Omar Peralta
México consiguió la segunda victoria en su historia sobre la Selección Femenil de Estados Unidos. El Tri se valió de los dos goles de Lizbeth Ovalle y Mayra Pelayo para superar a la potencia mundial de este deporte en la tercera jornada grupal de la Copa Oro Femenil. El batacazo ha servido para asegurarse el liderato con siete puntos, invictas: dos triunfos, el otro fue sobre República Dominicana por 8-0, y un empate sin goles contra Argentina. Estados Unidos avanzó como segundo lugar con seis unidades.
Hay partidos que parten la historia en dos bloques. Y este puede ser uno de ellos. México llegó con la misión de conseguir el boleto a los Cuartos de Final. Era un partido de alto riesgo contra el rival más poderoso no sólo del área, sino de todo el mundo: ningún otro país tiene más títulos mundiales (4 en total). Pero México cambió el rumbo de la lógica a punta de golazos. Durante todo el partido, la constante fue el nivel competitivo de las jugadoras nacionales, que no se achicaron ante el escenario ni el rival —el último y hasta entonces único triunfo databa de 2010, un 2-1 en el Premundial de Concacaf—.
El partido era parejo, pero una genialidad colectiva, cocreada por Lizbeth Ovalle, decretó el 1-0 para México. Todo nació con un pase largo de Rebeca Bernal, el cual no pudo ser interceptado por Estados Unidos, y Karla Nieto aprovechó para prolongar el envío que cayó hasta los dominios de Ovalle, muy atenta a un posible yerro defensivo, que fue lo que sucedió por parte de Rebecca Sauerbrunn. Entonces La Maga hizo lo suyo: fintó a la portera Naeher y bombeó con un disparo de zurda sensacional que quedó fuera del alcance de toda la saga estadounidense. Era una explosión de alegría total, pero México entendió que los partidos deben cuidarse hasta el último suspiro. Jamás se confió por ir arriba.
Estados Unidos intentó a toda costa el empate. Siempre tienen la obligación de buscar los partidos por su poderío. Pero México estuvo cerca del 2-0 en el primer tiempo con un riflazo de Nieto que pegó caprichosamente en el poste. En la segunda mitad, los esfuerzos ofensivos de Alex Morgan y Trinity Rodman se encontraron con la fortaleza defensiva de México, impasable atrás con Bernal y Greta Espinoza, ya fuera con su impecable cobertura o con su salvada agónica para evitar el empate.
Adelante el peligro se mantuvo con Kiana Palacios y con Mayra Pelayo, la mediocampista que quería irse con un golazo a su cuenta. Ya lo había intentado una vez. El aviso se cumplió a cinco minutos del final con una golazo emanado de una bicicleta de escándalo. Una vez con el perfil listo, tras un regate para enmarcar, Pelayo sacó un disparo que combinó precisión con potencia a la perfección. Encajó el 2-0 final que confirmó la histórica gesta mexicana.
Alex Morgan explicó por qué el Tri venció a su equipo y, al mismo tiempo, tuvo autocrítica por lo sucedido. “México vino a jugar y lo hicieron muy bien. No sólo en Concacaf, el mundo entero ha aumentado el nivel gracias a sus Ligas y México es producto de eso, de su Liga. Concacaf no es lo que era hace 14 años cuando perdimos por última vez con México. No estuvimos cerca de nuestro mejor nivel. Encontramos algunas oportunidades pero no estuvimos lo suficientemente bien para concretarlas. No pusimos a prueba a la portera y nos venimos abajo muy fácil””, dijo la histórica delantera al terminar el cotejo.
Este resultado marca un hito, sin duda alguna, pero también debe servir para hacer entender a los dueños del dinero en el futbol mexicano el potencial que hay en el futbol femenil. Con apenas siete años desde la formación de la liga femenil, los resultados ya son evidentes no sólo a nivel local: ya se vio una hazaña histórica que nunca será olvidada. México espera rival en Cuartos de Final, que se definirá hasta mañana. Pueden ser Colombia, Puerto Rico, Costa Rica o Paraguay.