Controversial…
“La hipocresía en el asunto de los migrantes”
….Monedas de cambio.
Por: Raúl Sabido.
Las decisiones que se toman, y que afectan a los migrantes, deben siempre centrarse en su bienestar, dignidad y de forma integral. Humanizar y valorar a cada individuo es crucial para abordar los desafíos y encontrar soluciones justas y sostenibles, más sin embargo los migrantes hoy serán usados como “moneda de cambio” por los gobiernos latinoamericanos que aportan esa mano de obra migrante que tanto requiere la economía de los Estados Unidos.
Hay que reconocer que tanto derechos humanos tienen los migrantes como los mismos derechos humanos tienen los ciudadanos de las ciudades fronterizas que afectarán con la deportación masiva, promoviendo el “quédate en México” con la falsa promesa de que esperen ser llamados para otorgarles estancia legal en los Estados Unidos, algo que nunca llegará.
El programa «Quédate en México» (Migrant Protection Protocols, MPP) fue implementado en enero de 2019 bajo la administración de Donald Trump.
Durante su vigencia más de 71,000 solicitantes de asilo fueron enviados a esperar a México para recibir la resolución de sus casos en los tribunales de inmigración de Estados Unidos. Este programa fue suspendido en agosto de 2022 por la administración de Joe Biden, quien lo consideró cruel e inhumano, era un engaño.
De las 71,000 solicitudes aproximadamente 42,012 fueron casos completados bajo el programa «Quédate en México» para diciembre de 2020, pero de ellas solo 521 solicitudes fueron conocidas en los tribunales de inmigración.
Esto representa una tasa de aprobación de revisión muy baja, lo que refleja las dificultades y desafíos que enfrentaron los migrantes bajo este programa y que puso en evidencia que la esperanza era solo eso, una esperanza que nunca llegó, y la prueba de ello es que de las 521 solicitudes que obtuvieron resolución de revisión bajo el programa «Quédate en México», solo 28 lograron realmente obtener residencia legal en los Estados Unidos.
El programa fue suspendido en agosto de 2022, y la gran mayoría de los migrantes se quedaron en México donde encontraron una situación de incertidumbre, rechazo y vulnerabilidad. Algunos han buscado asilo en México, mientras que otros han vuelto a intentar cruzar la frontera de manera irregular.
Como resultado de la deportación masiva de migrantes de los Estados Unidos hacia las fronteras de México se detonará una alta concentración de migrantes en las ciudades fronterizas de México que pueden generar serios problemas tanto para las ciudades en si, como para la población en consecuencia.
Si se quiere, por el lado humanitario, resolverles el problema a los migrantes durante su estancia en las ciudades fronterizas mexicanas, de igual manera, y con mayor entereza, se deberán de resolverles a los ciudadanos fronterizos los problemas que detonan la presencia ilegal e irregular de los migrantes, no se puede resolver los problemas de una estadía transitoria a expensas del bienestar, seguridad, de salud y tranquilidad de los ciudadanos fronterizos.
Son de sobra conocidos por los fronterizos los problemas que necesariamente se presentan como consecuencia de la estadía transitoria de los migrantes como son: sobre carga en los servicios públicos, tensión social y seguridad, falta de infraestructura para dar albergue detonando la presencia en las calles, enfermedades y contagios, el rechazo social a la integración social de los migrantes, afectación a la economía pública ante la necesidad de otorgar recursos para aligerar el impacto social, pandillerismo, robos, secuestros, asesinatos, reclutamiento al crimen organizado ya que el migrante es un humano con necesidades, y las tiene que cubrir.
Recordemos que el migrante no tiene resiliencia ni solidaridad con la ciudad que los recibe, no le nace porque está de paso, es transitorio y nada lo obliga a ser reciproco, agradecido, respetuoso y coadyuvar con la ciudad, no hay nada que lo obligue a ello, vienen a quitar y no a aportar.
La ciudad y el estado tendrán que inyectar recursos para buscar una estadía con los básicos de supervivencia para minimizar daños y problemas y, ni el estado, menos la ciudad, tienen los recursos para tal odisea humanitaria.
Cuando salieron de sus países los migrantes traían dinero, cuando llegaron a las fronteras les llegaba dinero, cuando se les ofreció trabajo dijeron que no y prefirieron irse a los cruceros a pedir limosna, otros prostituyeron la zona y muy pocos aceptaron las ofertas de trabajo, se utilizaron los servicios médicos, se invadieron lugares abandonados insalubres y de alto riesgo, desestimaron la ayuda de alberges y renegaron de los alimentos, convirtieron la zona centro en su área de estancia insalubre y de “esparcimiento”, crearon problemas serios y graves con las autoridades migratorias, se auto flagelaron.
Se estima que el hoy presidente Donald Trump planea deportar a un gran número de migrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes penales y todos aquellos ubicados como pandilleros, narcotraficantes, menudistas, ladrones y con violaciones graves a las leyes, las redadas van hacia los puntos conocidos y sabidos de criminalidad.
En Estados Unidos existen entre 13 y 14 millones de ilegales viviendo y, los estados con más ilegales para deportar, son los estados de California, Texas, Arizona y Florida donde la Mara Salvatrucha y la Mafia Mexicana tienen presencia importante en las calles, y en los penales.
Según lo anunciado Donald Trump planea limpiar las calles de ilegales maleantes, pandilleros y con antecedentes graves de violación a la ley, y eso es lo que al parecer nos enviarán a México.
No por nada la presidenta la Dra. Sheinbaum ya avisó que cerrará las fronteras y no aceptarán a ningún migrante deportado, salvo que sean mexicanos, contraviniendo con ello a la cultura humanista tradicional de la izquierda mexicana pero, primero es México y el bienestar de los mexicanos fronterizos por lo que esa decisión es el camino correcto para evitar la entrada de los demonios a las fronteras.
No vienen angelitos, no se nos enviará almas puras y santas del programa de deportación de Trump, se nos envía puro demonio con trinchete.
Nicolás Maduro de Venezuela dijo que los acepta si Estados Unidos les compra su petróleo, México los aceptaría para enviarlos de inmediato a sus países siempre y cuando no haya aranceles y, todos los demás países afectados harán lo mismo.
Son Monedas de Cambio
PD.- El empresariado Texano ya protestó si las redadas son sobre la fuerza laboral que están en sus empresas (la gente buena), ya se le manifestaron al presidente Trump.