcción del tendido de alta velocidad ferroviaria en Arabia Saudita.
Incluso el gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez, llamó «inquietantes» las acusaciones de corrupción contra el monarca español, quien no tuvo más remedio que anunciar su decisión de irse a vivir a otro país para «contribuir a facilitar» el ejercicio de las funciones de su hijo, el rey Felipe.